Un caballero para recordar

Capítulo 41 : Confesiones

Cuando salió el sol sobre el Reino de Vale el martes siguiente, un hombre ya se estaba preparando para comenzar el día.

El detective Joe Orion bostezó ruidosamente mientras se levantaba de la cama con el sonido de su despertador sonando en sus oídos. Caminando hacia la ventana, abrió las cortinas y miró hacia el horizonte del lugar al que llamaba hogar.

"Otro día en el paraíso." Murmuró, frotando el sueño de sus ojos. El resto de su rutina matutina era razonablemente simple y no le tomaba mucho tiempo completarla, pero siempre dedicaba un minuto para mirar a Vale cada mañana, para recordarse a sí mismo por qué seguía luchando por ello. A su manera.

Suspirando, el detective abrió su pergamino, había perdido mensajes. Uno de su ex Capitán en el Departamento de Policía de Vale, Flavus Westbrook, solicitando que Orion se comunique con él lo antes posible. Había una de Minnie preguntándole si iba a molestarse en llegar a tiempo hoy, y si quería que ella le llevara su café matutino y su pastel si iba a llegar tarde. Él respondió con un sí a eso. Siempre disfrutaba del café por la mañana antes de un duro día de trabajo.

Finalmente, había un mensaje de Caitlyn, probablemente era lo mismo que le había preguntado los últimos días, pero él respondería de todos modos, siempre tenía tiempo para su hermana después de todo.

'Hola Joe, sé que probablemente ya te he preguntado esto antes, pero ¿estás seguro de que estás bien? Después de Beacon ... por favor, solo envíame un mensaje de texto para asegurarte de que estás bien '.

El ataque de Grimm a Beacon había sido hace tres días, y Caitlyn también le había enviado un mensaje de texto los dos días anteriores, preguntándole continuamente si estaba bien sin importar cuántas veces le asegurara a su hermana que estaba bien. La mayoría de la gente se habría irritado por lo menos con el aluvión de mensajes, pero Joe sabía que esa era la forma en que su hermana se preocupaba por él. Era natural, lo había hecho cada vez que él había sido herido en el cumplimiento del deber cuando todavía estaba con la policía de Vale.

Joe simplemente sonrió levemente antes de redactar una respuesta, una vez más asegurándole a su hermana que estaba bien y que no tenía que preocuparse. Una vez hecho esto, se dirigió a la oficina para comenzar su jornada laboral.

Orion Investigations, la Agencia de Detectives Privados que había creado después de dejar la Policía de Vale, había sido una amable despedida de sus antiguos colegas y aún se mantenían en contacto. De hecho, la mayoría de sus casos fueron referencias que le trajo Flavus, quien estaba feliz de permitir que Orion y su personal le echaran una mano cuando sus oficiales lo necesitaran. Incluso permitiría que su ex oficial fuera el mentor de algunos de los novatos en las clases de entrenamiento, sintiendo que podrían beneficiarse de la amabilidad, el idealismo y la actitud estricta del veterano.

No tardó en llegar a su lugar de trabajo ... bueno, a su empresa, en realidad. Al entrar en el edificio, el investigador privado fue recibido con una taza de café caliente y una bolsa de pasteles que le arrojaron directamente a la cara, las manos que los sostenían pertenecían a Minerva 'Minnie' Marquise, su siempre confiable secretaria.

"Buenos días Minnie". El hombre saludó, con una sonrisa en su rostro como de costumbre. Echó un vistazo a la taza de café. "¿Es descafeinado?"