capítulo 3 dos almas, un héroe olvidado

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Autor: dejen aquí su apuesta de quién se va a morir hoy

Serafina: bueno, entonces ese es el problema

John: ahora que lo dices tiene sentido

-ambos estaban hablando sobre un tema, el juego de la matanza los había echo ignorar un hecho crucial-

Serafina: bien, una vez más ¿Que es lo último que recuerdas antes de llegar aquí?

John: lo último que recuerdo es que estábamos en el hotel, estaba a punto de ir al parque de diversiones y... Nada más

Serafina: lo mismo digo, quizás debamos interrogar a Terrence, el es miembro de espectro

John: si, pero ¿Porque espectro haría un juego de esta escala solo para matarnos?

Serafina: pero no solo eso, metieron al juego personas que no tenían nada que ver conmigo, como Wenqi, Illena y Zeke

John: esto es demaciado extraño, no tenemos ni una sola pista de quién es la mente maestra o en qué punto fuimos secuestrados

Serafina: a mi lo que me preocupa es que es mi último día con mi habilidad

John: entonces mañana...

Serafina: mañana regresaré a ser una lisiada, así que me volvere vulnerable en este juego

John: bueno, no lo creo tanto, casi nadie sabe de esta situación

Serafina: aún así, en cuanto se den cuenta no dudo que seré el objetivo del siguiente asesino

John: no te preocupes, yo y Arlo nos vamos a encargar de que eso no suceda

Monokuma: John y Serafina en un closet a oscuras ¿Están hablando secretos? ¿Chismeando de los demás? ¡Uy! ¡Yo empiezo! ¿Sabían que Elaine iba a usar este viaje para conquistar a Arlo?

John: ¡¿Monokuma quien putas te invito?!

Serafina: ¡Largo de aquí!

Monokuma: ¿Porque nadie me quiere?

-este triste salió del closet, revelando que en efecto, todos estaba en un mismo cuarto como se había planeado, ahora la privacidad y el aburrimiento era el mayor problema-

Bykle: ¿Tiene botones?

Isen: no

Remi: ¿Se puede calentar?

Isen: sip

Bykle: ¡Entonces estás pensando en un sartén!

Isen: error

Remi: entonces debe ser una estufa

Isen: error también, era un celular

Bykle: ¡Pero dijiste que no tenía botones!

Isen: los teléfonos móviles no tienen botones

Bykle: ¡A entonces con que los enciendes! ¡¿Con telepatía?!

Isen: esto ya me aburrió, ¿No podemos ir a la piscina?

Remi: es que no sé nadar

Bykle: pues te enseñamos

Cecile: Oigan ¿No deberíamos explorar el tercer piso?

Arlo: Es verdad, Se me había olvidado que después de cada juicio se habré escaleras nuevas

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