Isbanky no creyó posible poder caer más bajo al pretender ser gay para conseguir estar rodeado de hermosas chicas, siendo la envidia de sus compañeros en el campus.
Aunque el mal karma acumulado tras sus años siendo un sucio pervertido, buscó la man...
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Mos se dejó caer exhausto sobre el alfombrado piso de la habitación de su novio
La estrategia de su suegro había cambiado de camino a casa de su ex-esposa, convirtiéndola en un plan aún peor
-Yo voy a distraerla mientras escalas por la rejilla, hasta la habitación de Isbanky y tomas sus cosas- comentó frente al gesto espantado de su yerno- no me veas así, sólo has lo que te digo
Mos creyó que no había un peor planificador que su novio, pero por lo visto estaba muy equivocado
Tal vez era un mal de familia, o algo así
Se acercó rápidamente hasta un mueble tomando los viejos bolsos que Isbanky había asegurado estaban allí, notando que no había exagerado al describir lo viejos y destruidos que lucían
Metió cuanto encontró allí, no sólo las cosas que Isbanky pidió, asegurándose de no dejar ningún artículo perteneciente a su novio en ese lugar
Notando que no había manera en el mundo en que pudiera salir de esa casa con 4 bolsos y sin ser visto
Escaneó con la mirada la habitación, oyendo de fondo los gritos histéricos de su suegra, increpando a su suegro
Esa era una casa de locos, hasta cierto punto le hacía sentir mucho más tranquilo el saber que Isbanky había escapado de aquel lugar, y estuviera viviendo con alguien mucho más calmado y comprensivo, como había resultado ser Ta
Su mirada paseó por la paredes vacías y los muebles desocupados, parecía una clásica habitación de alquiler
Probablemente esa utilidad le daría la mujer, ahora que su hijo no estaba
Se detuvo abruptamente observando directamente hacia la ventana, cruzando su mirada con la de Tong Thakoonauttaya, quien sostenía un cuaderno entre sus manos
Su mandíbula se tensó notoriamente al verle, ni siquiera estaba enterado de que la habitación de Isbanky estuviera frente a la suya, pero por lo visto así era
Los gritos no cesaban, y por lo visto habían llamado la atención de Tong, ya que se acercó hasta la ventana intentando observar el espectáculo que estaban montando sus vecinos
Mos por su parte, entre cruzó los bolsos sobre sus hombros abriendo la puerta de la habitación, esperando colarse por el jardín de atrás, escuchando la puerta principal cerrarse abruptamente
Todo tipo de pigmentación escapó de su rostro, al oír el timbre de la casa resonar con insistencia, sabiendo que la mujer pretendía no atender a su ex-esposo
Su mirada nuevamente buscó la de Tong, notando que el tipo había abierto su ventana, mientras le observaba con un semblante neutro
