Por fin viernes y aquí estoy, esperando a que sean las seis para verle, ¡que nervios!Llevo esperando este día toda la semana, hoy lo veo, al fin.
-¡Vamos ya! me dice mi madre.- Tienes que ayudarme a trasladar las cosas al trastero.
-Voy mamá.-Digo sin dejar de ver la pantalla del móvil.
Hugo lleva desde ayer sin conectarse y no me contesta, ¿que estará haciendo?
-Natalia, ¡Vamos! Un "voy" tuyo es una eternidad.
Mi madre a veces es demasiado plasta, pero como siempre, asiento y voy a ayudarla.
-Mamá, esta tarde voy a salir con mi amiga Michelle, ¿puedo?
-Si, pero a las nueve y media aquí.
-Vale. - Asiento y me dirijo a ayudarla.
De repente, bajando al trastero, mi teléfono suena. Es un mensaje, lo sé.
Dejo la enorme caja en el suelo y me dispongo a coger el teléfono móvil.
Es él, es Hugo.
"Luego nos vemos Rubia :)"
Se me para el corazón,y le contesto al segundo. Todavía no tengo claro lo que somos, es como una mezcla de amistad y tonteo que me encanta. Yo no quiero salir con nadie, pero me gusta, me gusta mucho, y no puedo evitarlo.
Nerviosa por que llegue las seis de la tarde y Michelle venga a recogerme, me intento poner lo mas bonita que pueda, bueno, prácticamente me intento poner normal, siempre voy hecha un asco vestida.
Mi amiga Michelle es la típica chica que te hace llorar y sonreír a la vez, es raro, pero ella lo consigue, sin ella nada seria igual, la quiero a mas no poder. Además si no llega a ser por ella, yo no podría salir hoy, porque ¿qué le digo a mi madre?: "Mamá,he quedado con el chico que me gusta". Preferiría tirarme por un puente antes de saber su reacción, creo que no le haría mucha gracia,además, si esta la plasta de mi hermana Sonia presente,puede que me quede sin salir todo el verano.
Sonia es mi hermana mayor. Estudia en la universidad y es la persona más plasta, al igual que mi madre, que podrías llegar a conocer. Luego está mi hermana pequeña, que me molesta de una forma distinta, siempre tengo que estar pagando sus platos rotos. Pero, aun así las quiero porque, al fin y al cabo, siempre están ahí.
Se va acercando la hora, llevo toda la tarde hablando con el, y no me canso. Podría pasarme horas hablando con él, lo cuál no me importaría.
Creo que él quiere salir conmigo, pero yo no estoy preparada para novios, nunca lo he estado. Nunca he tenido novio, y mis amigas han tenido mínimo dos, menos Michelle. Ella es como yo, reservada y enamoradiza. Hablando de Michelle... me acaba de mandar un mensaje:
"Ya voy para tu casa"
Así que mientras viene, me peino, y me pongo los zapatos.
Al escuchar el timbre, no dudo en avisar a mi familia que es para mí. Corro y le digo a Michelle que ya bajo.
-¡Hola Natalia!¿Estas nerviosa? -Me dice Michelle intentando reírse de mi. Es así, a veces me dan ganas de matarla.
-¡Si! Pero en verdad no se porqué, ya hemos quedado varias veces...
- ¡Pues porque estas enamorada, así de simple! -Me interrumpe
Qué exagerada es.
-No, no lo estoy, solo me gusta.
-Por algo se empieza.- Dice sin quitarle ojo a mi ropa.
-Si tu lo dices... He hablado con él hoy y me ha dicho que nos veríamos en la plaza de la esquina, él va a ir con sus amigos.
-De acuerdo, vamos.
Me sorprende la paciencia que tiene que tener esta chica conmigo, a veces soy insoportable. Y creo que acompañarme a ver al niño que me gusta no está entre sus tareas favoritas.
Después de 5 minutos debatiendo si estoy enamorada o no, cruzamos la esquina, y ahí esta, sentado en las gradas de la plaza del pueblo, ¡que mono es!
Me voy acercando. Lo miro. Me mira y me sonríe con su cálida sonrisa, y sus ojos color miel se achinan. Creo que sus ojos podrían considerarse una de las maravillas mas fuertes del mundo.
-Hola rubia - Dice sin dejar de sonreír.
-Hola tonto -Contesto rápidamente.
Aunque esté muriéndome por darle un abrazo, tengo que ser dura para que no piense que me tiene loquita.
¿A quién voy a engañar? Si desde que lo conocí siempre me ha encantado.
Miro a mi mejor amiga, que está a mi lado. Se que está incómoda, la conozco, así que intento darle conversación.
Casi sin darme cuenta, la tarde acaba. Llevo toda la tarde hablando con Hugo y riéndome a mas no poder.
Es único, no cabe duda.
Este verano va a ser el mejor de mi vida, tiene que serlo,porque pienso quedar con él todos los dias. Por ahora, mejor no puede ir.
De camino a mi casa, nos vamos juntos. Esto de que Hugo viva cerca de mi casa es genial.
No para de hacerme bromas y meterse conmigo, cosa que le hace ser tan agradable, o al menos a mí me lo parece.
A veces siento como si un huracán atrapase mi pecho cada vez que hablo con él, es una sensación que solo él consigue.
Hundida en mis pensamientos sobre que decir o que hacer, escucho que dice:
-No te enfades, sabes que en el fondo te quiero.
Mierda, ¿qué respondo?
-Si si, claro -Respondo con una sonrisa nerviosa.
Me mira y continúa.
-Si es que eres rubia. Sabes que es verdad, tonta.
No se si matarlo por lanzarme el estereotipo a la cara o decir cuanto me alegra oírle decir eso.
En cualquier caso me encanta.
-Adiós fea, hablamos luego.- Se despide. Asiento y me voy.
Al llegar a casa, antes de tocar, saco el móvil y miro la hora.
Las diez menos cuarto, joder. Cuando llegue, ¡mi madre se va a poner hecha una furia!
Toco al portero y me responde mi hermana pequeña Alessia.
-¿Quién es?
-Soy Natalia.Abreme.
Me abre y subo. Mi madre está hablando por teléfono con su amiga, menos mal, no se habrá dado cuenta de que he llegado tarde. Perfecto.
Me doy una ducha, ceno y luego voy a ver la televisión un rato.
La noche pasa y ya son casi las una, pero aunque tenga mucho sueño,estoy hablando con el, así que aguantare un rato más.
Mi madre,como siempre hace, me llama la atención y me dice que me vaya a la cama ya.
Me despido de Hugo y me voy.
-Buenas noches mi rubia, descansa, teq.
Esto es genial, él es genial. Le contesto y me voy a dormir.
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Rules
Teen FictionAunque me han gustado varios chicos a lo largo de mi vida, siempre me he considerado una chica muy reservada. No necesitaba tener el cariño de alguien constantemente. Pero, llega un momento en tu vida en el que sientes que te falta algo, o más bien...