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— Kihyun, ¿Sabes cuándo me van a dar el alta?

— Cuando yo lo diga, Chae — respondió el pelinegro —. Estoy aquí para asegurarme que lo tuyo que pasó no es una crisis nerviosa ni ningún episodio que pueda continuar o repetirse en cuanto salgas de aquí.

—¿Que me pasó qué? Estoy bien.

— Chae te autolesionaste y en todo el camino hacia el hospital no dejabas de decir que todo era tu culpa, que te sentías mal y responsable de lo ocurrido y continuaste lastimandote incluso sin ningún elemento cortopunzante — dijo Kihyun, leyendo de su libreta—. Estoy aquí para asegurarme que no eres un peligro para tí mismo, y solo cuando esté seguro de eso... Daré el permiso para que estés de alta.

— Pero ... Estoy bien, en serio, mírame— el castaño sonrió ampliamente.

— Lo hago, Hyungwon, te miro— replicó le pelinegro con voz pausada, sus ojos estaban en él, señaló sus muñecas con el bolígrafo que llevaba entre los dedos — ¿Alguna vez sufriste un ataque de pánico?

— Pues sí...

— ¿Hace cuánto?

— Y... Unos cuantos meses, muchos meses atrás, quizás años.

Kihyun negó.

— Incorrecto, tuviste uno hoy mismo al mediodía, esa es mi teoría principal.

— No puedes llamar a eso un ataque de pánico, Kihyun no exageres— dijo el castaño—. Yo he ayudado a Minhyuk en sus ataques de pánico, y no son así.

— Pueden ser diferentes entre cada persona, Hyungwon, pero, ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y Minhyuk? Que Minhyuk no tiene impulsos autodestructivos.

— No exageres.

— No lo minimices, como profesional tengo que hablar de las cosas por su nombre para que entiendas que esto si es grave— Kihyun se levantó de su asiento y fue hasta él, para tomar su muñeca y hacer que mire su brazo, vendado casi hasta el codo, dejando apenas espacio para el suero—. Esto me preocupa, Hyungwon, me preocupas.

Hyungwon no dijo nada, sus ojitos miraron a los ojos del otro.

— Temo que la vez que subiste a la azotea de tu edificio también estabas con unos síntomas de pánico, y tú pánico te lleva a esas tendencias autodestructivas— dijo el pelinegro, hablando bajito—. Solo que esta vez sabías que no podías huir, por eso te quedaste, pero algo te lleva a hacerte daño... ¿Tus padres te retaban mucho de pequeño o algo?

— Me portaba muy mal de chiquito, todo el día estaban retandome porque hacía cosas muy malas, era muy travieso... Una vez le metí caca de perro al buzón de cartas del vecino, ellos me castigaban pero para bien, así salí — Hyungwon se encogió de hombros.

— Eso explica algunas cosas — Kihyun suspiró levemente, soltó la muñeca del menor y se cruzó de brazos, apoyándose en la camilla —. Hyungwon, está situación te ha estado estresando demasiado durante años, y estas últimas semanas para tí fueron cargadas de emociones muy fuertes, ¿No crees?

Hyungwon asintió un poco, dentro de sí estaba tan acostumbrado al estrés que era difícil a veces distinguir cuando algo realmente lo estresaba, hasta que llegaba a un límite dónde ya no podía soportar nada y se terminaba rompiendo, luego juntaba sus piezas y volvía a empezar todo otra vez, como un círculo que no tenía fin.

— ¿No crees que necesitas vacaciones? — preguntó Kihyun—. Creo que es lo mejor para tí, algo lejos de esta ciudad, algún lugar más amplio que tú departamento... Te la pasas entre hospitales, consultorios, y aquel departamento... Necesitas un cambio.

— Bueno... Sí, supongo que sí.

— A Minhyuk también le haría bien — agregó—, ¿Tienen un lugar más tranquilo a dónde ir? Algo lo suficientemente diferente como para cambiar de aires pero también familiar para que se sientan seguros.

— Bueno... La familia de Minhyuk se mudó a Busan, a una casa muy grande y con patio incluso— dijo, no habían ido nunca pero solían verla por fotos—. A ellos los ayudó para despejarse luego de lo de Minhyuk, creo que podría ayudarnos a nosotros también.

— Eso está bien, Hyungwon— Kihyun le sonrió—. Aún no me decido en darte el alta o no, de todas formas.

— Tengo que ver a Minhyuk— exigió Hyungwon.

— Ahora iré a verlo, él está bien, le darán el alta en un rato seguramente y él vendrá a visitarte — dijo el pelinegro—. No se van a morir por estar un rato separados.

— ¿Y tú qué sabes? — bromeó Hyungwon, riendo un poco—. Somos uña y mugre, seguro me olvido de como respirar si no está al lado mío.

— Son tan empalagosos que me dan asco— dijo el pelinegro, con una mueca de disgusto, haciendo al menor reír de forma sincera por su expresión.

 Memories (hyunghyuk adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora