ERCD - Parte 2

Capítulo 200: Realizando el sueño de Lao Lin

Después de que Jiang Ruan terminó la medicina, quiso acostarse en el sofá para descansar, pero en cambio se sintió inquieta e incapaz de dormir por alguna razón inexplicable. Era un día frío de invierno, pero ella no sentía frío en absoluto. En cambio, una fina capa de sudor apareció en su frente.

Inicialmente pensó que esto se debía a la medicina y lo ignoró simplemente volteándose y empujando la manta. Sin embargo, después de un tiempo, inesperadamente se puso cada vez más caliente. No solo eso, una emoción extraña y desconocida comenzó a surgir dentro de ella. Vagamente supuso lo que podría ser, pero al mismo tiempo, pensó que era demasiado increíble para ser verdad. Quería sentarse, pero un movimiento fue todo lo que necesitó para darse cuenta de que su cuerpo estaba increíblemente débil.

"Xiao Shao", Jiang Ruan no pudo evitar gritar. La voz que salió de su boca sorprendió incluso a la propia Jiang Ruan: era dulce y encantadora, gentil y tierna.

Al escuchar esto, Xiao Shao levantó la vista y se sorprendió un poco por la apariencia de Jiang Ruan. Dejó su libro y se acercó a sentarse junto a la cama. Aunque su rostro permaneció frío, no pudo ocultar su profunda preocupación cuando preguntó: "¿Qué pasa?"

Observó que la cara de Jiang Ruan estaba extremadamente roja. Frunciendo el ceño, alargó la mano para tocarle la frente. Cuando la mano helada, larga y elegante de Xiao Shao tocó la frente de Jiang Ruan, no pudo evitar suspirar de satisfacción. Sin embargo, este sentimiento la sobresaltó y se sintió demasiado avergonzada de mirarlo, pero al final, su cuerpo era más honesto que su sentido racional. En este momento, todo su cuerpo estaba ardiendo y estaba realmente reacia a renunciar al cuerpo helado de Xiao Shao. Por lo tanto, inconscientemente se movió para acurrucarse junto a él.

"Tú . . ." Xiao Shao retiró abruptamente su mano y le tomó el pulso en la muñeca. El cuerpo de Jiang Ruan tembló, y los movimientos de Xiao Shao se detuvieron por un segundo imperceptible, como si de repente se hubiera dado cuenta de algo, y sus ojos negros como boca de lobo miraron a Jiang Ruan. Al ver su expresión, Jiang Ruan supo más o menos lo que había sucedido. Por un momento, se sintió nerviosa y angustiada, pero no pudo contener su impulso de frotarse contra el cuerpo de Xiao Shao y solo pudo apretar los dientes para tratar de controlar el fuego dentro de ella.

Xiao Shao retiró la mano y dijo, con voz firme y fría: "Iré y llamaré a Xia Qing para que venga". En ese momento, la ira era apenas perceptible en su voz. Incluso si fuera una broma, sin importar quién fuera el responsable de la situación actual, tratar el cuerpo de Jiang Ruan tan descuidadamente fue simplemente demasiado.

"Xiao Shao". Jiang Ruan lo agarró de inmediato. En realidad, no usó mucha fuerza, ya que todo su ser estaba enfocado en luchar contra las llamas que se elevaban dentro de ella; realmente no tenía exceso de energía para gastar. Xiao Shao se detuvo momentáneamente, se volvió y dijo: "Está bien, es solo que la receta es incorrecta".

Probablemente todavía estaba tratando de consolarla. Jiang Ruan entreabrió los ojos aturdida. En este punto, parecía estar dividida en dos personas: una palpitaba de pies a cabeza con sentimientos desconocidos y no tenía control de sí misma, la otra observaba todo lo que sucedía con una claridad cristalina. El joven que tenía delante iba siempre vestido de negro, y esto añadía un aura de gélido rigor a su habitual temperamento frío y distante, como si hubiera renunciado a todo tipo de deseos. De hecho, era difícil imaginar que hubiera una persona tan fría e indiferente en este mundo. Y, sin embargo, en este momento, su hermoso rostro, sus labios finos y apretados, sus cejas minuciosamente fruncidas, todo se combinaba para hacerlo lucir extremadamente delicioso.

¿ Delicioso ? Jiang Ruan agarró la esquina de su ropa y dijo con dificultad: "No te vayas".

"No hay necesidad de estar ansioso". Xiao Shao parecía incapaz de entender su significado. Al ver que ella era persistente y temiendo que se cayera, se sentó en la cama y dijo suavemente: "Regresaré muy pronto".