Headcanon de las parejitas y huevos del QSMP
Oneshort cortos de lo que se me va ocurriendo.
Y tambien hago pedidos
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-El fondo e logo de la portada NO es mío, todo realizado con Canva.
-Todo tipo de Ship's. (Con temática)
-Historias de gr...
Temática:Fuerte, contenido sensible, se recomienda discreción.
Duración:Corta/Media
Importante: No me disgusta la idea de que los huevos sean humanos, de hecho capaz haga alguna historia asi, no obtante por ahora seran huevos.
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El dulce sol de la tarde adornaba aquella vivienda, en el patio de esta se encontraba un pequeño huevo, hechado en el calido pasto justo debajo de los rayos del sol. Era algo pequeño para su talla, tenia unas patitas escamosas saliendo del cascarón por la parte de abajo de este, de un color carbón, y unas garras blancas que lucían algo filosas, junto a una cola del mismo color y textura. Pero lo mas curioso de este era su pelo enrulado castaño, escapandose por debajo de su gorro de lana, era una hermosa dragoncita joven. Tocaba su flauta una y otra vez, haciendo una linda música suave, que combinaba perfectamente con aquel habiente, algunos niños creerían que el sol era muy molesto para estar justo debajo, pero ella lo adoraba.
Los bebés de dragón requerian del calor para desarrollarse, normalmente; las mamás y/o papás dragón usaban su propio aliento de fuego para sobrecalentar el huevo y hacer un desarrollo más rápido y bueno, haciendo que el bebé nazca casi al instante.
Pero, en una circuntancia como esta, no habia mucho que no sea el calor del sol como un recurso. Asi que no tenia prisa, su padre estaba adentro de casa con un "Viejo amigo" aunque esta ultima no sabia realmente que estaban haciendo allí.
Pasaron los minutos y sintió un gruñido, al buscar la causa de este, noto que era su propio estómago, pidiendo comida, aparte de ello, de tanto tocar la flauta su boca estaba algo seca. Todo rondaba a una sola cosa, ¡Ya era hora de comer!
Se levantó con tranquilidad y guardó su flauta. Empezó a caminar hacia la casa sin prisa y abrió la puerta con la cola, su padre era atento y le habia dejado una cuerda que colgaba del picaporte hasta su altura, con solo jalarla con la cola la puerta se abriría! Una vez abierta, ingresó, y de la misma manera cerró la puerta.
Caminó por el pasillo y escuchó un sonido extraño, como el jalar de un gatillo, que no funcionaba. Se le hizo extraño, ¿Qué sonaba así? Apresuró la marcha y ¡¡BANG!! Un sonido estruendoso resonó en el comedor, habitación al final de aquel pasillo, que hizo saltar del susto a la pequeña huevita, exaltada por aquello, corrió a ver.
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