II »A Million Dreams«

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"Cariño" Killian murmuró al entrar a la cocina, su cabello estaba completamente fuera de lugar y su rostro tenía marcas de haber tenido una conversación bastante profunda con la almohada "¿Qué haces despierta a esta hora?" preguntó mirando el reloj que indicaba que todavía era de madrugada

Lena miraba al rubio, un sentimiento cálido se instaló en su pecho, uno que no había dejado de sentir desde que se conocieron en uno de los ensayos para una obra de teatro.

Killian fue el primero en aceptarla, preguntando muy amablemente sobre el dispositivo que tenía en el brazo y su función.

El chico siempre fue atento con ella, le preguntaba constantemente sobre su dieta y se aseguraba de darle alimentos que pudiera comer (Lena simplemente decía que era comida empaquetada que traía una tabla nutricional al respaldo).

Tal vez esa fue una de las razones por las que Lena se enamoró tan rápido de Killian. Su sincera preocupación, su ansia por conocer todo sobre su estilo de vida, el cuidado que procuraba tener cuando la abrazaba para no presionar el quick-set que se ponía en la pierna o el abdomen.

Lena en ocasiones recordaba su infancia, ser una niña con diabetes en un mundo demasiado dulce había sido difícil pero con la ayuda de Lex y la dedicación de Lillian había logrado superar muchas de las dificultades que se le habían presentado.

Pero, a pesar de todo eso, ellos no pudieron ayudarla en sus relaciones amorosas. Hubo varios, claro está, que salieron corriendo apenas se enteraron que Lena tenía diabetes, otros la vieron como un reto, una especie de reto al 'tener que soportar la extrañeza de Lena' y luego llegó Killian.

Dulce, atento y bondadoso Killian.

El chico con el que Lena estaba segura que pasaría el resto de su vida.

"¿Lee?" Killian llamó la atención de Lena.

El rubio miraba con preocupación a la pelinegra, la chica se había quedado en su mundo por demasiado y eso solo ocurría cuando sus niveles de azúcar comenzaba a bajar.

"No es nada" respondió Lena "he estado pensando sobre el correo que llegó"

"¿Cuál?" preguntó Killian "¿El de Cat?"

Lena asintió y miró a Killian en la penumbra. Demasiados sentimientos se arremolinaban dentro de ella, todos sus sentimientos eran iguales a Killian: suaves, cálidos, únicos.

¿Has decidido algo?" Killian preguntó al tiempo que se acercaba a Lena y la abrazaba.

"Lo haré" respondió Lena, dejándose envolver en la calidez de Killian y devolviendo el abrazo "necesitaré unos días mientras dejó a L-Corp en buenas manos y ya después volveremos a la NCU"

"¿Alguna vez imaginaste que volveríamos a pisar la universidad?" Killian preguntó mientras se mecía junto con Lena.

"No lo imaginé pero debí suponer que en algún momento podría pasar" respondió Lena siguiendo el paso que marcaba Killian.

Algunas veces simplemente hacían eso; se mecían de un lado a otro, sin seguir un ritmo establecido y hablaban, podía ser de su día, de algo que vieron por el camino o, en ocasiones, optaban por no decir algo y solo vivir en el momento.

Esos momentos eran los que Lena más guardaba con fuerza. Cuando no eran CEO y Editor en Jefe, amigos de otras personas, personas con una responsabilidad social. Los momentos en los que podían ser sólo Killian y Lena son, en opinión de la pelinegra, los mejores momentos que podían vivir.

"Cat me envió la primera canción" Killian murmuró.

Lena dejó escapar un pequeño ruidito del fondo de su garganta. El rubio sabía que su novia le estaba dando toda la atención del mundo, no siempre necesitaban una respuesta verbal para saber que el otro le estaba escuchando.

The (last) Greatest Show [Supercorp Theather AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora