Capitulo 1

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Un atractivo y fornido rubio sujetaba la cintura de la pelirosa mientras daba algunos besos en su cuello y empujaba la puerta de la habitación de esta para poder entrar. Se apartó un momento para deshacerse de su playera y rápidamente la recostó sobre la enorme y elegante cama, atacó nuevamente su cuello y comenzó a masajear suavemente aquellos bien proporcionados pechos, estos aún atrapados bajo la presión de su blusa. Zafó uno a uno los botones de aquella prenda para poder dejar expuestos los pechos de la pelirosa.
– ¿Segura que podemos, Sae?
– Si.. Rin volverá tarde de su práctica, solo hazlo.. -sonrió y le acarició la mejilla- ¿Acaso estás asustado?
– No, no estoy asustado.. es solo que tú hermano no nos deja solos ni un momento.. y quiero estar seguro de que podremos hacerlo..
– Bueno, pon el pasador a la puerta.. así si llegará, no nos verá..
– Mm, no.. está bien.. no importa -sonrió y le quitó la blusa, la lanzó al piso y comenzó a deslizar su falda por sus delgadas pero torneadas piernas- eres tan hermosa..
– Lo sé.. -soltó una risita- eres afortunado, Ryusei..
– Demasiado.. -se recostó sobre ella y pegó sus labios sobre los de ella, un suave movimiento de labios comenzó- te amo..
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A algunos metros de ahí, un atractivo peliverde sostenía su botella de agua mientras bebía de esta, el sudor caía lentamente por su cuerpo y la mirada de una atractiva azabache se encontraba sobre él. Estaba locamente enamorada de él desde el día que iniciaron sus clases. Pero cada que intentaba invitarlo a salir, aquel chico la rechazaba con una sonrisa y corría al encuentro de su hermana. Al principio se había sentido tan celosa de aquella chica, porque era realmente guapa, con una figura envidiable y con miles de chicos detras de ella. Era inteligente, líder del equipo femenino de soccer y la primera de su clase. Sabía que no tenía ninguna opción contra ella. Después de algunas semanas se había enterado que era la hermana mayor de Rin, y que no había peligro alguno. El verdadero problema era que Rin era demasiado sobreprotector con ella, no se apartaba de su lado y al parecer, no le interesaba salir con chicas. Lo cual habia sido un golpe aún más fuerte. Pero al menos podía admirarlo a lo lejos.
– Dios, se te esta cayendo la baba, Isagi -un atractivo peliblanco se acercó a ella y puso su botella sobre la frente de ella- solo ve a decirle algo
– ¿Para qué, Nagi? La última vez me rechazó..
– Bueno, su hermana no estar cerca, quizás sea tu oportunidad.. -señalo al peliverde, algunas chicas estabas a su alrededor- ve antes de que alguien te lo gane..
– Ah.. bien.. -soltó un suspiro, se levantó y caminó hacia donde se encontraba el peliverde- Rin..
– ¿Mm?.. -miró a la azabache y sonrió- hola, Isagi..
– Yo.. se que ya me habías dicho que no, pero.. -movió sus manos sobre sus rodillas, apretó un poco su falda- ¿Te gustaría ir al cine conmigo?
– Seguro, no hay problema -sonrió- solo me cambio y nos vamos..
– ¡¿En serio?! -una sonrisa se formó en su rostro- pero.. creí que.. que no te interesaba salir con chicas..
– Yo.. supongo que.. que quizás.. me gustas un poco..
– ¡¿Yo?! ¡¡¿Te gustó yo?!!
– ¿Por qué te sorprende? -soltó una risita- yo creo que eres la chica más bonita de toda la escuela..
– ¿Ah? -su rostro se puso completamente rojo- yo.. yo no.. no es verdad, Rin.. Sae es mucho más bonita que yo.. es como una diosa..
– ¿Ah? ¿Entonces eso me hace un dios?
– Ah.. yo no quise decir.. -su rostro se puso aún más rojo-
– ¿O sea que no soy un dios? -soltó una risita-
– Ah, ya deja eso.. -cubrió su rostro- perdón.. que pena..
– Está bien.. no te preocupes.. precisamente por eso me encantas.. -le alzó el rostro- eres hermosa y divertida.. no eres presumida como la mayoría de las chicas..
– Rin.. yo.. me gustas, Rin.. me has gustado desde que te conocí.. pero jamás pensé que esto pasaría, que pudiera gustarte..
– Pues me gustas, Isagi.. me gustas mucho.. -se inclino un poco para poder besarla-
– Rin.. -lo tomó del cuello y comenzó a mover sus labios con suavidad-
Las manos del peliverde bajaron lentamente hacia la cintura de la azabache, sus labios se movían con suavidad y la mirada del peliblanco se posó sobre ellos, este soltó un suspiro y se alejó. Por mucho que Isagi le gustará, quería verla feliz, y si ese tipo la hacia feliz, eso era más que suficiente.
– Nagi.. -la pelivioleta se acercó a él-
– Oh, hola Reo -sonrió un poco- ¿Qué pasa?
– Me preguntaba si te gustaría caminar juntos a casa.. como vivimos cerca..
– Ah.. perdón, pero tengo otras cosas que hacer.. quizás otro día -sonrió y tomó su mochila para alejarse- nos vemos, Reo..
– Si.. nos vemos.. -soltó un suspiro, tomó sus cosas y sus ojos se nublaron- mierda.. rechazada.. de nuevo.. debería simplemente olvidarme de esto.. -comenzó a alejarse-
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Algunas horas habían pasado. La pelirosa y el rubio se encontraban completamente dormidos, el brazo del rubio rodeaba su cintura y su pecho subía y bajaba debido a su respiración, una pequeña cobija cubría sus exhaustos y sudados cuerpos. La puerta de la habitación se abrió y el peliverde soltó la pequeña bolsa con comida. Miró aquella escena con molestia..
– ¡¡Sae, despierta!!
– ¿Rin? -se enderezó y jaló la cobija para cubrirse- te he dicho que toques antes de entrar..
– Mierda.. -el rubio se enderezó y soltó un suspiro- oye niño, estás exagerando.. Sae es mi novia, es mayor que tú y si queremos hacerlo, no es asunto tuyo..
– ¡Lárgate! Ya me las pagarás después..
– Ah.. como sea.. -bajó de la cama y recogió su ropa, se acercó a la pelirosa para darle un beso- te veo mañana, cariño
– Si.. lo siento.. -sonrió un poco- ve con cuidado..
– Descuida, no tienes la culpa de tener un hermano tan dramático.. -salió de la habitación y empujó al peliverde-
– Tch.. imbécil.. -soltó un suspiro- Sae.. ¿Te cuidaste?
– ¡¡Déjame en paz!! -se levantó de la cama y se acercó a él, lo empujó fuera de la habitación- ¡¡No vuelvas a meterte en mi vida!!
– ¡Estoy tratando de cuidarte, Sae! -la sujeto con cuidado de los hombros- tienes un futuro maravilloso.. no quiero que lo arruines por un momento de calentura..
– ¡¡No fue un momento de calentura, Rin!! -se zafó de su agarre, azotó la puerta- ¡¡Y es asunto mío si me cuido o no!!
– Sae.. -soltó un suspiro y se recargó en la puerta- solo.. solo estoy preocupado por ti.. eres mi hermana..
– ¡¡Lárgate, Rin!! -aventó su tacón contra la puerta- ¡¡Odio que me cuides tanto, lo odio!!
– Sae.. por favor.. solo.. solo quiero que estés bien, que nadie te lastime..
– Y no lo harán.. Ryusei me ama, me ama, Rin.. y quiero que lo entiendas..
– Puedes abrirme, por favor.. prometo que ya no dire nada.. perdón..
– Rin.. -soltó un suspiro y abrió la puerta- eres un tonto..
– Lo siento.. prometo que me disculpare con él.. y que ya nos los voy a estar siguiendo tanto..
– Siempre dices lo mismo.. y solo me dura un día el gusto.. -sonrió y lo abrazo con cuidado- pero no importa.. eres mi hermano y te quiero aunque seas un celoso..
– Yo también te quiero, Sae.. ¿Quieres cenar? Te daré la mitad de lo mío.. ya que tu comida termino en el piso..
– Esta bien, solo déjame ponerme algo y bajo -sonrió y le dió un beso en la mejilla, entró a su habitación, tomó su ropa-
– Te espero abajo.. quiero platicarte algo que me pasó hoy -sonrió y caminó hacia las escaleras-
– Si, esta bien, Rin.. -soltó un suspiro- no tardó..
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– Listo.. ya estoy aquí.. -se sentó junto al peliverde y sonrió- ¿Qué querías contarme?
– ¿Recuerdas a Isagi?
– ¿La chica bonita que tanto te gusta? Si, la recuerdo..
– Bueno, hoy por fin le pedí que fuera mi novia..
– Ya te habías tardado, tonto.. -soltó una risita y se recargó en el hombro del peliverde- se nota que te trae todo enamorado.. me da gusto por ti..
– Es que es muy linda.. me gusta muchísimo -sonrió- y.. queria pedirte un favor..
– Si puedo ayudarte, lo haré con gusto..
– Isagi quiere entrar al equipo de soccer.. ¿Podrías hacerle una prueba?.. se que no están aceptando miembros ahora, pero ella de verdad esta muy emocionada..
– Supongo que puedo abrir una nueva convocatoria.. -sonrió- pero solo si te disculpas con Ryusei..
– Mmm.. ya que.. solo por ti y por Isagi..
– Gracias Rin.. -tomó el plato y comenzó a comer-
– Si.. no hay de que.. -sonrió y comenzó a comer- perdón.. por correrlo y por ser un tonto..
– No eres un tonto.. se que desde que perdimos a mamá te has puesto muy sobreprotector, pero te prometo que estaré bien..
– Papá casi nunca esta, se la pasa bebiendo.. la última vez te golpeó..
– Y tu me defendiste.. recibiste ese último golpe por mi..
– Porque eres mi hermana y te tengo que cuidar..
– Soy mayor que tú, se supone que debería ser quien te cuide..
– Pero también me cuidas.. me ayudas en las materias que me cuestan trabajo.. me defiendes de tu novio cuando me insulta..
– Bueno, yo lo amo, pero también debo defenderte si se porta mal contigo..
– Si, pero te prometo que trataré de ya no pelear tanto.. y de dejarlos tranquilos..
– Gracias.. -solto un suspiro- y si, si me cuide Rin.. no soy estúpida..
– Se que no lo eres.. perdón por insinuarlo con mi comentario.. 
– Ya no importa.. ya no te disculpes tanto.. -se levantó y tomo los platos- lavare esto, ve a descansar Rin.. mañana tienes entrenamiento
– Si.. descansa también, Sae.. -se levantó y caminó hacia las escaleras, volteo a verla- ese idiota es un afortunado por tenerte.. más le vale que te cuide..
– Lo hará.. -sonrió- Isagi también es afortunada.. ojalá que la valores.. y que ella sea buena contigo.. -entró a la cocina-
– Lo sé.. -sonrió y caminó hacia las escaleras- Isagi.. es tan hermosa..

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