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"Utilízalo, eso es lo único que te pido hijo. Se bueno y haz lo que mamá te ordena ¿Si?" Esas palabras nunca abandonaron su mente, el siempre fue encontrá de las reglas, fue el hijo caótico el problemático el que era incorregible.
Sin embargo por esa vez obedeció y siguió las órdenes de su madre ¿Porque? Sencillo, seguía siendo un joven , uno que siempre atesoró el cariño y atención de su madre. No importaban los años él siempre quiso la aprobación de Alicent, sin embargo ese juego lo llevó a una terrible confusión.
El joven perfecto, honesto, bondadoso y caballeroso de Jacaerys Velaryon lo hizo dudar, por primera vez dejo aún lado su personalidad tan irritante, divertida y elocuente porque con Jace podía ser el mismo, sin defensas , se mostró ante su sobrino tal y como era, sin embargo no sabía que hacer.
Su madre, su lealtad a ella, sus hermanos su abuelo o Jacaerys Velaryon. Parecía fácil, una decisión sencilla pero no lo era , su razón decía una cosa y su corazón por fin había decidido hablar y quería ser escuchado.
No podía traicionar a Jace, aquel joven le había dado todo sin pedirlo, le dió aquello por lo que rogó por años con su propia familia, confianza, le dio atención. Lo escuchaba sin criticar , ponía atención a todo , en muy poco tiempo Jacaerys sabía que cosas le gustaban , que comía y que no, el Velaryon se había vuelto importante para el.
Sin embargo su familia seguía siendo primero... O eso creía pero cuando Jacaerys silenció sus miedos aquél día todo cambió.
El primer beso que compartieron lo hizo temblar, estaba nervioso porque si , si había besado a chicas y chicos muchas veces, pero el toqué de Jace lo hizo sentir vulnerable, ansioso, podía sentir su corazón latir tanto que parecía salir de su pecho, sus manos sudaban y a pesar de eso acepto los labios de Jacaerys, gustoso se dejó llevar.
La primera noche que pasaron juntos quedó tatuada en su memoria, sin duda cada encuentro con Jacaerys era digno de ser enmarcado en sus recuerdos. Le quería, sin embargo ese amor , ese sentimiento no podía ser , porque pesé a todo seguía siendo leal a su madre.
Eso lo llevo a la confrontación con Jacaerys, le dolía mentirle, aparentar y usar esa máscara que utilizaba con todos y que ahora tenía que utilizar con el joven.
— A ti no te gustan las reglas, las detestas.— lo conocía tan bien, y él también. Podía identificar el dolor en la voz de su joven sobrino.
— Es verdad...— desvío la mirada no quería verlo , no quería verla decepción en sus ojos, no en el.— Pero es mi deber, entiéndelo por favor Jace.
— No— fue rotundo, estaba enojado.— Iniciarás una guerra y lamentablemente estamos en lados distintos. Aegon — ahí estaba, su nombre, le gustaba cuando Jacaerys lo llamaba por su nombre— La próxima vez que nos veamos estaremos en un enfrentamiento inevitable.
— Lo sé... Jace yo...
— Lo sé, yo también, entiendo que así son las cosas, nos vemos tío — lo vio dar la vuelta y salir, sabía que la próxima vez que lo viera sería para matarse el uno al otro.
