Una preciosa noche.

6 1 0
                                    

Eran las 6:00am, me levante pesadamente de mi querida cama, hoy tenia un torneo muy importante de voleibol, era más que obvio que tenía que llegar a la hora acordada.
Me vestí con el equipaje del equipo  y baje a desayunar con mi hermano.

-Nico...- el me miro con curiosidad -¿Vendrás a verme al torneo, verdad..,?

-Claro que lo haré, Sarah, que tipo de hermano sería si no iría?- me afirmó, es la primera vez que vendrá a un torneo mío, tengo que darlo todo, me luciré.

Ya estábamos entrando al aéreo puerto cuando noto una mirada fija en mi y volteó rápidamente. Mierda... esto no podría estar pasando... mi ex novio de el instituto estaba aquí, era más que obvio que ya lo había superado, pero esos ojos color cielo me seguían ponían nerviosa a más no poder.

-¿Ian? ¿Que coño hace el aquí?- suspiró mi hermano pesadamente -¿Quien le dijo de venir?- pregunto curioso.

Mi madre se dejó ver entre todos, joder... sin duda fue ella, listo, Ian vino a saludarnos a todos como si nos conociese de toda la vida, para colmó su mirada de poso en mi.

-¡Sarah! Te veo muy cambiada.- dijo con esa voz de ángel y aun teniendo esos preciosos ojos puestos en los míos.

-Lo tomare como un halago.- dije dándole una sonrisa, el me la devolvió... dios mío, era tan lindo, pero ya no era mío.

Tras pensar eso mis ojos se iban a humedecer, menos mal tenía mis cascos, no iba a ponerme sentimental, pero el se sentía como "knees"

-If I'm not all you need. Then just set me free... I'm down on my knees. - resonaba en mi cabeza.

Sonó la voz que tanto tiempo llevo esperando-El viaje a New York está apunto de salir.- todos echamos a correr al avión correspondiente.

Cuando llegamos al torneo empezamos a calentar, la mayoría de puntos los hice gracias a Gisell, mi mejor amiga, es una buena armadora.
Cuando terminamos el torneo fuimos a cenar a un restaurante bastante conocido en New York, al parecer tenía buenos platos, yo con mi paladar de niña pequeña pedí carne con patatas y limón, lo sé, no cambiare mi paladar nunca.

Luego me despedí de ellos y fui a pasear viendo con los ojos como platos el cielo, una noche estrellada con luna llena, todo era precioso..., me choqué con varias personas por estar en mi mundo, escuchando música, cuando llege a una plaza decorada con adornos de navidad caí en que mañana era navidad, y no le compré regalos a mis familiares, con los no muchos dólares que tenia me las apañe para comprarles cosas, A Nico videojuegos, a mi madre y a mi padre amuletos, joyas y brazaletes.

Me quede unos minutos en silencio sintiendo una presencia detrás mío, no era incomodo, por eso no le volteé, pero le escuché decir algo...

-Es una preciosa noche.- dijo la persona que estaba detrás mío. Me volteé rápidamente para ver quien era... para mi sorpresa era Ethan, un amigo de la infancia, estaba muy cambiado, más alto... más guapo.
Sentía mis ojos húmedos, miles, millones, billones de recuerdos llegaron a mi mente, cuando me dejo de lado por su nueva novia..., cuando me dijo que no me necesitaba, y que yo si necesitaba a Ian para poder seguir, por una parte era cierto, siempre hacía todo con Ian, cuando terminamos, hace 3 meses, me empece a dar cuenta de todo lo que me había perdido... y cuando empece a vivir por mi... me di cuenta, no lo necesitaba, estaba con el para no sentirme sola, fui una egoísta todo este tiempo, y me acabo de dar cuenta, con tan solo verle a él...

Me quede boquiabierta por unos segundos, no le dije nada, mis mejillas se estaban humedeciendo rápido, caían lagrimas, ¿estaba triste? Imposible, estaba llorando de rabia, rabia de haberme dado cuenta después de tanto tiempo..., ¿había estado utilizando a Ian? ¿Se dieron todos cuenta menos yo?
Volví a mi mundo, el seguía delante mío con una sonrisa burlona, me di cuenta de que Ian y Ethan se sentían como happier.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bajo las estrellas de New York.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora