性s

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Aizawa: y dime, ¿Desde cuándo eres jueza?

- desde hace tres años, cuando termine mis estudios y me gradué inmediatamente entre al tribunal - la chica se dedicaba a contar aquello mientras daba un sorbo a su café -

Aizawa: ¿No tienes poderes? O ¿Solo no quisiste estudiar para ser héroe?

- Yo..., Si quería, el saber que podría salvar vidas y ayudar a las personas se me hacía algo muy importante, pero mis padres decían que era algo tonto y que debía seguir el legado de la familia, cada uno fue parte de tribunales, pero yo soy la única que a estado en uno donde se pongan condenas a menores de edad, y no me quejo, en verdad me gusta mi trabajo

El mayor por su parte se dedicaba a escuchar detenidamente lo que la adversa contaba, era inevitable para este no ver el rostro de aquella linda chica, la cual sabía perfectamente que era seis años menor que el, pero era lo que menos le importaba en ese momento

Aizawa: entiendo, pero es un buen trabajo y también ayudas a las personas, a padres y a familias que han pasado por perdidas como en los últimos meses..., Y en verdad, lo siento, nosotros jamás pensamos que alumnos de nuestra academia fueran a cometer actos tan atroces como esos, en verdad estamos tan avergonzados...

- tranquilo sensei, usted no tiene la culpa, los adolescentes actúan sin medir las consecuencias o los castigos, así que claramente es culpa de los padres por permitirlo

Aizawa: Lo se, pero se supone que están ahí para ser héroes, no para ser criminales..., Pero tiene razón, por ahora, qué tal si me hablas de ti? Vives sola?

- Sip, cuando me gradué me fuí de mi casa hacia la que mi tía me regaló, fue mi regalo de graduación y eso me hizo feliz..., Ella era la única que me felicitaba, aparte de mis hermanos, pero no estoy tan sola, tengo a mis mascotas, tres gatos y un perrito

Aizawa: yo también tengo gatos, pero en realidad tengo cinco, me hacen compañía y así no me siento tan solo

- Debe de quererlos mucho, son una gran compañía

Ambos siguieron hablando hasta que tuvieron que volver a sus labores correspondientes, la pelinegra por otro lado no dejaba de pensar en aquel hombre, en verdad era alguien tan sereno pero a la vez tan cálido, su forma de hablar y expresarse era sumamente confortante, algo que a ella le encantaba












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TRIBUNAL DE MENORES | MHA | ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora