Capítulo 1.

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¿Podría ser este uno de esos momentos en los que deseaba morir? Sí.

¿Me habían engañado sin pudor? Sí.

¿Era una tonta al pensar que por una vez iba a jugar limpio aquel tramposo? Sí.

Sí, sí, sí.

-¿Zoe?-Pregunta mi Jefe, Marshall, al otro lado de la línea.-¿Hola?

Hundo mi cabeza en la almohada para evitar soltar mil maldiciones e insolencias por aquel individuo. Cierro los ojos por una milésima de segundos e intento recobrar la postura, aun molesta.

-Sigo aquí.-Digo aclarándome la garganta y mirando hacia el techo.-Noah me dijo que se suspendió el viaje.-Repito mis palabras con un amargor en mi paladar al pronunciar su nombre.-Por eso no fui, creí que en verdad se había suspendido por el mal tiempo.

Escucho el largo suspiro que suelta Marshall al otro lado de la línea para después quedarse en silencio varios segundos.

-Coge el próximo vuelo, intentaré aplazar la reunión con los alemanes para mañana.-Dice con un aje de molestia en su tono de voz.-Intenta llegar para esta noche. Si no tendremos serios problemas, Jones.-Dice antes de dar por finalizada la llamada, escucho el sonido del teléfono con su suave pi pipi que anuncia que me ha colgado de verdad.

Está muy molesto, esta reunión era una de las más importantes en este año, yo lo sabía, terminé tan cansada ayer en la tarde que le pregunté al susodicho si seguía en pie la reunión y él me dijo que no, se aplazaba por el mal tiempo. Yo le creí, por una vez lo hice, jugó de la forma más sucia y miserable conmigo. Cojo la almohada de encima de la cama y la aviento contra el armario. Siento la rabia recorrerme por completo de pies a cabeza. Veo como Emma entra en mi habitación junto a una espátula situada en su mano derecha y con los ojos muy abiertos.

-¡Por todos los soles del mundo, Zoe!-Exclama asustada mientras se lleva su mano a la cadera.-¿Qué diablos ha pasado?-Pregunta acercándose a mí apresuradamente y poniendo una de sus manos en mi hombro.

Miro de nuevo hacia el techo intentando contener mis lágrimas.

-¡Me ha mentido!-Exclamo molesta recogiendo la almohada del suelo y la pongo de nuevo en su sitio. Ella me mira sin comprender a quién me refiero, así que suelto un sonido de molestia.-¡Noah! Me dijo que se cancelaba la reunión y el viaje.-Digo ofendida y molesta.-¡Pero es mentira! Ahora mismo están en Alemania.-Digo acercándome a ella y haciendo pucheros con mi boca.-¿Sabes dónde estoy yo? ¿Lo sabes?-Pregunto agarrándola de los hombros y zarandeándola suavemente.

-Estados unidos...-Dice más para ella que para mí, aun pensando.-¡Será cabrón! ¡Te ha mentido!-Me acusa con su dedo. Asiento con la cabeza y me río por no llorar.

-¡Por eso estaba tan amable contigo ayer, Zoe!-Dice Emma moviendo la espátula de un lado a otro.-Tienes que ir, si no creerá que de verdad que te ha vencido hoy.

-Sácame el próximo vuelo mientras me arreglo y pienso como matar a esa sucia sanguijuela.-Digo dándome la vuelta y buscar ropa en el armario junto a mi maleta. Escucho a Emma soltar una risotada mientras me dice; "Ahora mismo, hermana".

Una pequeña sonrisa surca por mi boca ante su respuesta, conozco a Emma desde que teníamos 9 años, siempre hemos estado juntas desde que nos conocimos, ha sido para mí como una hermana y mucho más.

Fuimos al mismo instituto, universidad y demás. ¡Hasta el mismo dentista! Somos como uña y carne a día de hoy aún.

Solo que en la universidad yo me decanté por Administración de empresas y ella Magisterio. Pero aun así nos apoyábamos la una a la otra y decidimos mudarnos juntas, ya que nos veíamos poco y la universidad nos pillaba bastante lejos. Nuestros padres estuvieron de acuerdo ante nuestras decisiones y también nos apoyaban incondicionalmente.

Cierro la maleta una vez está llenada y me dirijo a vestirme con unos pantalones vaqueros pegados, una camiseta de cuello alto negra, un chaleco blanco de pelito y mis botas negras de cuña. Me visualizo en el espejo y se me revuelve el estómago ante la mirada que me devuelvo en el espejo, quería ser suficiente para este trabajo, pero él lo estaba jodiendo todo. Veo mi cabello rubio, despeinado, mis ojeras de dos meses con apenas dormir, solo esta noche pude dormir como una bebé y todo por una gran mentira por parte de él. Mis ojos color miel me miran expectantes, desafiados y cansados. Expulso el aire por mi boca y empiezo a arreglarme el cabello en una cola larga de caballo, me maquillo lo justo y necesario. Una vez que estoy lista me dirijo hacia afuera y veo a Emma cocinar tortitas mientras tararea alguna canción, sonrío a mis adentros, se ve tan adorable como un peluche. Se da la vuelta y me mira de arriba a abajo con una sonrisa impecable en sus labios.

-Te voy a poner una cuantas tortitas para el viaje.-Me comenta mientras busca entre los armarios de la cocina algún tarro de plástico.-Así no pasarás hambre, además la comida de los aviones es malísima, Zoe.-Dice con una mueca de asco en su cara.

-Eres muy dramática, Emma.-Digo rondando los ojos y sentándome en uno de los asientos de la barra, veo como ella me pone una taza de chocolate ante mis ojos y siento mi boca salivar al instante.

-No soy dramática, soy realista.-Dice divertida ante mi cara.-Llévate paraguas, allá da lluvia en los próximos días.-Dice guiñándome el ojo mientras bebe de su chocolate y suelta un suspiro de satisfacción.

-Llevo dos de bolso por si acaso.-Sueno divertida.-No creo que tarde más de dos o tres días en llegar aquí.

Ella me mira preocupada, va a hablar, pero de pronto las palabras no salen de su boca. La miro expectante y ella, por fin, decide hablar.

-¿Qué piensas decirle a Noah?-Pregunta mientras remueve su chocolate caliente con la cuchara distraídamente.-No le des lo que quiere, él quiere que pierdas el control, pero no lo hagas.

Suelto una risa amarga e intento tranquilizarla.-Tranquila, seré buena, lo prometo.

Ella me mira con diversión por unos segundos y sé a la perfección que no me ha creído en nada. Sabe que no seré buena ni bien hablada delante de él. Ha jugado sucio, él sabía que si yo no asistía hoy perdería muchos puntos con mi jefe, seguro que se estará regodeando ahora mismo y yo mientras queriendo estamparle mi puño en su cara de dios griego.

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¡Primer capítuuuuuuloooooo! Ahhhhhhhhhhhhhhhhh me emocioné, lo siento.

¿Qué os ha parecido hasta ahora, caris? Muchas gracias por todo. Besos y abrazos<33









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