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Narra (N)
Sentí la luz del sol en mi cara, de apoco abrí mis ojos. Sentí el brazo de Rumi alrededor de mi cintura.
Anoche tuvimos una mini pelea si podría llamarse así.
Las dos estábamos algo apasionadas anoche, tuvimos una sesión de besos calientes pero a la mitad Rumi se tuvo que ir por qué el estúpido pajaro amarillo la necesitaba para el trabajo.
Me enoje un poco con Rumi, yo sabía que era su trabajo y era importante pero deseaba pasar tiempo con ella.
Llego a las 3 de la mañana a casa, ahí tuvimos la discusión, a pesar de eso dormirnos juntas igual.
Cada vez que nos peleamos siempre termina en sexo, pero está vez no fue así, simplemente dormimos y ya.
Mis ojos vieron a Rumi, ella todavía seguía durmiendo, a veces ella lucía hermosa durmiendo, se la veía tan tranquila.
Si soy sincera seguía algo caliente por los besos de anoche, lastima que Rumi se tuvo que ir.
Me sentía mojada solo de pensar en toda la ronda de sexo que podríamos haber tenido.
Mi mano bajo lentamente hacia mi ropa interior, hacia movimientos suaves hacia mi vulva tapada por mi ropa interior.
Di pequeños suspiros y me mordí el labio para que Rumi no escuchará.
Ya después de un rato de haber hecho movimiento hacia mi vulva me sentía exitada, necesitaba a Rumi.
Puse mi mano adentro de mi ropa interior y empecé a hacer movimientos lentos en mi vulva.
Me mordí más el labio, mis movimientos iban aumentando lentamente, cuando ya casi estaba en mi punto maximo siento como Rumi mueve su brazo y casi abre los ojos.
Me saque la mano de ahí abajo y me acosté y hice como si nada hubiera pasado.
–Buenos dias linda.
–Buenos dias Rumi.
Siento como Rumi se mueve cerca mío y me abraza, me da pequeños besos en la mejilla.
Yo todavía me sentía mojada y necesitaba llegar a ese punto maximo que casi alcanzaba.
-Perdon por lo de anoche linda, Hawks necesitaba ayuda con algo.
–Si, no te preocupes amor, está bien.
Auch sone algo fría.
–Tal vez te pueda compensar lo de anoche sabes.
Sus brazos están alrededor de mi cintura, mi necesidad de llegar a mi punto maximo lo sentía cada vez más.
-Sabes no soy tan tonta para no darme cuenta de que te estabas tocando linda...
Me dijo en un susurro cerca de mi oído, me sonroje tanto, yo pensé que no se iba a dar cuenta.
-Vamos linda, dime lo que necesitas.
Ya no podía ocultar mi exitacion, además, que más podía hacer?
-Rumi te necesito por favor.
Rumi se rió antes de empezar a besarme.
Sus labios me hacían falta, nuestros labios tenían una batalla para ver quién dominaba el beso. Obviamente la ganó Rumi.
Rumi bajo sus besos desde mi cuello hasta mis pechos. Me saco la remera que llevaba puesta y me dejó expuesta desde la cadera para arriba.
Rumi tomo uno de mis senos y empezó a juguetear con ese mientras besaba mi cuello.
De mi boca empezaron a salir suaves jadeo.
Rumi bajo sus besos hasta mi vientre, bajo mi ropa interior y vio lo que tanto deseaba.
-Mierda, ya estás tan mojada, justo como lo pensaba.
Antes de que yo pudiera decir algo paso su lengua por mi cavidad y solté un fuerte gemido.
Rumi movía su lengua rápida, no para de gemir, mi mano cayó en su cabello y lo tome, dándole algún tipo de seña de que no parará.
Me sentía más cerca del orgasmo, mis piernas apretaban la cabeza de Rumi mientras ella seguía moviendo su lengua.
-Rumi...me voy a...
En ese momento ella sabía que ya me acercaba a el y no paro con sus movimientos, arquee mi espalda y cerré los ojos mientras sentía esa sensación del climax.
Luego de unos minutos Rumi volvió a subir hacia mi y me beso apasionadamente mientras sus manos estaban en mi cintura.
Sabía que esto no iba a terminar así, mire como Rumi se acomodo entre mis piernas, subía una de mis piernas a su hombro mientras la otra quedaba a lado de su cintura.
Cuando terminó de acomodarnos bien Rumi empezó a moverse contra mi parte íntima.
La sensación era demasiado placentera, el sonido de nuestras vulvas tocándose se escuchaba en la habitación y se mezclaba con nuestros gemidos.
Las dos éramos un desastre, las dos disfrutábamos el momento.
Otra vez surgió la sensación del climax, sentí un nudo en mi estómago.
A los minutos llegamos al climax al mismo tiempo, rumi se separó de mi mientras yo me acostaba y recuperaba la respiración.
