ᨭ⋆ ࣪.Capítulo 04.

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—Buenos días, señor Taylor —saludó Caleb al llegar a la empresa y encontrarse con el alfa ojiazul en la entrada

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—Buenos días, señor Taylor —saludó Caleb al llegar a la empresa y encontrarse con el alfa ojiazul en la entrada.

El alfa lo miró de arriba a abajo, su expresión cambió de inmediato. Tomo el brazo del omega sin lastimarlo.

—¿Podrías ser tan amable de decirme porque tienes un parche en el cuello? —preguntó Noah, sonriendo sobriamente.

—Jefe, ¿No debería saberlo ya? —respondió Caleb.

El alfa se inclinó hacia el rostro del ojiverde.

—No, de hecho quiero saber cómo es que saliste está mañana, pero está no es manera de hablar con tu alfa —ni siquiera se preocupo por bajar el tono de su voz. Algunos empleados que pasaban por su lado, los miraron de reojo.

—Noah —Caleb quería matarlo.

—¿Sí, mi hermoso omega?

Noah fingió demencia a su alrededor, soltando el brazo del rizado.

Se escucharon varios jadeos.

—Vamonos —Caleb arrastró al ojiazul hasta la oficina de este ante la mirada de todos. —¡¿Qué crees que estás haciendo?!

Lo soltó casi empujándolo, mientras cerraba la puerta de un portazo.

—¡Yo debería preguntar eso! —contraataco el castaño.

Caleb se sintió pequeño frente al alfa.

—¿Y qué es lo que estoy haciendo yo?

La expresión de Noah era simplemente de frustración.

—Para empezar te vas sin decirme nada, escapas de mi casa, no contestas mis llamadas ni mensajes y ahora tapas mi marca con un puñetero parche.

Las manos del alfa se movían de un lugar a otro mientras intentaba expresar su molestia. Caleb podía sentirlo todo a través del lazo, desde la decepción de su alfa hasta su leve tristeza.

—Noah... —intentó calmarlo.

El alfa lo miro.

Caleb tuvo que pararse de puntillas para enrollar sus brazos alrededor del cuello de su alfa.

—Tenía trabajo pendiente y lo último que quería era molestarte —se excusó, besando los labios de su alfa.

Noah pareció volver a la vida.

Le sonrió, beso todos los extremos de su rostro, lo levantó y lo enrollo en su cuerpo mientras le decía lo mucho que lo amaba y le decía que el trabajo ya no era importante, mientras lo sentaba en su regazo.

—Alfa... —Caleb quería parar todos los mimos de Noah, no porque le incomodara, es más quería que se repitiera esa escena toda su vida.

El sentimiento de pánico en escena cada vez que veía a Noah, simplemente desaparecían.

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