A Pervert's World- VOLUMEN 1

Capítulo 147 Dorothea cumple su parte del trato

Ryu vio a Sophia levantarse y irse a su habitación. La niña había llorado durante una hora entera en el pecho de Dorothea, y solo se fue una vez que agotó sus lágrimas. "Déjala ser. Ella lo superaría. Solo dale algo de tiempo". Ryu comentó. Dorothea asintió antes de volverse hacia él "¿Puedo acostarme en tu regazo, pequeño Ryu?" No tuvo ningún problema con su solicitud. Ella se acercó a él y colocó su cabeza sobre su muslo y se tumbó en el suelo frío. Ella no dijo nada, solo siguió mirando al techo. Después de un rato vio que sus ojos se humedecían, pero ella no lloró, solo se fue rodando por su rostro.

Ryu odiaba este tipo de situaciones. Todo lo que quería era divertirse con mujeres que nunca podría hacer en su vida anterior. Pero una vez más se encontró envuelto en circunstancias difíciles. Tendrá que tomar algunas medidas drásticas, eso era seguro. Porque podía sentir todo el aura deprimente construir alrededor de Dorothea de nuevo. Ella necesita ser sacada de este lugar. De lo contrario, estaba segura de tomar algunas medidas extremas. Él le arregló el cabello antes de besarle la frente. Su dolor se irradiaba hacia él. Después de media hora, Ryu notó que Dorothea se había quedado dormida. Suavemente se levantó, haciendo todo lo posible para no despertarla. Recogiéndola en sus brazos, la llevó a su habitación antes de tirar de ella en las sábanas. A continuación, también necesita ver a Sophia.

Ryu llegó a su habitación, pero decidió no golpear, cuando escuchó sus llantos bajos. Invitándose a entrar, la encontró sentada en su cama con la cabeza sobre las rodillas. Rápidamente se acercó a ella y se sentó a su lado. "Está bien, Sophia. Todavía tienes al maestro Lyod contigo y luego nos tienes a todos como tus amigos, ¿no?" Había visto lo cerca que se había vuelto de la pandilla. Ahora no sentía mucha distancia entre ella y los demás, tomando la iniciativa de intervenir en su conversación e incluso bromeando con ellos a veces.

Sophia levantó la cabeza y Ryu sintió un tinte de dolor en su corazón. Esta chica había estado enfrentando tragedias tras tragedias toda su vida. Primero, su destino le arrebató a sus verdaderos padres. Luego murió su madre adoptiva. Luego, una familia a la que estaba cerca fue destruida así. La atrajo para darle un abrazo y le frotó la espalda. Justo entonces Ryu recordó la frase de su memoria, hablada por el demonio. "¿Realmente se arrepintió de no haber podido besarme? ¿Me imaginé todo eso?' No estaba realmente seguro de ello, pero este no era el momento para dudar. Siempre había sabido que este momento llegaría.

De repente, Sophia sintió que Ryu sostenía su cabeza entre ambas manos. Ella no tuvo tiempo de responder cuando él presionó sus labios sobre los de ella y la besó con fuerza. Ella se cansó de resistirlo en vano, pero él mantuvo su agarre. Incapaz de sacarlo de ella, lo dejó continuar. El niño metió sus suaves labios en su boca y comenzó a chuparlos. No estaba segura de por qué, pero su dolor parecía haberse reducido bastante. Terminaría su beso por un tiempo, llenaría sus pulmones de aire y comenzaría de nuevo. Solo durante su cuarto beso Sophia se chupó los labios de manera proactiva. Uno tras otro, ambos se metieron la lengua en la boca, dejándolos vagar y disfrutar del sabor de la dulce saliva del otro.

Continuó durante muchos minutos cuando Ryu sintió las manos de Sophia en su miembro dormido. Ella lo sacó de sus pantalones y lo agarró con ambas manos. Ella rompió el beso y su mirada bajó. Ryu vio lo roja que se había vuelto su rostro. "Ryu.. Por favor, que me jodan. Hazlo duro. Quiero olvidarme de todo". Ella quería ahogar sus penas en los placeres carnales. Él asintió y dejó que su polla se excitara por su constante roce. La obligó a sentarse en la cama y se puso encima de ella. Ambos se quitaron apresuradamente la ropa antes de besarse. La polla de Ryu encontró su camino hacia su túnel y él la empujó toda de una sola estocada. "Ahhhhh ... Mhhhhhh.... Agggghhhhh ..." Durante toda la noche, ninguno de los residentes, excepto Dorotea, pudo dormir debido a los fuertes gemidos que provenían de la habitación de Sofía.