Sam Stone.
Maldito 3 de diciembre.
Estoy en el hospital, en emergencias.
Algo demasiado terrible acaba de suceder.
FLASHBACK.
Unas horas antes...
—¡¡Sam!!
Ella es mi madre, Sydney, está llamándome porque tengo que llevar a mi hermanita, Sarah, al cumpleaños de su amiga.
Si, a mi mamá le encanta que nuestro nombre empieze con "S" como su nombre.
—¡¡Ya voy!! —grité.
Tomé mi chaqueta y bajé las escaleras hasta llegar a la sala de estar, donde está Sarah, con un vestido color Lila y un abrigo largo beige. Su cabello está suelto, dejando ver unos hermosos risos dorados.
—¿Estás lista, Sarita Zucarita?
—Ya estoy grande para que sigas llamándome así —cruzó sus brazos.
Auch. Solo tiene nueve años.
—Oye, sigues siendo pequeña para mi, ¿entiendes, Sarita Zucarita? —resalté su apodo.
—Aish, si entiendo.. —se quejó.
—¿Si entiendes qué?
Bufó—. Que si entiendo, Sami el Salami —hizo una pose y empezó a mover su pie rápidamente—. Apúrate que llegaré tarde.
—Tranquila, llegaremos bien, saluda a mamá y a papá antes de irnos.
—Claro, eso es obvio —fue junto con mis padres que estaban en los sofás—. Los amo mucho, les traeré un regalo cuando vuelva.
—Te vemos luego, cariño —dijo mi padre para luego echarme una mirada a mi— Me cuidas el auto, ¿ok?
—Eso tenlo por seguro, te lo traeré sano y salvo —reí.
—Adiós —canturreó ella antes de salir por la puerta.
—¿Necesitan que compre algo? Puedo aprovechar que saldré para aquellos lados —les dije.
—Tal vez un regalo para Lola, Sarah se pondrá triste si sabe que no le llevará nada —comentó mi madre.
—Exacto, estos niños de hoy se preocupan mucho por eso —la siguió mi padre, Mark.
—Okay, entonces un regalo, ¿algo más?
—No, nada más.
—Esta bien, nos vemos luego, adiós.
—Antes de irte, toma —Me dió una sombrilla— Está lloviendo.
—Gracias mamá, ahora vuelvo.
Me despedí y fui al auto donde ya se encontraba sentada Sarah de brazos cruzados y su frente ligeramente arrugada.
—¿Qué pasa?
—Tardaste mucho, siempre te quedas hablando cuando estamos apunto de salir, y por tu culpa me pongo de mal humor —habló enojada.
—Oye, ya sé que no te gusta llegar tarde, pero.. ¿sabes qué? Tengo una idea.
—¿Una idea? ¿Cuál? —preguntó cambiando su postura a una más relajada.
Sabía que funcionaría. No debe estresarse mucho, si eso pasa le agarra fiebre después de unos minutos. Raro ¿no?
—Iremos a comprarle un regalo a Lola, ¿sabes qué es lo que a ella le gusta?
ESTÁS LEYENDO
"Perfect Imperfection".
Romantizm"Sin importar que tan jodido esté todo, seguiré a tu lado, sin importar que tan enojado estés conmigo, sin importar que quiera alejarme de ti, sin importar nuestro dolor, sin importar las consecuencias, sin importar las circunstancias, sin importar...