Memorias de un corazón fragmentado

Un año

A veces siento que el tiempo pasa demasiado rápido, y es que parece que fue ayer cuando decidí decir adiós, dónde pensé más en mi y menos en tí, y esa decisión me costó más de lo que quiero admitir, tuve que pelear día con día para no buscarte, aprendí a lidiar con mis pensamientos de culpa y ansiedad, no imaginas la cantidad de noches que llore implorando en una súplica silenciosa que regresaras y aclararamos las cosas.

Pero paso el tiempo y no regresaste y yo tampoco lo hice, no volví a escuchar tu voz adormilada a las dos de la madrugada pidiéndome que me quedé hasta que te duermas, no vería más tu cara, tus ojos, tus labios, tú cabello, tus manos, que, a pesar de verlas solo por fotografías me parecían hermosas, tú eras hermoso para mí, probablemente aún lo seas.

Y es que contigo rompí las promesas que me hice de no enamorarme más de alguien a lo lejos, pero, ¿Cómo no iba a caer por tí? No pude negarme, y cuando entendí que ya no había remedio solo me deje ir.

Y aunque me regalaste muchas cosas por las que siempre te voy a agradecer, también tuvimos momentos que por ahora prefiero no recordar, deseo conservar todos las memorias buenas.

Se que pasabas por una situación compleja, pudieron más tus sombras, quizá pienses que no te entendí, que me aferre a mis deseos, pero tú frialdad no combinaba con mi sensibilidad a pesar de que me aferre a la idea de que sí.

Ha pasado un año ya y sencillamente no puedo olvidarte y probablemente nunca pueda hacerlo, reclamaste un lugar en mi corazón y creo que siempre será tuyo.

A pesar de que en este año he trabajado mucho en mi, sigues presente y a veces aún imploro que regreses pero entiendo que mi decisión fue la correcta.

Se que estas palabras no van a llegar a tí, que nunca las leerás pero, sin duda alguna te pertenecen porque, tú las inspiraste.

Era necesario dejar a mi corazón hablar a través de palabras, siempre he pensado que derrochar sentimientos en forma de letras tiene un tinte de alivio.

Te agradezco enormemente por ser un aferrado y darme la oportunidad de conocerte, quizá en otro contexto hubiera funcionado y te habría dado mi amor a manos llenas y se, que compartes ese pensamiento, recuerdo como solías decírmelo, pero, la vida no jugó a nuestro favor.

Pido a la vida que te trate con gentileza y que aquella mujer que te tenga, te haga sentir valioso y te ayude a que tus sombras se conviertan en luz, que seas feliz y que no pienses que no vale la pena seguir intentandolo.