Chapter 11: Capítulo 10

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Desclaimer: Fairy Tail no me pertenece, es propiedad de Hiro Mashima-sama n.n

Lo Que Una Vez Amé

Capítulo 10: ¡Primer Roce! No Termina Aquí.

Capítulo anterior:

-Es un antídoto

-¿Antídoto? Pero yo estoy bien.

-No recuerdas a Lucy. No estás bien. Te borraron la memoria con magia negra.

-¿Negra? ¿Quién?

-Una farsante -fui hacia a él y lo inyecté en el hombro. Él ahogó un grito y cayó dormido.

Presente: (Habían pasado ya cinco días)

Con Lucy

-¡Hey! ¡Min-chan! ¡Aquí tengo uno! -grité a lo lejos a Minerva que estaba más adelante amenazando a un hombre.

Nos encontrábamos en un bosque un poco lejos de la civilización, muy cerca de la ciudad donde se encuentra Sabertooth, ahora mi gremio. Sting, Rogue, Lector y Frosh hicieron misiones apartes ya que Jiemma me ordena que realice misiones de rango S con Minerva. Minerva y yo decidimos que también era buena idea traer con nosotras a Yukino. Nuestra misión actual consistía en tener una importante nota con información esencial sobre la Alianza Balam.

En estos cinco días hemos estado buscando el gremio oscuro que posee la carta, al fin lo encontramos. Mientras explorábamos con Minerva, Yukino y Virgo encontramos a unos de los magos oscuros y lo interrogamos. Él fue capaz de quitar la barrera que tenía su gremio para que no se encontrara y nos había dicho que esa carta estaba en una especie de caja, que se encontraba en la oficina de su maestro.

Destruimos accidentalmente el edificio y ahora solo la luz del sol sentíamos por nuestros cuerpos. Yukino y Virgo fueron en busca de la caja que debería encontrarse entre los escombros.

-¡Bien! -se acercó hacia mí con el hombre caminando frente a ella atemorizado y temblando, mirándome con ojos de ''ayúdame''

-Deberías dejar de amenazar y sólo átalo para que no se escape como los otros -dije con un gota y mirando al hombre que en su lugar se estaba haciendo bolita mientras Minerva emanaba una aura asesina.

-¡Lucy-sama! ¡Minerva-sama! -Yukino vino caminando hasta nosotras junto con Virgo.

-¿Encontraron la caja? -preguntó Minerva.

-¡Sí! -dijeron Virgo y Yukino mientras Virgo mostraba una cajita y lo abría. A medida que se iba abriendo, el hombre que estaba siendo amenazado por Minerva trató de huir, en cambio, él hombre a quién yo había atado se estaba forzando para escapar.

-No hay nada -dije. Vimos que la caja, estaba vacía y Minerva se puso furiosa, miró al hombre que iba corriendo o bien cojeando (ya que Minerva tortura a todas sus víctimas) y fue tras él. Le plantó una patada y lo derribó, el hombre empezó a lagrimear mientras, el que estaba junto a mí parecía estar sollozando.

Miré al muchacho que estaba cerca de mi pierna derecha y él devolvió la mirada con sus lágrimas cayendo.

-¿Cómo te llamas? -pregunté.

Los gritos desgarradores del pobre hombre que estaba siendo torturado se escuchaban mientras Minerva ardía de furia.

-¿Que importa? Ya nada tiene sentido -dijo entre sollozos. Me calmé a mí misma. No podía haber estado por casi una semana buscando a un gremio oscuro y luego que dijeran eso. Además, Jiemma no estaría contento con la respuesta.

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