Liam Hemsworth
—Al parecer en este pueblo hay muchas chicas locas, algunas promiscuas e insinuantes y otras cultas de conducta cuestionable y ella...ella es la mezcla de las tres, una mezcla homogénea, me refiero a que tiene miradas insinuantes—le digo a Mathew, es lo más cercano que tengo a un amigo.
—Dilara Wins, ¿no?, ¿Crees que sea..?
—No lo sé Mat, ¿dije que era infantil?—río por lo bajo.
—No, pero el haber escrito su nombre en el dichoso libro ella misma ya dice que lo es.
—Y bueno...¿el trabajo está hecho?—pregunto variando de tema.
—No es q...—Mi enfado no lo deja terminar.
—¡¿Es que a caso tengo que hacerlo todo yo?!No vine a este puto pueblo de mierda por nada!
—No tienes que alterarte Liam, todo saldrá bien—Si supiera como odio que mantenga la calma cuando le estoy gritando.
—¡Tiene que salir bien!, Porque si todo sale mal, te lo juro que ustedes serán parte de ese " todo " ¿te queda claro?—pregunto imponente.
—Sí señor.
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(Siguiente día, lunes en la mañana)
No sé para que vengo a clases, mamá dice que debo mantener las apariencias pero hay otras variantes, incluso menos llamativas, ella objeta que el ir a la escuela es lo más típico.
Lo hago más por ella que por cualquier otro objetivo. Si ella también me deja...Entro al salón y para mi sorpresa todos están acomodados solo hay un puesto libre y es detrás de una chica de cabello negro, ojos grandes y copiosas pestañas, nariz perfilada y está sentada pero sé que es de estatura baja porque la he visto antes:
La ladrona de libros , Dilara.La manera en que acomoda su cabello es tan sutil y a la vez tan ruda, un movimiento típico de el estrés o la ansiedad.
Me paso estudiándola toda la mañana
Y encuentro algo en su hombro izquierdo, una cicatriz, por alguna que otra experiencia sé que fue causada por una bala, una cicatriz de hace ya algún tiempo, y ahora esto no hace más que hacerme sospechar más de que se trata de ella.Sus miradas de reojo hacia tras no lograban intimidarme.
Terminan las clases, suena el timbre, todos salen, exepto yo, y esperaba quedarme solo en el salón, sin embrago ella no se iba, entonces ví que leía el libro. Ese libro, como todo últimamente me hace creer que es Dilara, mi Dilara y que quizás no recuerde o no sepa lo que contiene.
—No esperes que vuelva nunca, porque yo nunca me fui, que no puedas verme ahora ...
—No es que esté lejos de ti—dije al unísono con la meliflua voz de la ladrona, al percatarme de que leía "Luna ausente", uno de los tantos poemas del libro.
— ¿De nuevo tú?
— Sí aquí estoy. Lo sé, es demasiado genial para ser real, tranquila—digo sarcástico.
—Yo cambiaría “genial" por fatídico, ¿no crees?
—No lo creo Dilara.
—¿Cómo sabes mi nombre imbécil?
¿Quién carajo eres?— tomo el lapicero que está en su pupitre y en la carátula del libro justo debajo de donde ella escribió su nombre, escribo el mío.
—El libro te contestará ambas preguntas, enana Wins.
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Una y Mil Veces Suya
Romance-No puedes irte, este pueblo es mío, y todo lo que hay dentro dentro de él me pertenece, eso te incluye. -Entonces me voy de este pueblo. - Ni mudarte a otro planeta de este jodido sistema solar te servirá pequeña, porque también lo compraría y volv...