!❄ Enemies on ice ♡ Kazuscara

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Scaramouche sabía que aveces tardaba mucho en reconocer que él podía arreglar las cosas. Su orgullo estaba muy por encima de su cabeza y su mamá siempre se lo decía incluso cuando era pequeño, pero en la última semana se había sentido tan mal, tan miserable. ¿Cómo un chico lo había hecho sentir tan bien y lo contrario en tan poco tiempo?

Lo había hecho reír, había sido detallista, le había dado el mejor sexo y ahora... Había perdido todo en menos de diez minutos, en un abrir y cerrar de ojos, algo que ni siquiera tenía en realidad.

Pero estaba dispuesto a buscarlo de nuevo, a buscarlo y tenerlo pero en serio, sabía qué Kazuha había sido inmaduro en muchos aspectos pero el no estaba dispuesto a quedarse de brazos cruzados sin explicarle exactamente lo que había pasado, ellos eran adultos y confiaba en que podrían razonar ahora que estaban calmados.

Soltó un suspiro frente a la pista de hielo que visitaba casi a diario, justo ahora se sentía cobarde para entrar, sin embargo, ignoro todos las voces que le decían que volviera a su lugar y salió de su auto. Cuando entró fue la misma sensación de siempre, el frío lo golpeó como algo familiar y luego de ver que la pista estaba vacía camino hacia el vestidor.

Hubo una ola de gritos cuando lo vieron ponerse de pie frente a la puerta, llevó sus manos a los bolsillos de su abrigo y buscó al mayor.

— ¿Dónde está Kazuha? — preguntó al no verlo.

— Se dice hola. — dijo Cyno pasando una camiseta por su cabeza.— ¿Tighnari no te enseña a ser educado?

Rodó los ojos antes de desviar la mirada hacia Heizou, el pelirrojo hizo una mueca antes de suspirar.

— Está recogiendo los pucks con Gorou. — respondió finalmente.

— Gracias.

Escuchó como Heizou le llamaba la atención por darle información y se preguntaba si Kazuha ya le había dicho a sus amigos de cómo lo había usado y engañado, aunque así no habían sido las cosas. Vio unos cuantos patines y reviso rápidamente cuál era el más cercano a su número antes de colocárselo para entrar a la pista, con un suspiro patinó hacia el albino que golpeaba algunos discos hacia el castaño y este los guardaba en una canasta.

— Kazuha.

El mencionado giró a mirarlo pero rápidamente volvió la vista al menor. 

— Atrapa, Rou.

Miró hacia el techo tomando una respiración y volvió la vista al albino.

— Kazuha. Quiero hablar contigo.

— Estoy ocupado.

— Pues deja de hacer eso y préstame atención.

Gorou miró del uno al otro antes de incorporarse totalmente.

— Creo que me voy.

— Si, mejor hazlo.

— No, quédate.