marshmellow

- 09.2 : heridas 」

Eran casi las cinco de la tarde, Minjeong mantenía en sus manos la pequeña bolsa de papel que contenía la comida de Jimin y se encontraba esperándola en la entrada del centro comercial en compañía de los demás.

El auto negro de Yoo se hizo presente y el rojo de XiaoTing la seguía de cerca, ambas aparcaron frente a las chicas y Jimin no fue capaz de bajar del auto para abrirle la puerta a Minjeong como usualmente lo hacía, causando en este un sentimiento extraño. Pensó que su Unnie estaba demasiado molesta en esos momentos así que se limitó a despedirse de todos y subir al auto.

— ¿Te divertiste hoy, Winnie? — le preguntó, su voz era la misma que siempre usaba con ella así que no podía estar enojada.

¿Entonces que le pasaba?

— Fue genial, DaYe y yo... — MinJeong miró sin querer la mancha roja que se extendía por todo el asiento de cuero y se alarmó de inmediato —¡Unnie, tú pierna está sangrando! —chilló

— No pasa nada, estoy bien.

— Disfruten su tarde, chicas. —exclamó XiaoTing desde afuera sonriendoles ampliamente, MinJeong iba a despedirse pero JiMin simplemente le mostró el dedo de en medio y subió las cristales antes de arrancar.

— ¿No deberíamos ir a un hospital? Unnie, eso se ve grave.

— No lo es, pequeña. Es casi un rasguño, tengo lo necesario para curarme en casa.

— Te ayudaré entonces, soy muy buena curando heridas- — sonrió orgullosa de ello y Jimin asintió aceptando la ayuda.

Llegaron al edificio y la menor hizo que la pelinegra pasara su brazo por encima de sus hombros y la tomó de la cintura para ayudarla a subir al elevador, cuando entraron al departamento la apresuró para que le dijera donde estaba el botiquín.

— Vas a tener que quitarte el pantalón, Unnie — le dijo cuando después de muchos intentos no había logrado limpiar la herida a través de la rasgadura que había hecho en la prenda de la mayor

— ¿No vas a sentirte incómodo por eso? Puedo curarme yo sola si te molesta — MinJeong sabría su secreto si es que lo hacía y temía la reacción de la menor.

MinJeong  pareció entender la desesperación de la mayor al querer curarse sola. Negó con la cabeza, insistía en hacer algo por Jimin para recompensarle al menos una pequeña parte de lo que hasta ahora había hecho por ella.

— Quiero hacerlo, Unnie. Es mi forma de decir gracias y no te preocupes no me molesta que hayas nacido con bueno... Tú sabes — Siendo normal de ella se sonrojó al admitir que sabía el secreto de su Unnie.

Jimin tenía la boca rozando el piso y los ojos abiertos como plato. — Como mierda...

— A Valerie Unnie sin querer se le escapó mi primer día aquí, no te preocupes no es su culpa —Se apresuró a decir no queriendo meter en problemas a la chica.

— ¿No te molesta?

MinJeong negó la cabeza abultando sus labios por naturaleza acomodándose en el suelo, para poder curar la herida de Jimin.

— Para nada Unnie, es algo que es parte de ti, y naciste con el, yo la admiro tal cual y como es.

Jimin se conformó con esa respuesta sintiendo un calorcito en su pecho.

Sin decir nada más y aceptando aquello, Jimin se bajó los pantalones dejándolos en el suelo, MinJeong se sonrojó violentamente ante esta imagen y es que era imposible no notar el bulto que se marcaba en la tela de su bóxer. Ignorando esto la hizo sentarse en el sillón y comenzó con su labor.