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El día de su aniversario, Namjoon no esperó nada especial, Jungkook salió temprano ese día, murmurando sobre todo lo que debía hacer a lo largo de las horas. El omega decidió levantarse con él para desayunar juntos, deseando en su interior que el alfa le deseara un feliz aniversario, sin embargo, no pasó nada de eso. Por el contrario, Jungkook comió en diez minutos, fue a lavarse los dientes y salió con un fugaz beso de despedida. Namjoon volvió a la cama, bajoneado.

Decidió distraerse durante el resto del día ordenando la casa. Para tardar más de lo normal, acomodó las cosas del comedor de otra forma, girando el sofá, moviendo el mueble de la televisión, cambiando de lugar la alfombra. Al final, no le convenció para nada, y regresó todo a dónde estaba antes, pero al menos desperdició gran parte de la mañana en eso.

Pensó, entonces, que podría ir a almorzar con Jungkook. Si preparaba algo y lo llevaba, podrían comer incluso en la oficina.

Sacó su móvil y decidió enviarle un mensaje.

Namjoonie:

Kook

¿Estás muy ocupado?

Siempre enviaba mensajes, porque era mucho más rápido que llamarlo. Si estaba con demasiado trabajo, Jungkook tenía su móvil en silencio y casi nunca atendía llamadas por lo mismo.

Namjoon esperó con paciencia. Envió el mensaje a mediodía, así que decidió empezar a preparar la comida por si Jungkook contestaba pronto.

A las dos ya tenía todo listo. Su esposo todavía no contestaba.

Jungkookie:

Estoy corriendo.

¿Pasó algo?

Namjoon recibió el mensaje a las cuatro de la tarde. A esas alturas, ya había comido y guardado el resto de la comida.

Namjoonie:

Nada importante, ya lo arreglé.

Avísame a qué hora llegas, para tenerte la cena.

Jungkookie:

Lo siento, bebé, no llegaré a cenar.

Come y ve a la cama, no sé a qué hora llegaré.

Namjoon contestó con un emoji sonriente, sin obtener respuesta. Miró el regalo envuelto sobre la mesa con desánimo, suspirando por su propia estupidez. ¿Realmente esperaba algo más?

Encendió la televisión y se puso a ver una serie, queriendo distraerse a pesar de que sus pensamientos estaban en otra parte.

Él sabía que, cada vez que estaban a punto de debutar un nuevo grupo, o algunos idols tenían un comeback, o debían gestionar los programas en los que participarían sus actores y actrices, el trabajo que tenía la empresa era el doble que un día normal. No era la primera vez que Jungkook llegaba tan tarde a casa. Sin embargo, llevaba mucho tiempo con un horrible presentimiento de que su alfa le evitaba y estaba con otras personas.

A diferencia de él, Jungkook pasaba la mayor parte del día rodeado de mucha gente, por lo mismo, solía llegar con su aroma disperso y mezclado con otros olores. Cuando Namjoon lo besaba o abrazaba, podía sentir con más fuerza un aroma a lavanda, característico de omegas.

¿Le estaría engañando con alguien de la empresa o sería un omega externo a ella? Probablemente lo último, si fuera con alguien de su lugar de trabajo, ya lo sabría. Muchos compañeros de Jungkook eran unos chismosos. ¿Se acostaría con ese omega? ¿O sólo serían un par de besos? Qué aburrido era si sólo se besaran, Namjoon apostaba por lo primero. Se acostaban y luego Jungkook se duchaba para eliminar el aroma de él, aunque siempre quedaban restos. ¿Y qué tal si lo seguía un día? No, eso sería demasiado obsesivo y terminaría haciéndose mucho daño si lo veía frente a él.

Bloom - KooknamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora