Sangre Asesina ©

Capitulo 2

Volviendo a reeditar todo el capitulo, en realidad reescribiendo ya que no me gusto como estaba antes, ahora se va a empezar a entender mejor.

Los dejo leer.

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Me desperté ya que empeze a escuchar como golpeaban la puerta de afuera de la casa. De seguro eran los del uniforme.

Me puse un pantalón y una remera rápido ya que como saben duermo en ropa interior. Y al bajar por las escaleras de pasada agarre las llaves de la mesada y fui directo a la puerta.

Al abrirla me encontré con uno de los trabajadores con un uniforme en la mano se ve que lo trajo recién de la tintorería.

—Hola buenos días. —lo saludo sonriendo con una sonrisa de labios cerrados.

—Hola ¿Usted es la St.Grace no?

—Si, la misma.

—De acuerdo, este es el uniforme que tiene que usar hoy. —menciona dejándolo en mis manos. —Nos vemos pronto St.Grace, yo seré el encargado de traerle las cosas que necesite para el caso. —saluda con una reverencia y se va para subirse a su auto y irse.

Al verlo irse decidí entrar ya que tenía que empezar a cambiarme, hace demasiado frío. Me fijé en el reloj de mano que tenía y eran las 6:17 de la mañana, demasiado temprano.

Fui a mi habitación y dejé el uniforme arriba de la cama me empeze a sacar la ropa y me puse unas medias cancan que venían con el uniforme después me puse la pollera del uniforme que era toda de color negro después me puse una camisa blanca que me quedaba muy al cuerpo, ya que como deben saber yo ya terminé la secundaria hace mucho y esto ya no me tendría que quedar, también me puse una chaqueta que tenía el escudo de la escuela. Me puse unos zapatos que eran exclusivamente de ahí también, eran de color negro parecían zapatos militares pero eran más delicados.

Por lo menos algo de mi gusto hay, para el pelo lo que haría es alisarlo con mi planchita y listo. Ya estaría para ir, agarre mi celular ya que recibí una notificación, era el viejo ese me había enviado los horarios y las clases que me tocan. Hoy entraría 7:30.

Reviso mi reloj de mano y ya eran las 6:27, tengo que decirle a Sam que venga.
Marque su número de teléfono ya que no suele contestar los mensajes rápidamente.

—Hola leona ¿Que sucede?

—¿Que acaso no recuerdas que tenías que llevarme hoy a la escuela? —menciono riéndome. —Cada día estás más viejo Sam.

—Nada que ver, si tengo muchas conquistas aún leona. —puedo percibir como su lado egocéntrico sale a la luz en ese momento. Y no puedo retener la risa.

—Si si lo que tú digas viejo, no te olvides de buscarme hoy entro a las 7:30 y ya se hace tarde.

—¿Tan temprano? Bueno siendo sincero es un horario normal, pero bueno, en un rato te paso a buscar estate preparada.

—Nos vemos anciano. —corto la llamada para que no me reproche el anciano.

Busco la mochila que tenía preparada para hoy, es de cuero negro y muy delicada.

Bueno voy a tener que esperar a Sam abajo viendo unos de los capítulos de mi serie.

Un rato después, 6:47:

Escucho el claxon del coche de Sam y agarro la mochila, las llaves y mi celular.

Al salir me saluda desde la ventana, termino de cerrar la puerta y entro al coche.

—Hola anciana. —saluda guiñándome un ojo con una sonrisa de labios cerrados.

—Se nota lo vengativo que eres.

—Lo se, lo sé. Pero aún así me quieres. —sonrie mientras conduce.

—¿Sabes dónde queda la secundaria no?

—Si, me mandó la dirección ayer el viejo.

—De acuerdo ¿Que dices, me veo como una estudiante?

—Yo diría que demasiado te metiste en el papel.

—Lo se, por eso hago mi trabajo demasiado bien.

—Egocéntrica como yo, por eso somos amigos.

—No te creas tan egocéntrico, yo lo soy más.

—Por eso soy tu amigo, eres un caso terrible.

—Muy bien amigo, sigue conduciendo porque si no llegaré tarde.

—Lo que tu digas jaja.

Adelantamos a varios autos hasta que pude divisar una escuela demasiada grande, tanto que parecía una universidad.

—Con que aquí será tu punto de entrada al caso.

—Se ve que si, bueno, nos vemos pelo revuelto. —le digo para abrir la puerta y salir de ella cerrando está. —Gracias por traerme.

—No hay de que leona. —dijo y arranco el coche dejándome varada al frente de esa gran escuela, se ve que si tienen plata.

Por otro lado

—Jefe, la Sta.Grace ya llegó a la escuela de su hermano.

—De acuerdo, puedes irte.

Tanto tiempo esperándola, por fin podremos estar juntos de vuelta. Nada volverá a separar nuestros caminos, Grecia.

Grecia

Ya me había adentrado a la escuela. Y había encontrado a alguien con el cual hablar. Samantha, ese era su nombre.

—Samantha, ¿Sabes demasiado de esta escuela?

—Empezare desde cero, los Ivanov. La familia más importante de esta escuela privada, muchos rumorean bastantes cosas de esa familia. Son de origen alemán, bueno. Su padre lo es, su madre es italiana. Esa familia cuenta con cuatro hijos, el mayor Alexander Ivanov. Dueño de la escuela Ivanov. Tiene una esposa la cual aún no se sabe su nombre, segundo hijo Ezio Ivanov, cuenta con empresas que el mismo maneja, hombre soltero que enamora a bastantes. Tercer hijo Damiano Ivanov, otro hombre soltero que actualmente estudia en esta escuela en los últimos años. Conquistador con todas las mujeres, algunas rumorean que tuvieron la suerte de acostarse con el. Y por ultimo Giulia Ivanov, la cual también es igual de atractiva que todos sus hermanos, aunque siempre la andan cuidando de los hombres sus hermanos. Ella es bastante tímida y actualmente estudia en la misma escuela y está cursando mitad de año, al pie de su hermano Damiano casi.

—Esto fue bastante para que mí cerebro lo procesará Samantha.

—Lo siento Grecia, es que cuando empiezo hablar no paro de hacerlo.

—Tendre que acostumbrarme entonces. —me río y ella igualmente mientras vamos a nuestro curso.

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Y bueno, hasta acá llego el capítulo.

¿Que les ha parecido el capítulo dos?

¿Ya desean que Grecia hablé por primera vez con Ezio?

Estoy emocionada, ya quiero hacer el capítulo tres.

Nos vemos en el siguiente capítulo, adiós.