Cap 10

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Ya habían pasado bastantes años y Leo había logrado conseguir un empleo como cheff y pintor, pero aun así se seguía sintiendo raro, desde que realizo su viaje a Japón sentía como si estuviera buscando algo, mientras viajaba por el bus noto a alguien entre el público, alguien que llamo inmediatamente su atención, pero no pudo ver quien era, solo su cabello largo y cemí atado con una cinta roja, salió rápidamente del bus, pero ya era tarde no encontró quien era.

-Leo, procura que la carne no se cocine demás-

-Leo, el plato tiene una presentación pobre, mejóralo-

-rápido consigue esos ingredientes, pero a la cuenta de ya-

Su trabajo como chef no era como se lo imagino, pero era lo que tenía, tampoco le iba mejor en su otro empleo, se ponía en una parte del centro para vender sus dibujos.

-oye muy lindo trabajo tu lo hesite- menciono una mujer alta, mas alta que el con el cabello rubio y lentes, le resultaba extrañamente familiar.

-aaa si, me gusta pintar paisajes donde alguna vez hubo algo, esa obra que tienes es de Chernóbil después de la explosión-

-genial, te la compro-

Por suerte había días como esos cuando las personas si compraban su arte; esa tarde se reunió con sus amigos, contaban como les iba en sus trabajos.

-oigan, saben que ese musico japones vinos a la ciudad, escuchar sus interpretaciones me da recuerdos cuando Leo tocaba el instrumento- decía Kika añorando los viejos tiempos.

-cierto, oye no has considerado volver a tocar, podemos volver a dar conciertos callejeros- Menciono Marco con tono de suplica para que vuelva a tocar.

-ya les dije, no recuerdo a ver tocado ese instrumento ya dejen de molestar- mientras los tres discutían Miguel se encontraba bastante embobado en su teléfono.

-y ahora que ti traes o que-

-es el chico, que les dije que conocí hace algunos días me pidió salir para mostrarle la ciudad- mostraba una sonrisa de tonto enamorado.

-huhuhu, el miguelito se enamoro ya cuando nos los vas a presentar-

-si lo hago debes jurarme que no actuaran como los idiotas que son-

-nosotros cuando- dijeron al unísono Kika y Marco para comenzar a reír y volver a molestar a miguel.

-oye y de casualidad tu "amiguito" no tendrá a alguien para que nos presentes- eso ultimo hizo que Miguel y Marco comenzaran discutir, mientras que Kika reía por la acción de sus amigos, por otro lado, Leo se había quedado callado al parecer se estaba quedando atrás en el amor, su hermano y Teodora se habían casado, sus amigos tenían parejas, hasta Valentina se casó, mientras que el... el nunca a tenido suerte en el amor. Esa tarde se encontró con Valentina hace mucho que no hablaban y reconectar de hace años, pensó que lo aria bien para distraerse.

- y como vas con el amor ya encontraste pareja-

-no, la verdad, no-

-recuerdas cuando hicimos ese viaje a Japón, tu decías que haya encontrarías al amor de tu vida-

-enserio hice eso- valentina afirmo, para luego preguntar si es que lo recordaba -si recuerdo el viaje, pero no recuerdo de andar buscando al amor de mi vida- lo que recordaba de ese viaje es que durmió en una montaña, para después saber que reprogramo su vuelo y que sus compañeros de viaje lo abandonaron, pero desde ese día comenzó su pasión con pintar lugares donde había población en especial, ese pueblo donde callo el fragmento del cometa; esa obsesión hizo que investigara sobre el pueblo japones, descubriendo que la población de aquel lugar se salvó, por un simulacro que estaban teniendo.

Se despidió de Valentina, cada quien volvió a su respectivo hogar, volviendo a dejar solo a Leo. Se dirigió a un café, esperando a que parara de llover, de pronto comenzó a escuchar una conversación en japones y el los entendía a la perfección, no recordaba el momento en que aprendió ese idioma.

-así que conseguí guía de turistas para mañana, con el chico que conocí esta muy alegre por saber que pedí su ayuda-

-enserio Hiro, tu sí que encuentras personas muy amables-

-lo se es un don, bueno manda un mensaje al tuerto que encontramos a alguien que nos lleve por la ciudad-

Ese nombre le llamo la atención, el conocía a alguien llamado así o solo era coincidencia, al buscar de donde provenían esas voces, encontró con dos chicos, muy familiares, pero seguía sin saber de dónde. Comenzó a correr para llegar a su casa, pero mientras corría siento algo extraño se detuvo para ver que era, pero se encontró con la calle bacia solo con dos personas con sus respectivos paraguas, tomo un suspiro y siguió con su camino, pero no fue el único que se detuvo, aquel extraño con el paraguas también se detuvo, lo malo es que no encontró a nadie cuando volteo a ver.

Leo se había levantado, desde hace algunos días a estado teniendo sueños extraños, pero no importaba cuanto lo intentara nunca recordaba lo que soñaba. Kubo al despertar veía una habitación desordenada aun así no le importaba solo tenía un sentimiento vacío, como si necesitara algo que lo llenara; los dos habían comenzado a vivir con eso, era su rutina de cada mañana, pero quien diría que al tomar sus respectivos buses se encontrarían; sus miradas se cruzaron y por un momento ambos sentían que el mundo se detenía. Salieron lo mas rápido que pudieron de la estación, ambos se estaban buscando, eso era lo que les faltaba, ese sentimiento de búsqueda había sido resuelto con una simple mirada. Se habían encontrado, los dos bastante cansados, pero ninguno dijo nada, solo comenzaron a caminar cada quien, por su lado, cuando se pasaron de cada quien ambos se sientan bastante tristes.

-Gomen... hee yo- Leo comenzó a pegarse la cabeza para recordar su japones, no sabía la razón, pero el necesitaba hablar en ese idioma con el extraño -Anata, tsumari watashi wa... ¿Doko ka de atta koto ga arimasu ka?- Kubo se volteo y con lagrimas en su rostro quería decir algo, rápidamente Leo pensó que dijo algo mal y pronto se volvería a disculpar, pero se quedo callando cuando el escucho la voz del extraño.

-yo... yo también pensaba en lo mismo- ambos comenzaron a llorar y se acercaban poco a poco.

-puedo saber/ Anata no namae-

Kimi no na wa (your name) versión kuban Donde viven las historias. Descúbrelo ahora