One shot...
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Estoy atrapado en una rutina agotadora, trabajando sin descanso para pagar mis deudas. Cada centavo que gano desaparece rápidamente sin darme la oportunidad de disfrutar de nada.
Sin embargo, tengo un sueño que me consume:...
Sentado con las piernas cruzadas, Jungkook disfrutaba de su recién preparada margarita mientras contemplaba los impresionantes paisajes de la playa de Amalfi.
Se deleitaba con la hermosa mañana que este nuevo destino le ofrecía, respirando el aire fresco y absorbiendo el ambiente de uno de los muchos lugares que su apuesto esposo, el castaño de ojos encantadores, había mencionado durante su matrimonio, luna de miel, mudanzas o días de vacaciones, donde solían visitar la Isla de Jeju y repetir los mismos paisajes, hoteles y bebidas, lo cual había comenzado a volverse monótono y Taehyung parecía estar cansado de ello.
Por esa razón, una noche, Jungkook decidió seguir al pie de la letra la lista de lugares por visitar que Taehyung había anhelado tanto.
A la mañana siguiente, se apresuró a la empresa para hablar con su hermano mayor y dejarle a su cargo la empresa por algunos meses. Sabía que su hermano haría un gran trabajo, pero aún así quería asegurarse de que todo estuviera en buenas manos. Por esa razón, ascendió a Min Yoongi a un puesto de mayor responsabilidad y colocó su escritorio en la misma oficina que la de su hermano.
Yoongi pasaría a ser sus ojos, oídos y voz en la empresa.
Después de haber organizado todo en la empresa, Jungkook regresó a casa y buscó a Taehyung por todas partes para darle la magnífica noticia. Sin embargo, fue sorprendido cuando salió de su habitación y encontró a Taehyung vestido con un traje de baño, sombrero de paja, gafas oscuras y con rayas de bloqueador solar en sus mejillas.
Se miraron el uno al otro, hasta que Taehyung sonrió y habló con entusiasmo.
—Ya sé a dónde iremos, mi amor... Recuerdo todos los detalles de esa lista a la perfección.
Devolviendo la sonrisa, Jungkook se acercó lentamente, anhelando depositar un beso cariñoso en los labios de Taehyung y hacerle saber que su mayor deseo se haría realidad.
—Oh, sí... entonces, ¿podrías decirme cuál será nuestro primer destino? —preguntó Jungkook mientras rodeaba la cadera de Taehyung con sus manos, sintiendo su perfil muy cerca del suyo, lo que lo hacía perder cada vez más la compostura al no poder besarlo aún.
—Hawái será nuestro primer destino, mi amor —respondió Taehyung, siendo el primero en besar a Jungkook y sintiendo cómo el agarre del pelinegro se intensificaba, llenándolos de emoción y haciendo que ambos terminaran en la cama, con las maletas esparcidas por el suelo.
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Cuando terminaron su visita a Hawái después de tres días, nuevamente se encontraban en el aeropuerto para elegir su segundo destino.
Esta vez, era completamente diferente a lo que habían experimentado antes, pero tradicional para cualquier viajero, amante de películas románticas o simplemente romántico.
—¿Puedo saber por qué te morías de ganas de que las vacaciones en Hawái terminaran? —preguntó Jungkook, sentado en una de las sillas del aeropuerto, luciendo un sombrero hawaiano, una colorida camisa de mangas cortas con estampado de palmeras, bermudas verde oliva y zapatillas negras. Observaba cómo Taehyung, que estaba frente a él, movía sus dedos con prisa mientras compraba los boletos para el próximo vuelo.
