"Perfect Imperfection".

Capítulo 4.

Llegué aquí.

¿Qué hago aquí?

Aquí es extraño.

Un edificio blanco está frente a mi, entran y salen personas que se ven igual o peor que yo.

¿Será buena idea entrar?

—Sam..

Mamá me llamó. Su cabello estaba despeinado, igual que el mío, se veía más delgada de lo normal, pero aún así seguía mirándome con una sonrisa.

—Deberías entrar, pronto lloverá, ten, te traje un paraguas. —dijo sacando uno de abajo del asiento.

Lluvia..

Me recuerda tanto a..

—No, gracias, prefiero mojarme un poco.

—¿Estás seguro? No traes suéter, hace frio, ten el mio. —me tendió un suéter rojo con perlitas en el frente.

¿Cómo podría decirle que no?

A pesar de todo, seguía cuidándome.

—Gracias, mamá, te veo cuando esto acabe. —le dije dándome la vuelta.

Cuando esto acabe.

—Envíame un mensaje, vendré enseguida.

—Am, sí, hablando de eso. —dije rascando mi nuca.

—Sam, ¿donde esta tu teléfono?

—Pues, por ahí, tal vez.

—¿Lo perdiste? Dios, Sam, ¿cómo se te ocurre? Un teléfono es importante a la hora de comunicarnos, ¿cómo sabré donde estarás?

Tal vez ni yo lo sepa.

—Te prometo que lo arreglaré. —dije girándome hacia la derecha.

—Sam.. —me llamó otra vez.

—¿Sí?

Me señaló el lugar con la cabeza.

—Rayos, casi lo logro.

—Vamos, entra —dijo riendo.

Bethanny Becker.

—Llegamos.

—Estoy nerviosa.

Y cómo no estarlo, es mi primera vez en un lugar así. No sé qué decir, no sé qué hacer, no sé qué pensar. Es rehabilitación, ¿qué tal y alguno sabe leer la mente? Bueno, los psicólogos son algo asi, ¿no?

—Tu tranquila, te irá muy bien, solo.. trata de integrarte. —dijo mamá.

—Cuéntanos que hicieron, y si te sientes cómoda ahí. —siguió papá.

—Sí, esta bien, lo haré, ¿vendrán por mi luego?

—Estaremos trabajando, pero texteanos y vendremos enseguida.

—Claro, los veo luego, saluden a Beny de mi parte.

—Adiós, te amamos.

Yo igual..

•••

Antes de entrar, choqué contra alguien un poco más alto que yo, casi caigo al suelo, si no fuera porque me atrapó.

—Oh, Dios, lo lamento, no te ví. —dijo este ser desconocido.

—Descuida, no te preocupes, yo tampoco te ví.