Los Futbolistas

Prólogo

17 de enero 2022
Un Délicieux Café

Álora

Me encuentro en mi pastelería/cafetería, hace algunas semanas porfin logré abrir mi propio local después de estar trabajando desde mi departamento, es muy extraño el echo de tener mi propio establecimiento y más aún el estar atendiendo el triple de pedidos que normalmente tuve, es un sueño hecho realidad.

Hoy es un día tranquilo, por lo que tengo a Taylor Swift al máximo volumen. En lo que voy terminando de cortar el fondant para el pedido que debo de entregar hoy, voy preparando a la vez un poco que crema de mantequilla para los cupcakes.

Cuando por fin termino de decorar el pastel de Paw Patrol, es cuando escucho como se abre la puerta y de esta entran varios niños, lo que me parece raro teniendo en cuenta que no venía ningún adulto con ellos y el que se miraba más grande parecía ser de unos 12/13 años.

Cuando estoy por acercarme a ellos, escucho como el más grande empieza a decirles en qué sillas sientan el niño/adolescente de cabello oscuro con una mandíbula perfilada y grandes cejas, se me acerca mientras yo lo sigo mirando, es como si algo me dijera que lo protegiera, nunca había sentido algo como esto.

- Buenas tardes y bienvenidos a Un Déliciux Café, ¿gustan ordenar o los espero? - digo mientras veo cómo entra por la puerta la señora que me había encargado el pastel.

- Nos puede esperar, por favor - dice ahora una niña con la tez un poco más bronceada que el niño y cabello largo castaño.

- Claro en un momento vuelvo.

- Buenas tardes, ¿viene por el pastel decorado de Paw Patrol? - le digo ahora a la señora mientras esta asiente y saca la cartera para pagar, normalmente me pagan el 50% como enganche y ya cuando lo van a recoger lo demás, aunque con ella fue diferente porque me pago más de la mitad - que tenga un lindo día.

- Igualmente y muchas gracias te quedó muy lindo.

Cuando la señora se va del local, la niña que anteriormente me había dicho que me esperara alza la mano y yo voy primero por una libreta pequeña para así ir a tomar la orden.

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Desde que los niños llegaron, han pasado varias personas con cámaras a tomarles fotos por lo que tuve que bajar las cortinas para que los dejen en paz, aún así se puede ver como siguen intentando tomarlas por lo que decidí llamar a los de seguridad de la plaza y así todos se fueron dejando tranquilos a los niños.

Lo que se me a hecho raro es que ningún adulto a venido por ellos, teniendo en cuenta que la más pequeña se ve de unos 2 años y el niño de un año, los demas varian las edades, aunque son mas niños que niñas y hay tres niños que se parecen más, mientras que los demás no tiene ninguna similitud con ellos.

Mientras que todo esto pasa, yo sigo dando galletas con malteadas de distintos sabores y a algunos unos pequeños cupcakes para que coman algo, aún así tendré que parar su orden por que ya han ingerido mucha azúcar y no quiero ver a sus padres culpándome de esto, por lo que pedí comida a domicilio, algunas pastas y pizzas, pues no se que es lo que comen normalmente, a demás de que yo quería pasta.

Cuando llega la comida, los niños me voltean a ver y solo uno que por lo que escuche su nombre es Mateo y es el más inquieto pues el mayor llamado Benja no lo a dejado de regañar

- ¿Es pizza? Yo quiero, ¿me das? - me dice y pregunta Mateo, a la vez que Benja se da un golpe con la palma de su mano en la cara.

- Mateo, deja de pedir comida, a este paso nos quedaremos pobres - le dice ahora otro niño.

- Tengo hambre

- Si no has dejado de comer desde que llegamos - le dice ahora otro niño, que se ve casi de la misma edad que Benja.

- ¿Y que te molesta a vos?

- Bien, las pizzas y la mayoría de los platos que traigo conmigo, al igual que lo que han consumido, es de mi parte, ahora todos vallan a labarse las manos que ya van a comer - menciono interrumpiendo su pequeña pelea, haciendo que todos, hasta los más pequeños, se levanten y vallan a labarse las manos.

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Son casi las ocho y media de la noche y los niños siguen aquí, los más pequeños se han quedado dormidos, mientras que los demás se han puesto a ayudarme a adelantar los pedidos de mañana.

- Mateo, no creo que al cumpleañero de mañana le guste un pastel salado - menciono mientras veo como intenta poner más sal que la que dice la receta, a lo que Thiago le quita la sal y Benja prueba la mezcla, logrando así que haga una extraña cara.

- Sabe a sal con una pizca de chocolate - dice mientras Victoria toma el recipiente que contiene cacao en polvo y vierte todo el contenido en el bowl.

- Ahora sabra mejor - dice mientras Davi comienza a revolver la mezcla, justo en ese momento en cuando Victoria prende la televisión y empieza un canal de noticias, donde mencionan que el día de mañana se darán las listas de los compatibles, que no es algo muy esperado por mi, ya que llevo desde que cumplí mis 18 años esperando ese momento y aún así con mis ahora 21 años puedo decir que me di por vencida con esa lista, pues al parecer mis compatibles no tienen los 18 años o no todos los tienes, pues si no ya me habrían dicho quienes serían las personas con las que compartiría mi vida.