STRAY HEROES || TERMINADA ||

Ghost

POV : O.de
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Recuerdo la vez en que conocí a Hyeongjun. Fue cuando me cambié de secundaria debido al trabajo de mi padre.

El primer día choque con él y lo hice tirar su libreta de canciones... Me había mirado tan mal que me produjo escalofríos, así que hice lo posible por disculparme y compensarlo.

No puedo decir si le caí bien de inmediato, Hyeongjun no hablaba mucho... Era tan serio que a veces olvidabas que estaba ahí junto a ti.

Cuando me acostumbré a la nueva escuela, comencé a verlo en los pasillos. Parecía un fantasma, no hacía ruido al caminar. Un segundo estaba a mi lado y al otro ya estaba cruzando el pasillo. Un día me quedé hasta tarde por una audición al equipo representativo de basquetbol y mi madre me llamaba alterada. Cuando alce la vista de mi casillero, Hyeongjun estaba parado en medio del pasillo mirándome.

Verlo así, de esa forma todo vestido de negro me produjo el susto de mi vida. Me había quedado paralizado tratando de entender si realmente era él o si lo estaba imaginando. Hasta que se acercó a mi, se agachó y recogió mi lapicera para luego extenderla hacia mi.

—Es tarde ¿Qué haces aquí? –su voz era profunda y aunque un poco aguda me sorprendió escucharlo con claridad. Caraspee.

—Yo am... Audicioné para el equipo de basquetbol.

—¿Y te aceptaron?

—No en realidad, no soy muy ágil –me relajé y abrí mi casillero para sacar mi mochila –¿Tu qué haces aquí?

—Practico con la guitarra. Prefiero hacerlo aquí que en mi casa –en ese momento me di cuanta que llevaba una funda grande en la espalda –¿Tocas el piano? –rapidamente escondí las partituras pero él me las quitó y las revisó a conciencia.

—Am, esto... El teclado...

Él desenfundó una guitarra electrica y comenzó a tocar lo que había en mis partituras dejándome totalmente perplejo. Se había vuelto una persona totalmente diferente en el momento e que comenzó a tocar.

Sus manos se movían hábilmente sobre las cuerdas, pero yo solo podía ver sus expresiones faciales. Él amaba tocar la guitarra, podía verlo claramente.

Ese fue el momento en que me enamoré de él.

Al terminar de tocar mi canción, sonrió. Jamás había visto una sonrisa tan hermosa en toda mi vida y eso me puso nervioso.

—¿Tu la compusiste?

—Si, es mía...

—Tal vez el equipo de basquetbol no te necesite, pero creo que yo si necesito un tecladista –me miró después de guardar su guitarra y me extendió su mano, sus uñas estaban pintadas de negro –. Me llamo Han Hyeong Jun.

—Y yo soy Oh Seung Min...

—Bien, Seungmin ¿Te veo mañana después de la escuela en el salón de música? Ahí hay un teclado.

—Claro... Te veré ahí.

Hyeongjun sonrió, asintió con la cabeza y se encaminó por el pasillo sin hacer ningún tiempo de sonido.

Nos hicimos amigos cercanos en poco tiempo, a medida que nos conocíamos me daba cuenta de lo mucho que me gustaba. Pero también, entendía lo que pasaba en su casa y él porque hacía lo imposible por pasar desapercibido.

Su padre era un alcohólico agresivo y machista. Su madre era una religiosa conservadora y extremista. Pero sus hermanos eran lo peor de todo, no hacían más que molestarlo, insultarlo, humillarlo y hasta golpearlo. Por eso él prefería quedarse en la escuela hasta que el guardia lo echaba.