Olor a medicina [TamakixTú]

Capitulo 7.

Tamaki

En casa mi madre acomodaba los platos mientras yo los lavaba, así era nuestra relación cuando ella estaba presente cada vez a la semana o cada que le daban descanso.
Estábamos tranquilos y después de un rato nos sentamos a comer y en el momento en que yo iba a tomar vaso de agua este se rompio….cortando mi mano y dejando caer unas cuantas gotas de agua con sangre a la mesa. Estaba sorprendido….eso jamás me había pasado y según las creencias japonesas eran malos presagios.

— Dios, Tamaki —Se levanta y corre a traer el botiquín de primeros auxilios—

—Ve la sangre mientras trata de comprender correctamente de que se trata ese mal presagio— …. —

—Se sienta a su lado— Esto te puede doler cariño, respira profundo —Pone alcohol en la mano de su hijo—

—Voltea a ver la ventana y abre los ojos de par en par—

Mis recuerdos volaron directo hacia ese día "Mariposas.…Amo a las mariposas….tanto que cuando muera mi alma se va a convertir en una, la más hermosa" Ese recuerdo fue lo único que vino a mi mente al ver a esa mariposa luciendo sus elegantes alas….en ese momento no tarde más y voltee a ver a mi madre quien al percatarse de mi cara quedó sorprendida.

— ¡Mamá, por favor llévame al hospital!! —Toma su mano con rapidez pero sin lastimarla— ¡Por favor!! —

— ¿Q-Qué? —Dice con la confusión sonando en su voz—

— ¿Dónde están las llaves del auto?! —Se levanta rápido y corre a buscar las llaves del auto—

— ¡Tamaki!! —Corre detrás de él—

Estaba histérico y no sabía que hacía nisiquiera sentia la sangre correr por mi mano. En el momento en que tuve las llaves del auto en mis manos tome a mi madre de la mano y la lleve fuera de casa para cerrar y subirla al auto como copiloto para subirme yo de chofer y encender el auto. Puse el acelerador y arranque el auto mientras en mi mente seguía la imagen de esa niña tocando el violín.

En el camino recibía las preguntas de mi madre pero hacía caso omiso ya que no podía escucharla….mi mundo estaba en silencio.
Cuando llegamos al hospital me baje del auto a tal grado de dejar la puerta abierta y correr hacia adentro para encontrar a las enfermeras enfrente de la habitación de la niña….en ese momento un frío recorrió mi cuerpo….y me acerque a dónde estaba el hombre llorando, era más alto que yo pero estaba llorando e inundado en tristeza.

— ¿T/n?¡¿Cómo está?! —Pregunta totalmente preocupado—

—Voltea a ver a Amajiki— 

—Lo voltea a ver la mujer de cabellos negros— La paciente no respiraba….estuvo así un leve momento, mínimo unos pocos minutos, dos o tres —Mete las manos dentro de su pantalón—

—Abre los ojos de par en par mientras que su rostro palidece y su respiración se corta por el shock— Park… —

— ¡Hijo!! —Se detiene aún lado del joven de cabellos azules— ¿Estás loco?! Estás castigado!! —Frunce el seño y agarra la mano de Amajiki para ver qué su mano estaba llena de sangre—

—Titubea— ¿Quién eres y como conoces a mi hija? —Analiza al joven de cabellos azul añil mientras trata de sonar calmado cosa que resultó totalmente inútil—

—Voltea para quedar cara a cara con el hombre de cabellos castaños— Era mi compañera de cuarto….—

—Agacha la cabeza y solloza— Me gusta la idea….de que mi hija haya hecho un amigo….—Se limpia las lágrimas— Aunque sea mayor….—Empieza a llorar— Llegaste a tiempo a su vida —

— Señor,¿cuánto-? —Agacha la cabeza y deja la pregunta en el aire. El joven no tenía idea de cómo preguntar lo que quería así que simplemente cambio su pregunta por una petición— Visite a T/n más seguido….por favor….—Levanta la cabeza—

No tenía idea de cómo preguntar sobre el tiempo de vida de una persona….en especial si esa persona era como mi hermana menor….

Paso el día y no pude verla….yo dije directamente que no podía verla.
En casa solo estaba acostado sin salir de ahí por el mismo motivo (La salud de la pequeña Park).
En mi habitación solo había oscuridad (No en su totalidad pero la había).

El olor a medicina me traía a la cabeza esas palabras tan…. nisiquiera podía describirlas en ese momento, mi cabeza estaba en blanco y ni siquiera podía escuchar el sonido de los mensajes y llamadas que me hacían mis amigos (Togata y Hado).
El olor a medicina me hizo entender que la mayoría se veces….tienes que perder.

—Abre má puerta lentamente para después cerrarla detrás de ella, seguido de eso miro a su alrededor; estaba oscuro, casi nada de luz así que camino a la ventana y abrió una para dejar que la luz del sol entrara en su totalidad— ¡Tamaki, levántate que ya amaneció! —Camina hacia la cama del joven quien estaba enredado en su cobija— ¡Tamaki Amajiki, es hora de levantarse! —Le jala la cobija para destaparlo—

—Voltea lentamente topandose con la chica de ojos azules y cabello azul claro— Nejire….—Dice con un tono de voz cansado y demasiado bajo que casi no se escucho—

— ¿Qué dijiste? Bueno no importa. Vine por ti, vamos a salir un ratito¿te parece? —Sonríe con alegría mientras espera que el de cabellos azul añil hable—

— Ehh.…—Deja salir con mucho sueño en la voz— 

— ¡Genial! —Camina hacia el armario y lo abre— ¡Toca elegir la ropa! —Empieza a buscar ropa—

—La mira con confusión mientras trata de mantenerse despierto—

— No es por ofender pero tu ropa es muy….amm como para invierno, ¿camisas de manga larga? —Sigue buscando—

—Se sienta en la cama— Mmm Nejire no es necesario que busques mi ropa, yo….no quiero salir¿si- —Da un salto de miedo al ver cómo la chica de cabellos azules camino tan rápido que parecía que le iba a dar un golpe—

—No es si quieres…—Se cruza de brazos—Debes venir y punto —Pone la ropa en la cama y camina hacia la puerta de la habitación— Eres mi amigo….no me gusta verte triste, claro tampoco a Mirio….por eso hacemos esto….es como nuestra manera de hacerte saber que nos importas —Sonríe con calidez— Así que vístete, Mirio nos espera abajo —Sale de la habitación cerrando la puerta detrás de ella—

El olor a medicina.…me hizo saber que aún que me sienta solo…nunca lo estaba….así que ese día me vestí y salí de casa para poder ver a mis amigos con tres entradas al cine con sus caras llenas de alegría hacian que se vieran de cierto modo graciosos así que solté una risa y camine hacia ellos para después salir los tres de casa.

Al día siguiente, yo cruzaba la puerta de aquel gran hospital, su olor tan característico me dio la bienvenida.
La puerta de esa habitación estaba cerrada como de costumbre y podía escucharse el leve sonido de ese violín…. sonreí y abri la puerta provocando que aquel sonido encantador se detuviera y la causante de ello me volteara a ver….

— ¡Amajiki! —Pones el violín en el suelo y corres a abrazarlo— ¡Te extrañe mucho! —

— Perdón, estaba un poco ocupado —Te abraza—

— Escuche que los de la UA ya estaban en semanas de evaluación, así que es normal que estuvieras ocupado, además —Te separas del abrazo— ¡No es como si me fuera a morir mañana! —Sonríes feliz—

El olor a medicina….me dio la oportunidad de conocer a una persona que brillaba….que estaba llena de vida y alegría tanto por dentro como por fuera….esa persona era una chica de catorce años….
Esa chica me enseñó mucho….la más importante y la que más valoro es observar los más pequeños detalles y disfrutar de ellos….hacer de un mal día un día en el que aprendí algo nuevo apesar de que haya sido un fracaso. Que aprovechará un día fuera bueno o malo.