Capitulo 3: Encuentro.

160 6 6
                                    

Hoy me levanté temprano, por alguna extraña razón lo hice. Estaba muy despierto esto era muy raro. Me dirigí a la cocina y estaba Tomás, le di su alimento. Y tenia tiempo para desayunar recién eran las nueve y media de la mañana...entonces... desayuné.
El rico olor de las tostadas invadía lentamente la cocina, me preparé matecocido en una taza de "star wars" y con la melodía aguda de la pava silbadora puse un poco de música.
En mi casa sonando Radiohead, me fui alistando mientras las tostadas estaban listas. Las serví y me senté muy tranquilo a desayunar. Una energía recorría mi cuerpo, me sentía vital.
Mi hermano dormía. Ya siendo las diez en punto, apagué la música y me puse a leer "El diario de Anna Frank" ya casi llegaba al final.
-¿Uli te levantaste temprano?-me dice Josué apareciendo de repente con cara de no entender nada y siempre haciendo entradas como Batman.
-Sí, no se por qué.- se me escapó una sonrisa un tanto extraña-¡Ahí tenes para desayunar!.
Tomó su chocolatada hizo y se puso a rehacer un trabajo práctico de ingles. Siempre se concentraba al máximo y aun así no eran muy buenas sus calificaciones. Todavía pienso que es vago, y que le falta madurar un poco. Tampoco puedo criticarlo mucho porque recursando o repitiendo tres veces unos años voy peor que él. Con dieciocho años cursaba cuarto año de la secundaria. Mejor cierro mi boca.

Mi celular suena y era Sofía, mi actual mejor amiga.
-Che...¡escuchame! ¿Vas a ir al colegio?.- me dice agitada.
-Si, ¿Por qué? ¿Pasó algo?- pregunto preocupado por su acelerada respiración. Ella suele ser inquieta combinada con la super histeria que lleva siempre, pero me hacr reir.
-No, tonto solo preguntaba.
-Bueno, pero estas agitada por eso digo imbecil.- solemos insultarnos de esa manera porque para nosotros es como un "te quiero".
-¡Estupido, estoy corriendo en la cinta!.
Estallé de risa y le digo -Son las diez y media de la mañana, estas haciendo cinta y lo peor de todo es que mientras tanto me llamas- suelto un poco de aire riendome.
-Bueno, es que estoy aburrida idiota. Nunca más te voy a llamar. Chau.- cuelga enojada.
Me rio un poco y tomo aire.
Pongo el celular en la mesa para seguir leyendo y justo cuando lo apoyo, suena. Era mi mama, quise sonar bien despierto para que se de cuenta que logré levantarme temprano. Atiendo.
-Hoooola ma-le digo sonriente aunque no pueda verme.
-¿Ulises?.
-No, habla Roberto y he secuestrado a su hijo- le digo burlandome de ella.
-¡Uy! Le regalo a mi hijo señor Roberto, le aviso que nunca se levanta temprano, lo tengo que llamar desde mi trabajo y lo peor es que se come todo y no engorda...no le saldrá barato el regalo.- suelta una pequeña risita.
-¡Ay maaa!-me rio- me levanté temprano, ¿Lo notaste?.
-Si, ya estas bastante despierto para hacer bromitas. Bueno, ¿Desayunaste corazón?- Odio que me diga asi, ya teniendo dieciocho años las cosas cambian y se vuelven un tanto vergonzosas.
-Si.
-Me alegro. Que tengan un buen día y hagan sus tareas. ¡LOS AMO!
-Nosotros también.-esta vez colgué yo.
Después de todo retomo mi lectura me doy cuenta que tenia que llevar a Josue a las doce y por lo tanto teniamos que comer un poco mas temprano. Hago la comida y salimos.
Llegamos al colegio, Josué entra y yo tenia que estar esperando una bendita hora a fuera del colegio para luego entrar. No sabía que hacer, mi tiempo pasaba demasiado lento. Me aburría y entré a la escuela. Tenia que esperar aproximadamente cuarenta minutos y, entonces, busque un banco. Estaban casi todos ocupado, no soy muy sociable asi que divise uno que estaba vacío. Me senté. Saqué mi valioso libro de tapa blanda que tanto amaba y me comienzo a leer, escucho una dulce voz femenina que queria llamar mi atención.
Una chica un poquito más baja que yo, se me acerca junto con su amiga e interrumpe mi lectura concentrada. Una de ellas me miró, haciendo que ignore completamente a la otra, me perdi en su profunda mirada. Nos miramos a los ojos por unos segundo y sonrió. Tenía unos ojos un tanto oscuros que me hacian dudar si esa sonrisa era real o no, pareciera que ocultaba algo detras de sus ojos. No podia despegar mis ojos de su mirada y pareciera que ella tampoco. Si, solo con mirarla noté todo eso. Su sonrisa, era una sonrisa que te transmitia felicidad y positividad, extraordinaria realmente donde sus labios al natural me decían cuán perfectos podrian ser sus besos. Era hermosa.
Se acercaron porque vieron mi mochila cubierta de pins sobre anime, caricaturas japonesas. Pasaba horas y horas viendo series completas y algunas salian semanalmente asi que mi computadora permanecia prendida la mayor parte del tiempo. Seguimos mirandonos profundamente.
-Hola- su voz era dulce, hermosa. Me lo dijo un tanto timida.
-¡Hola!- le conteste con una gran sonrisa.
-¿De que anime son los pins?- me pregunta curiosa acercandose un poco a mi mochila para observar mejor. Al hacer eso, mire su pelo. Color marron oscuro, con sus mechones que caian con una forma única.. la observé.
-Soul eater, Dragon ball, Naruto, Hatsune Miku... bueno, este es de una banda de rock, Hellsing y Mirai Nikki- mi mochila practicamente era de lata. Por cada anime habia 3 pins de ellas.
-¿Como te llamas?-preguntó rápidamente, siempre mirandome a los ojos.
-Ulises, ¿Vos?.- le dije entusiasmado, creo que nadie se habia interesado en hablarme así por mi forma de ser... un tanto irritable y no muy sociable. Pero con ella no fui así. No sé.
-Oriana-me repondió sonriendo una vez más sin perderse de mis ojos-¿Sabes dibujar?- preguntó.
-Si, justo tengo acá unos dibujos. ¿Los queres ver?.
-Bueno- me dice acercandose mas.
Se sienta a mi lado mientras yo buscaba mis dibujos. A todo esto, no le di importancia a su amiga.
Cuando le entregué mi cuaderno, comenzó a hojear.
Hice que seguía leyendo y de reojo miré sus manos blancas con las uñas pintadas de un rojo intenso. En ellas notaba la delicadez que Oriana poseia, también que estaban frías. Además la tenía a mi lado. Confieso que estaba nervioso, mi corazón se aceleró al ver que una chica tan hermosa me estaba hablando.
-Dibujas bien.- me mira y sonrie.
-Gracias...¿Tenes Facebook?- me arriesgué a decirlo. A pesar de que vamos al mismo colegio, solo que en diferentes turnos, quien podria saber cuando nos veriamos otra vez. Es una red social muy popular actualmente y seria lindo que sigamos hablando.
-Si...Orii *****- me dijo claramente y traté de guardarlo en mi cabeza. Fui un idiota porque no lo anoté teniendo las cosas ahí pero logré acordarme.
Ella y la perfección que llevaba se retiraron amablemente con su amiga.
No paraba de sonreir y me di cuenta que desde que me senté en el banco, abri el libro y no habia leido nada, decidi entonces, escribir en la pagina que me detuve "Hoy conocí a Oriana" y lo resalté con un marcador rosa... a todo esto nunca anoté el nombre de su Facebook, estaba algo sorprendido.
La observé mientras se iba con su grupo de amigas y sonreí.
De repente suena la campana avisando que debia ir al salón. Subí las escaleras y concurrí a clases.

Simplemente te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora