Recuerdo perfectamente el dia en que te conoci, soleado y muy agradable a mi parecer.Es algo genuino y tú... una maravillosa persona.
Si, hablo de ti Cristopher eramos tan jovenes en ese entonces, unos adolescentes de 13 y 14 años. Tal vez algo inmaduros pero con muchos sueños, metas, planes y entre esos planes no era enamorarnos me atrevo a decir que ni conocernos.
Pero el destino tenía preparada su jugada con nosotros y vaya que le salió muy bien.
Eres alguien muy importante para mi, nunca me arrepentire de haberte dicho mi nombre, de estar contigo y se que tú tampoco te arrepientes de dejarme formar parte de tu vida.
Gracias por tus besos y caricias, me tratabas con tanta dulzura y delicadeza como si fuera una muñeca de porcelana, me hacías sentir tan especial y plena.
- Nunca dejaré de amarte.
Sentía como las lágrimas bajaban sin cesar por mis mejillas, no soportaba verte en esa cama conectado a máquinas que sólo hacia hacen ruidos miserables.
Es cierto han pasado 7 años, el recorrido fue placentero pero al parecer llegamos hasta aquí.
¿o no?