Fics de Naruto (Volumen 2)

Summoner of the League - Invocador de la Liga (1 hasta 23)

Capítulo 1

KG: Yo... yo... Umm... puedo explicarlo.

Esposa: (¡Mirada!)

KG: ¡Lo prometo chicos! ¡Puedo explicar todo esto!

Público: (¡EL DESLUMBRAMIENTO!)

KG: Sí, no se trata de Plumas dispersas o Destinos fusionados, pero puedo...

Ambos: (¡EL DESLUMBRAMIENTO!)

KG: ¡J-Déjame explicarte!

Esposa: Mátalo.

Público: ¡CARGA!

KG: Oh no.

Música del mes: Stay Alive de José González.

Cita: "Nunca te rindas y ten confianza en lo que haces. Puede haber momentos difíciles, pero las dificultades a las que te enfrentas te harán más decidido a lograr tus objetivos y ganar contra viento y marea", por Marta .

Un joven Uzumaki Naruto nunca entendió por qué la gente lo ignoraba. En realidad, nunca entendió por qué la gente nunca le dio la hora del día. Después de todo, él era como cualquier otro huérfano en el orfanato... o al menos trató de serlo. Seguro que los hombres y mujeres que trabajaban para el orfanato le proporcionaban necesidades generales como una cama, comida, agua, ropa y una ducha, pero todo lo demás era un gran lujo. Cada vez que Naruto intentaba jugar con otros niños, los padres lo excluían llevándose a sus hijos o obligándolo a alejarse. A los cuidadores tampoco parecía gustarles que anduviera con los niños huérfanos. Mucho de esto debe haber llegado a la mente de los niños de su edad. Tal vez no debería decirlo todo, pero la mayoría de los niños con los que interactuaba lo despreciaban esencialmente. Naruto no estaba particularmente sorprendido cuando pensó en ello. Seguro que el rechazo dolió, pero Naruto supuso que era mejor ser rechazado por los niños que ser insultado por los adultos. Oh, sí, Naruto tampoco entendía particularmente esa lógica, pero ayudó cuando fue necesario.

Tal vez ahora, al mirarlo, Naruto debería haber agradecido todo este conflicto que le había causado. Si no se le hubiera dejado hacer las cosas por su cuenta, no habría descubierto algunas de las otras alegrías simples de la vida... como leer. Bien, ahora Naruto sería real aquí. Al principio odiaba leer. Lo aburría infinitamente, cosas como la poesía o las historias cursis de niños felices, pero una vez rebuscó en un bote de basura al azar y encontró un pequeño libro. Ese libro había cambiado su vida. La trama que sigue a un héroe probado y verdadero que burló a sus enemigos fue increíble para los ojos de Naruto. Su imaginación lo llevó a lugares mientras se imaginaba a sí mismo burlando a los padres e hijos de Konohagakure no Sato mientras se reía desde lejos.

Quizás eso fue lo que hizo que Naruto se involucrara tanto en cosas que tenían que ver con tácticas. No tenía a nadie que jugara con él, así que pensó en jugar solo consigo mismo. Oh sí, definitivamente era tan solitario como sonaba. Naruto jugaba tres en raya consigo mismo, jugaba shōgi consigo mismo y cualquier otro juego que pudiera encontrar.

Esto esencialmente comenzó cuando Naruto tenía alrededor de quinto o seis años. El Hokage en realidad le había comprado el tablero de shogi y las piezas. Era un buen hombre, o eso pensó Naruto a partir de sus experiencias. A veces, en sus días libres, el dúo de padre e hija, Teuchi y Ayame, jugaban con él si no estaban haciendo nada. Esos tres eran básicamente las personas con las que interactuaba a diario y que él podía tolerar. Quizás su tolerancia hacia Konoha llegó a su punto más bajo cuando lo echaron del orfanato y cuando el Sandaime le dio su propio apartamento. Su actitud hacia los aldeanos, o tal vez su actitud en general, se volvió cada vez más fría mientras observaba desde su ventana cómo las familias felices en las calles pasaban el día, riendo y charlando. De hecho, molestó un poco a Naruto.