Capítulo II

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Cuando el carruaje se detuvo, Taehyung entró dispuesto a ir a su habitación cuando su hermana lo interceptó en el inicio de la escalera, tomandolo por la muñeca.

— No confío en ese hombre, ni siquiera sabemos si es bueno en lo que hace.

— Yo creo que sí, vi a varias personas encantadas con su trabajo.

Taehyung tomó las manos de su hermana, tratando de transmitirle confianza, pero fue soltado bruscamente cuando terminó de hablar.

— ¿Tú ya lo conocías?

El tono de voz de EunByeol sonó irritado y a la vez sorprendido.

—YoHan me comentó que es nuevo en la ciudad y que le hizo un traje. Le quedó muy bien a decir verdad.

— Igual, eso es cosa de mujeres y donceles. ¿Un hombre haciendo vestidos? Ja, es ridículo. Si no tengo mi vestido, haré que saquen a ese raro hombre de nuestra ciudad.

— EunByeol, basta.

El gesto cansado de Taehyung era notorio, su hermana parecía que nunca iba a entender sobre respeto básico.

— Es que no puedo creer que en serio lo estás defendiendo.

— No lo estoy defendiendo, te estoy pidiendo que te comportes. Y cómo escuchaste él va a venir a ver el tema del pago y ojalá aún quiera hacerte ese vestido, porque con el escándalo que le armaste estoy seguro que tal vez ya ni quiera.

Taehyung se sentía frustrado, tanto tiempo había tenido que pasar para tener una excusa para conocer al pelirrojo, pero la actitud de su hermana prácticamente había estropeado el plan.

— No hay problema, le pagamos un poco más a la costurera de siempre y que ella se encargue.

— Ya dije lo que se va a hacer. EunByeol, debes bajarle a esos prejuicios tuyos.

— No son prejuicios, son la realidad.

Los ojos de Taehyung se pusieron en blanco.

— No quiero más berrinches. Así que si sigues en ese plan, preferiría que te mantuvieras estudiando en tu alcoba cuando el joven Min venga.

EunByeol mantuvo su postura a la defensiva.

— ¿Me estás echando? ¿De mi propia casa?

— Por favor, basta. Aparte perdiste tus clases por estar buscando un costurero así que ve y repasa algo, no sé, pero no te quiero presente si no vas a mejorar esa actitud.

Sin decir nada, EunByeol paso por el lado de su hermano yendo directo a su habitación, tirando la puerta, demostrando estar realmente molesta, cosa que no paso por alto por Taehyung, pero le traía sin cuidado. No supo en que momento su hermana cambió tanto, antes era muy amable, pero desde que empezó a ser invitada a fiestas de té con otras jovencitas y donceles de la alta sociedad, su forma de ver a las personas menos afortunadas fue empeorando.

— ¿Qué voy hacer con esta niña?

— Si me lo permite, duque Kim, yo creo que la señorita solo está estresada.

Taehyung miró a la mujer que estaba encargada de las necesidades de EunByeol y ante lo dicho negó.

— No es excusa para comportarse de ese modo por algo le enseñé valores, pero parece que fue tiempo desperdiciado.

Un suspiro abandonó los labios del hombre ante el estrés que su hermana adolescente le provocaba. Ser el padre de su hermana era un trabajo pesado y era triste darse cuenta que no se esmeró lo suficiente ya que el resultado no era el mejor.

𝐄𝐥 𝐃𝐨𝐧𝐜𝐞𝐥 𝐃𝐞𝐥 𝐃𝐮𝐪𝐮𝐞 | 𝐓𝐚𝐞𝐆𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora