Estos últimos días han sido de celebración, un día en casa de Ansu, otro en casa de Jordi y así con casi toda la plantilla. Me acuerdo de cómo es mi casa? No. Me acuerdo de cómo es la de Gavi y Pedri? No. Me acuerdo de mi madre? Tampoco.
Vamos que te pegas la vida rica.
Ojalá...
- Chicos.- dije entrando a la cocina.
- Buenos días.- dijeron ambos.
- Si, si, buenos días. Tenemos que ir a buscar a mi hermano.- dije apurada.
- Que hermano? - preguntó Pedri.
- Mi hermano pequeño. Tenéis que llevarme a casa porfavor. Está con mi madre y mi madre... Que me llevéis a casa porfavor! - me callé antes de decir cualquier cosa de la que me arrepentiría después.
Sin pensárselo mucho más y se pusieron las bambas.
No sabéis todo lo que estaba maquinando mi mente, pensando en mil cosas horribles que mi madre le podría haber hecho a mí hermano. La conozco y no le da pena ninguna que sea su hijo.
- Vamos contigo? - preguntó Gavi un tanto preocupado.
- No, gracias.
- No quiero dejarte solo con ella.- siguió insistiendo.
- Es mi madre.- dije mostrándole una sonrisa tranquilizadora.
Pero es una zorra.
Ya, pero eso ellos no lo pueden saber.
Con cierto nerviosismo subí y abrí con la llave que seguía guardado.
Oh no, otra vez no.
Mi peor pesadilla...
Los gemidos de mi madre.
Por dios seguro que se está tirando a otro tío más a cambio de dinero.
Y diréis "pero si es para cuidaros a vosotros porque lo criticas".
Ese es el problema, no es por nosotros, ni para comer, es para la puta droga.
- Eh, hola pequeñajo.- dije despeinando a mi hermano, el cual estaba en el suelo encogido y tapándose los oídos.
- Lara.- me dijo llorando.
- Mi pequeño.- dije soltando alguna que otra lagrimita mientras lo abrazaba.- Estás conmigo, ya nadie va a hacerte daño nunca más, te lo prometo.- dije todavía abrazándolo.
- Venga, nos vamos, tengo unos amigos muy guays que están esperándonos abajo.- le dije.
- Mamá? - me preguntó en su idioma de bebé mientras se quita una lagrimita de su mejilla.
- Solos tu y yo, como debería de haber sido siempre.- dije cogiéndole en brazos.
Solo habíamos podido coger algún que otro juguete ya que era muy arriesgado ir a la habitación de mi hermano a por todas sus cosas.
Es muy triste que un niño de 2 años esté pasando por lo que pasa mi hermano, solo espero poder darle una buena vida ahora que estará con nosotros y no con la loca a la que tengo como madre.
- Saluda a mis amigos Hugo.- dije ya dentro del coche.
Él movió la manita con vergüenza.
- Que tal enano? - dijo Gavi revolviéndole el pelo.
- Soy un niño grande.- dijo en su idioma de infante.
- Y que lo digas!
Los chicos me dijeron que en su casa tenían una habitación de más así que ahí podría quedarse mi hermano.

ESTÁS LEYENDO
Todo por el Barça - Pablo Gavi
LosoweEl Barça crea un grupo de baile. Esta idea ha sido de Lara, una universitaria cuyo sueño es trabajar en el mejor equipo del mundo, el Barça. AVISO! Esta historia tiene contenido +18!