Unrequited

536 64 3
                                    

ᵂᵉˢᵗ ᶜᵒᵃˢᵗ ˣ ᴮᵒˢˢᵃ ⁿᵒᵛᵃ
⇄ ◁◁ 𝚰𝚰 ▷▷ ↻

ᵂᵉˢᵗ ᶜᵒᵃˢᵗ ˣ ᴮᵒˢˢᵃ ⁿᵒᵛᵃ⇄ ◁◁ 𝚰𝚰 ▷▷ ↻

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟶

Eran aproximadamente las seis de la mañana cuando Lando me estaba llevando hacia el aeropuerto en su carro. El amanecer apenas comenzaba a teñir el cielo de tonos rosados y anaranjados, pero yo apenas lo notaba. Ambos estábamos sumidos en un silencio profundo y algo incómodo, ninguno de los dos había pronunciado una sola palabra desde que nos habíamos subido al auto. El suave ronroneo del motor era lo único que rompía la quietud de la mañana. Mi mente estaba demasiado ocupada, girando en un torbellino de pensamientos sobre Sebastian y la última conversación que tuvimos. Repasaba una y otra vez lo que había sucedido.

—¿Estás bien? —preguntó Lando suavemente, rompiendo el silencio. Su voz aún seguía un poco ronca por el sueño, y pude otar la preocupación en su tono.

Dirigí mi mirada hacia él por unos segundos, observándolo detenidamente. Su cabello estaba desordenado, como si hubiera pasado sus dedos por él varias veces en un gesto de nerviosismo. Llevaba ropa cómoda, probablemente lo primero que encontró al vestirse apresuradamente. Sus ojos, normalmente vivaces y alegres, aún estaban un poco hinchados y enrojecidos, evidencia de que se había despertado hace menos de media hora. Las sombras bajo sus ojos hablaban de una noche inquieta, quizás tan llena de pensamientos como la mía.

—Estoy bien —respondí, pero mi voz sonó como un suspiro cansado, traicionando mis palabras.- Pude haber tomado un taxi si no uviste una buena noche.

Lando me miró por unos segundos antes de dirigir de nuevo su vista hacia el camino. Sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y algo más que no pude descifrar. Parecía que algo lo estaba molestando, como si tuviera un peso invisible sobre sus hombros. Sentía que él quería decirme algo, palabras que bailaban en la punta de su lengua, pero que a la vez se esforzaba por mantener su boca callada. El silencio entre nosotros se volvió aún más denso.

—Estoy bien... —respondió finalmente, su voz suave pero firme. Hizo una pausa, como si estuviera considerando cuidadosamente sus siguientes palabras.— Además, jamás dejaría que vinieras sola. No importa la hora, ni cuán cansado esté, siempre estaré aquí para ti. Es lo que hacen los amigos, ¿no?

—Claro —Murmure.

Una vez fuera del aeropuerto, nos detuvimos en la zona de llegadas para esperar a Anne. El silencio persistía entre nosotros. Lando parecía sumido en sus pensamientos, su mirada perdida en la distancia, aunque de vez en cuando la sentía posarse sobre mí haciéndome sentir inquieta y nerviosa. Mientras tanto, yo observaba ansiosamente entre la multitud, buscando la inconfundible cabellera rizada de Anne.

Las de voces en diversos idiomas se mezclaba con el ruido sordo de las maletas siendo arrastradas sobre el pavimento. Viajeros de todos los rincones del mundo se movían en un flujo constante, algunos con prisa, otros desorientados. Pero ninguno de todos ellos era Anne.

Lover | SVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora