Sebastian soltó un suspiro de alivio al sentarse finalmente a compartir la mesa con su familia.
La fiesta había sido prevista en todos sus detalles y una vez que todos los invitados llegaron y se acomodaron, sus niveles de estrés disminuyeron considerablemente; sin perjuicio de que aún mantenía un ojo en la cocina, de la que Lando entraba y salía con platos vacíos y llenos de canapés.
—No debes preocuparte. Domina el multi tasking mejor que tú y yo-. Le dijo su esposo, sonriendo.
—Crecen tan rápido-. Suspiró, limpiándose una lágrima imaginaria.
Sin embargo, lo decía en serio y daba cuenta de ello con solo mirar a las personas reunidas allí.
Lewis, a quien en algún momento pensó como una utopía lejos de su alcance, hoy era su compañero de vida y el padre de sus hijos.
Hijos a quienes rescataron de lugares inimaginablemente oscuros, pero que son los seres de luz más dulces, los hombres más inteligentes de la familia y que construyeron sus propios cimientos para ser exitosos tanto en lo profesional como en lo personal.
De eso pueden dar cuenta Carlos y Lando, quienes hasta el día de hoy agradecen su intervención divina que derivó en su historia de amor; y también Esteban y Lance, quienes aprendieron que el destino quita, pero también da en su justa medida.
Los ojos de Sebastian luego se posaron en Vivian, que observaba cautelosamente como Valtteri y Nico se acercaban a hablar con los que asistieron a la fiesta de último momento: Kimi y Antonio, respectivamente. Se encontraban en puntos distintos de la habitación, y se notaba que Valtteri y Antonio aún tenían rispideces entre ellos.
Pero también se notaba que todo había quedado en el pasado y habían salido adelante; que estaban feliz por el otro y que justamente habían asistido el presente catorce de febrero a celebrar lo más importante... Que triunfó el amor.
Pronto Sebastian se vio distraído por el sonido de un utensilio golpeando delicadamente una copa. Pierre se puso de pie y se aclaró la garganta.
—Bueno, antes que todo... Gracias a todos por venir, y sobre todo, gracias a mis padres por organizar esta fiesta de San Valentín. Merecen un aplauso-. Todos aplaudieron un momento, a lo que a Sebastian sonrió avergonzado y recibía un beso en la mejilla de su esposo.
—Quería hacer un brindis por esta reunión, y deseando que haya muchas otras oportunidades de compartir con nuestras familias, todo lo bueno y también lo malo... Y también para compartir buenas noticias, como la que yo y Charles tenemos hoy.
En eso, la mencionada sonrió en grande y, tomando la mano que le ofrecía Pierre, se puso de pie junto a él, en lo que un pequeño murmullo de curiosidad se hizo oír.
—¡Nos casamos!
Anunciaron al mismo tiempo, y pronto el salón se llenó de gritos de jolgorio, sorpresa y felicitaciones. Todos los invitados se reunieron alrededor de la joven pareja, bajo la mirada de sus orgullosos padres.
Por supuesto que Lewis y Sebastian ya lo sabían.
Todo eso les ayudo a entender que les estaba sucediendo algo hermoso. También los envalentonó a compartir la noticia en el presente evento, logrando así que todo ese amor se multiplicara.
Porque esa era la esencia, el quid y el sentido no solo de emparejarse, vincularse, tener una familia y compartir con los seres queridos. Sino de las causas y consecuencias que el destino les deparaba.
Porque en esta tierra la unión que comparten las almas gemelas no es otra cosa que una encomienda del destino. Una receta el amor, y una ruta hacia la felicidad.
No es la única, no siempre es fácil y no siempre va a llegar a donde se esperaba. Pero tampoco dirige la voluntad de acción. Los seres humanos son libres de forjar su camino, perseguir sus propios deseos y escribir su propia historia.
La clave es persistir en la vida.
Nunca dejar de intentar.
Nunca dejar de disfrutar.
Y nunca negarse al amor.
ESTÁS LEYENDO
Some things were meant to be (f1 pairings)
Fanfiction~Soulmate AU~ O donde la leyenda dice que dos personas son almas gemelas cuando pueden sentir lo ajeno como propio, cuando sus almas lloran y sanan sincronizadamente. Hasta que se miran a los ojos, y ya la sincronización deja de ser literal, para s...