Naruto -One shots-

🔝 Konohamaru 🔝

- Eres un llorón.

- A ti nadie te quiere. -le sacó la lengua en señal de burla-.

- Y a ti tampoco, Honorable Nieto. -dije con sarcasmo para hacerlo fastidiar-.

Konohamaru echaba humo por las orejas y tenía el rostro lleno de rabia.

- Escucha bien, Uzumaki ______. No importa que hagas, yo seré mejor que tú y tu hermano.

- Eso lo veremos...

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- ¡Boruto! Baja a desayunar -le gritó Hinata desde la sala-.

- Déjalo dormir un poco más, yo puedo llevarlo a la escuela. -le dije mientras me acomodaba en el sillón con una taza de café entre mis manos-.

- Eres muy amable, no te preocupes, ______. -me mostró una sonrisa-.

- No sé cómo pudiste terminar con mi hermano, Hinata... -comenté cabizbaja casi como un lamento y ella río-.

- ¡Tía! -gritó Himawari contenta bajando de las escaleras con Boruto detrás bostezando-.

Ambos llevaban las pantuflas puestas.

- ¿Jugarás conmigo hoy? -se puso delante de mí con la misma sonrisa que su madre-.

- Más tarde, Himawari. Debo llevar a Boruto a la academia.

Me giré a verlo y me miro con recelo.

- ¡Deberías agradecerme, mocoso! -me acerqué a él para darle una ligera palmada en la cabeza-.

- Ay, gracias tía. -me dijo sobándose la cabeza-. Hoy conoceremos a nuestro nuevo maestro.

Su sonrisa se agrandó y le brillaron los ojos de emoción.

- ¿Cómo creciste tan rápido? -dije sonriendo con nostalgia-.

- Oh, _____. Que gusto me da verte. ¿Llevas a Boruto hoy? -sonrió mientras se adentraba a la sala y se acercó a mí-.

- Por supuesto, Hokage. Como cada semana. -levanté el pulgar-.

- Te lo agradezco, tengo algunos asuntos pendientes y no he tenido mucho tiempo. -se rascó la nuca con nerviosismo-.

- Que extraño. -dijo en voz baja mi sobrino con frialdad-.

- En marcha, debemos llegar temprano a tu primer día de clase.

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- Boruto, ¿sabes que tu papá te quiere, verdad? -dije tratando de hacerle plática en el camino-.

- Sé que está muy ocupado, sí. Pero solo pido un poco de atención. -sus hombros decayeron-.

- Créeme que tu papá está en el trabajo que más ha deseado. De pequeño muchos lo molestaban por llevar al zorro de nueve colas, lo ignoraban, lo echaban de sus establecimientos y eran despectivos con él. Siempre trataba de defenderlo, pero como era menor que él, no era de mucha ayuda. -dije sonriendo con tristeza y eso captó su atención hacía mis ojos-. Lo que quiero decir, es que le des tiempo, nunca tuvimos a nuestros padres y ninguno de los dos sabemos cómo debemos comportarnos exactamente... Así que también estoy para ti si me necesitas. Soy tu tía y tu amiga.

Unos brazos me rodearon las piernas. Y yo solo acaricié su cabeza.

- Eres la mejor tía de todas, te quiero. -me dijo esto sin mirarme a los ojos, se notaba avergonzado. Más aún porque ya casi estábamos frente a su escuela-.

- Lo sé, yo también... sé que soy la mejor. -le dije esto último riendo-.

Se separó de mí con una sonrisa genuina.