Odio

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Al día siguiente, Ohma llegó al club de Taekwondo, en donde vio a Dal Dal rompiendo bates con distintas patadas, pero se notaba que estaba molesta por lo que pasó la noche anterior.

—Dal Dal: ¡¿Cómo se atreven a intentar golpearme con estos palillos?! ¡Debía haber roto sus piernas! ¡Si se meten en mi camino otra vez los haré polvo! ¡Jamás perdonaré a nadie que se atreva a tocar a mi querido Ohma!

En ese momento se dio cuenta de que Ohma la estaba viendo por la puerta, por lo que salió a abrazarlo. Al mismo tiempo llegaron Moon y la "reina". Una vez reunidos todos, se sentaron en medio del club para poder hablar.

Le dieron el tipo de guantes que se ocupan durante las peleas preliminares, aunque en los rounds principales se usaban los guantes sin dedos, y aunque se puede usar cualquier protección, la mayoría no usa porque pueden ser un estorbo para moverse.

—Ohma: Me da igual lo de la protección, lo que no se es que tanto me limitarán los guantes. Además, tengo un horario para mis peleas, con todas las que tengo en una sola noche solo me alcanza para unos días.

Cuando Ohma dijo eso, Dal Dal sacó su teléfono y llamó a alguien.

—Dal Dal: Hola, señor Yamashita, es Dal Dal. Verá, surgió un asunto en la escuela y Ohma necesitará más tiempo libre... le aseguro que lo vale... entendió, yo se lo diré, gracias.

Colgó y volteó a ver a Ohma, quien estaba algo sorprendido por lo que acababa de ver.

—Ohma: ¿Desde cuando tienes el número de Yamashita Kazuo?

—Dal Dal: Hace un tiempo nos lo dio, dijo que, si necesitábamos algo, y él podía ayudarnos, lo haría con gusto. Ahora ya tienes solo 1 pelea por noche, y recibirás el mismo dinero que has recibido.

—Ohma: ¿Enserio?

—Dal Dal: Sí, aunque me dijo algo de que sería contra peleadores más experimentados.

—Ohma: ¡Eso era lo que quería evitar!

—Moon: ¿Tan malo es?

—Ohma: No, solo es molesto. Las peleas que tengo son contra peladores novatos, al menos novatos en las peleas clandestinas, que buscan una oportunidad con alguien influyente, así que, por lo general son algo débiles. Los más experimentados ya llevan tiempo en esas peleas, por lo que obviamente son los suficientemente fuertes para resistir tanto tiempo, así que tendría que enfrentarlos de forma más seria.

—Dal Dal: No te preocupes, te apoyaremos con más fuerza.

Las otras dos asintieron, mientras Ohma solo soltó un suspiró de resignación.

Ya era de noche, y Ohma ya estaba listo para pelear, mientras que las tres estaban en la misma habitación, dándole ánimos.

—Yamashita: Me sorprendió que aceptaras peleas con más nivel.

—Ohma: Más que aceptar, fui obligado. Pero si con eso las mantengo algo calladas, supongo que puedo aguantar un rato.

—Yamashita: «Hace tiempo se hubiera negado. No quería revivir ninguna emoción que le recordara a cuando peleaba con su padre, estar con ellas le ha hecho bien»

—Ohma: Y a todo esto, ¿contra quién voy a pelear?

—Yamashita: Contra un peleador llamado Chiba Takayuki, es especialista en copiar otros estilos.

Ahora salió a un lugar un poco más amplio, y la gente se veía más interesada, después de eso entró un hombre con el pelo levantado en dos puntas, pero comenzó a moverse de una forma extraña, a los ojos de Ohma y de las chicas ese hombre se había transformado.

Un demonio no conoce el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora