Supervivencia

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El mundo se ha ido al carajo, los países se enfrentaron entre sí por querer ser los amos del mundo y sólo lograron su propia destrucción, ya no queda ni una pizca de control. En este nuevl mundo, sólo puedes hacer una cosa, sobrevivir... Ganarte el día a día, luchar por tu vida.
Tengo una familia de la cual preocuparme, mi novia y su hermanito menor son todo lo que me queda y por ello, les considero mi familia.
La situación es difícil, tengo que encontrarles un lugar dónde refugiarse mientras que yo salgo en busca de provisiones y alimentos.
Ya han pasado cinco meses desde la caída de los países y sus gobiernos y sólo queda anarquía... Las personas están completamente locas, se matan unos a otros por cualquier cosa. El racismo ha resurgido y ahora, ya no hay quien impida las atrocidades... La humanidad ya no existe, estas no son personas... Son monstruos que buscan sangre bajo cualquier jodida circunstancia, no importa absolutamente nada, tienes que cuidar tu espalda y la de los tuyos o simplemente suicidarte si no eres lo suficientemente capas para soportar éste entorno, Hayley y su hermanito, Alex, ya se hubieran quitado la vida de no ser porque logré llegar a ellos mucho antes de que ella jalara el gatillo y no sé si fue lo mejor para nosotros, quizá... Deberíamos ceder, no es vida para ellos... Pero por otra parte, aún tengo esperanza en que encontraremos un lugar en este maldito mundo en el que lograremos estar a salvo de estos desgraciados.
—Amor, hay que irnos, debemos encontrar un lugar dónde dormir. Está oscureciendo. —Hayley me quita de mi reflexión sobre toda esta mierda
—Eh... Sí... ¡Alex! —el pequeño acude corriendo, estaba jugando tranquilamente pateando una latita.
—¿Qué pasa Jason?
—Hay que irnos, pronto será de noche y no tenemos dónde refugiarnos
—Ufa... De acuerdo... Vamos. —ah... Si tan sólo todo fuese normal, el pequeño podría jugar tranquilamente con una pelota real y Hayley y yo disfrutaríamos verle divertirse en vez de estar empuñando armas custodiando que nadie se nos acerque. Tras una horas y entrada la noche, nos logramos adentrar en una casa pequeña, la cual está en más o menos un buen estado, al menos conserva sus cuatro paredes... Refuerzo las posibles entradas de los malditos bastardos que nos asesinarían no sin antes violar a Hayley y Alex... Pensar en esto me revuelve el estómago...
—¿Listo? —la voz de Hayley me tranquiliza.
—Sí amor, listo.
—¿Vas a montar vos guardia bebé?
—Sí tesoro, tu duerme con Alex —me acerco y beso sus labios con delicadeza y amor
—Te amo —me susurra
—Y yo a vos. —respondo, cargo el fusil y tomo asiento en un cajón de madera situado cerca de la ventana tapiada, lo que me otorga una pequeña visión del exterior.
Al amanecer, despierto a Hayley y Alex y procedemos a desmantelar nuestro refugio temporal. Salimos a la calle en busca de provisiones, nos estamos quedando sin comida y agua... Llegamos a lo que parece ser un centro comercial y nos adentramos para buscar algo de utilidad.
Damos un par de vueltas y encontramos latas de alimentos y una botella de agua tirada en el suelo. Más a lo lejos logro divisar una pistola sobre una mesa, me percato de que eso podría significar la presencia de una de esas bestias por aquí cerca, lo que también explicaría los alimentos y el agua en el suelo.
—Princesa, vos y Alex escondanse ahí —señalo un local con una puerta de seguridad aparentemente blindada
—¿Qué pasa? ¿A dónde vas?
—Hay alguien más por acá, escondanse y no salgan si no escuchan las palabras clave —ideamos palabras clave para saber la situación del otro. Azul, despejado. Rojo, peligro, huyan. Amarillo, amenaza cercana. Negro, trampa o emboscada, no salgan.
—Esta bien bebé, ten cuidado por el amor de dios. —la beso
—Lo tendré. —me acerco sigilosamente cubriéndome contra las columnas hasta tener ángulo de visión sobre la habitación. Hay un cadáver en el suelo. Me adentro en la sala. Estoy jodido.
—¡NEGRO! —grito con todas mis fuerzas. Siento un golpe detrás de la cabeza, se me nubla la visión. Hayley, Alex... Tengan cuidado. Me desplomo sobre el suelo.

Diez Minutos Para SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora