5. La llegada

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Seokjin estuvo pensando todo el camino al reino Night, cómo debía actuar cuando viera a la reina y a Namjoon, ¿éstaría muy triste? Obviamente, Jin sabía lo unidos que eran todos, debían estar destrozados.

No se habían vuelto a ver desde el incidente hace seis años, y se habían dejado de comunicar hace cinco. Se dio cuenta de que ya no sabía nada, las personas pueden cambiar mucho en seis años, él lo había hecho. Ya no era el mismo niño que Namjoon vio irse esa noche después de su cumpleaños. Aprendió muchas cosas nuevas, entre ellas el controlar sus emociones e impulsos.

Igual, Seokjin estaba molesto. Le molestaba que su primer contacto con Namjoon en años haya sido de esa forma, ya que ni siquiera fue él quien envió la carta, sino su madre. Trataba de mostrar comprensión, pero era difícil. Cinco años se mantuvo en espera de recibir algo de su amigo, una carta, un mensaje que dijera que seguía vivo, y que le extrañaba. O siquiera que le importara.

- Wow, el lugar es hermoso - mencionó Jisoo viendo a través de la pequeña ventana del carruaje, estaban entrando al territorio de Night y los primeros avistamientos de civilizaciones ya se veían.

- Es tu primera vez aquí, cierto? - preguntó Jin, su hermana asintió. Recordaba la primera vez que visitó el reino de Namjoon, igual estaba asombrado de lo bonito que era.

Y guardaron silencio el resto del viaje.

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Namjoon estaba preocupado. Su madre había invitado a la familia real de Moon a quedarse unos días a compartir el luto, con la excusa de que pronto las familias se unirían el día de su boda. Hace muchos años dejó el hábito de morderse la punta de las uñas, pero en ese momento sintió que si no lo hacía se arrancaría el pelo del estrés.

Y es mejor un príncipe sin uñas, que un príncipe calvo.

La hora en la qué supuestamente llegarían estaba a la vuelta de la esquina. A donde sea que volteara veía a los sirvientes dar muchas vueltas limpiando y arreglando el de por sí ya perfecto castillo, para recibir a los invitados. Trataba de respirar para calmar los nervios, cosa que no se logró. Su madre bajó de su alcoba, con un diferente vestido del mismo color.

- Informantes dicen que ya cruzaron el la entrada a la ciudad, estarán aquí en cuestión de minutos. El cochero debe ser rápido - comentó su madre tomando a su hijo del hombro en un signo de apoyo, notó que estaba nervioso, aunque no por lo que ella creía.

La reina no sabía que los príncipes no tenían contacto desde hace tanto tiempo, ella seguía con la idea de que eran muy buenos amigos y se mandaban cartas cada ciertas semanas.

- Hace mucho que no viene el príncipe Seokjin. Siempre que te pedía que lo invitaras me decías que estaba muy ocupado. - dijo su madre en un tono triste.

- Él es un príncipe, madre. Tiene deberes, como yo - le explicó, mordía su labio interno cuando mentía, no quería admitir a su madre que nunca pasaba ese mensaje de invitarlos.

Ambos hablaron un para matar el tiempo, Namjoon quería alegrar a su madre lo más que pudiera, pero su rostro reflejaba tristeza pura a pesar de que sonreía. Su corazón dolía.

- Majestades, han llegado - se acercó un sirviente a decirle a su madre, y lo poco que se habia logrado calmar, se fue a la basura.

Ambos se acercaron a la entrada del castillo para recibir a la familia de Moon. Las enormes puertas se abrieron dejando ver un carruaje de color azul característico de la familia real. Namjoon sentía sus manos sudar y las limpiaba en su pantalón disimuladamente.

Un sirviente se acercó a la puerta del carruaje y al abrirlo el corazón de Namjoon se detuvo un momento, miedoso de a quien vería después de tantos años. Pero volvió a la normalidad rápidamente al ver a Jisoo bajar primero, sintió alivio y ¿un poco de decepción?

Mi Rey (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora