CAPITULO 13

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Taehyung estaba tan nervioso que podía saborear la bilis subiendo por su garganta. Estaban de camino al rancho de su familia para hablar con sus padres y hermanos sobre la situación de Eunwoo. También anunciarían a su familia que estaba saliendo con ambos, Seokjin y Eunwoo. Eso debería caer como una bomba, Namjoon y Jisoo eran los padres más comprensivos que un hijo podría tener, pero incluso con ellos había límites. Ni parpadearían si llevaba a un hombre a casa, ¿pero dos? Eso necesitaría más comprensión de la que podrían tener.

Taehyung temía la confrontación que se avecinaba. Amaba a su familia, pero también amaba a Seokjin y Eunwoo. Ni siquiera quería pensar en los efectos colaterales que vendrían cuando su familia supiera que se había puesto en peligro. Iban a ponerse furiosos, especialmente sus hermanos. Como el más joven de los Kim, sus hermanos solían ser sobreprotectores con él. Había veces en que a Taehyung le gustaba eso sobre sus hermanos, esta no era una de esas. Hyungsik iba a volverse loco. Probablemente empezaría a gritar. Hoseok estaría en silencio mientras planeaba la muerte de alguien. Jungkook se pondría en modo protector. Jongin correría a su motero-pastor Chanyeol y le ordenaría que protegiera a Taehyung.

Dios los amaba, pero eran un poco controladores en ocasiones. Taehyung tragó fuerte cuando Seokjin giró el vehículo en la entrada del rancho Kim. Hizo una mueca cuando vio todos los vehículos de la familia juntos en la parte delantera de la casa de sus padres. Fantástico, todos estaban en casa. Taehyung había esperado de alguna forma decírselo uno a uno... ¿durante varios meses, quizás? De todas formas nunca había sido capaz de esconderle nada a su familia, por lo que no sabía por qué debería sorprenderse de tener que decírselo a todos a la vez. Hasta ahora, su suerte en ese tema había sido pésima en el mejor de los casos.

—¿Hey vas a estar bien?

Taehyung colocó una sonrisa en su rostro que no sentía y se giró para asentir a Eunwoo. —Estoy bien.

—Deja de mentir Taehyung —dijo Seokjin—. Sé que estás nervioso, pero irá bien.

—No estoy mintiendo —insistió Taehyung.

—Bueno, tampoco estás diciendo la verdad.

¡Maldición! Seokjin lo conocía demasiado bien. Taehyung suspiró. —Bien si estoy nervioso. No tengo ni idea de lo que mis padres van a decir cuando lleve a dos hombres a casa. Y luego están mis hermanos.

—A tus hermanos les gusto —insistió Eunwoo.

Taehyung soltó un resoplido muy grosero. —Eso fue antes de que ellos supieran que estabas copulando con su hermanito.

El coche viró por un momento, luego disminuyó la velocidad y paró por completo al lado de los otros vehículos aparcados en la entrada. Seokjin apagó el motor y se giró para mirar a Taehyung. —¿Acabas de usar la palabra copulando?

La risa explotó entre los labios de Taehyung. —Quizás.

—Nunca he copulado en mi vida —contestó Eunwoo, pero había un temblor de risa en su voz como si intentara con todas sus fuerzas no reír. Cuando Taehyung lo miró, la mandíbula del hombre se apretó como si estuviera al límite de estallar y estuviera luchando con todo lo que tenía. —Los comisarios no copulamos.

—Oh sí, lo hacen —rio Taehyung—. Igual que los rancheros, los moteros convertidos en pastores, los abogados, los contables y los detectives privados. Y algunos de ellos lo hacen de formas muy interesantes.

—¿Cuán interesantes? —preguntó Seokjin.

Taehyung sólo sonrió. No había forma de que fuera a soltar todos sus secretos a la vez. Tenía que guardarse algo para el futuro. Además, si delataba todo lo que sabía, sus hermanos lo despellejarían seguro.

LA CONVENIENCIA (Libro VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora