[•••]— Papi, dice mami que si no duermo, ella vendrá a verme —miro para arriba conectando su inocente mirada con la de unos ojos oscuros— También dice que regresará a por ti —bajo la mirada dónde estaba su peluche—
El pequeño niño sentado en el piso jugaba con su peluche sin ver a su padre que esté tenía una expresión de horror, visualizando cada parte de la habitación de su hijo, buscando algo... Buscando a alguien...
— ¿Dónde la has visto... Hijo...? —empezo a caminar lento— ¿Donde estaba tu mami...? —quedo tras el niño y delante de un espejo—
— Ella estaba aquí —sostuvo un muñeco de trapo— Dijo ella que esto era un muñeco para eliminar a los monstruos —regreso la vista dónde su padre y levantar el muñeco en su dirección— Mami dice que eres un monstruo, pero el muñeco no te hace nada —voto el muñeco en el grande espejo— Me mentiste —miro el espejo fijamente— Papi no se elimina.
— ____ permíteme tus lentes cariño —el niño cierra sus ojos y deja que su padre le quite los lentes—
El niño al sentir que no tiene los lentes, abre sus ojos y mira el espejo borroso, viendo la figura de su padre tras suyo sosteniendo algo en sus manos.
— Lo siento ____ pero tú sabías que mamá ya no está aquí —quito el seguro— Tú y ella debían irse cuando supieron de mi regreso —sus pupilas empezaron a encogerse— Debí eliminar esa sangre contaminada. ¡Tenía que haberles matado a los dos al igual como mate a los familiares de esa zorra!
El hombre apretó el gatillo y antes de que la bala perforara el cráneo del niño, un objeto de metal se interpone en el camino desviando la bala al techo. Un estruendo se oyó muy fuerte, el hombre se tapo las orejas y miró el agujero en el techo, movió sus ojos al espejo con miedo. El espejo estaba roto, grietas y pedazos de vidrio estaban en el suelo. Sin pensarlo dos veces, intento jalar nuevamente el gatillo pero una mano negra sujeto su cuello llevándolo hacia las metálicas hélices del ventilador.
El pequeño no aparto la mirada del espejo que ya estaba roto y una de esas piezas mostraba como su padre gritaba por ayuda de su hijo pero la mano negra hizo qué la cabeza del hombre fuera cortada con las hélices e hizo lo mismo con todo el cuerpo manchando el suelo y algunas partes de la habitación con la sangre y pedazos de carne que salía de este.
La habitación quedó en silencio, el olor a carne y sangre fresca se hizo presente en las fosas nasales del pequeño moreno. Escucho una cuenta regresiva ...
Cinco~...
Cuatro~...
Tres~...
Dos~...
— Uno...
El moreno completo la cuenta, mirando el desastre que dejó su madre.
El ente negro se completa en su totalidad frente al niño, lo llama para que lo siguiera, el moreno ni corto ni perezoso la siguió asta un sótano, estaba oscuro y las escaleras dañadas, con miedo se sostiene del marco de la puerta, viendo al ente, niega y se opone en bajar. La entidad negra ladea su cabeza ante el miedo del pequeño moreno. Extendió su mano para que el niño la sujete y bajar juntos, pero el niño aún se negaba por el miedo.
Mami no te soltará, mami siempre te protegerá...
El niño dudo un poco, pero accedió y tomo la mano fría de su madre, bajaron juntos asta el último escalón escuchando unos llanto de bebé, el ente se queda parada en el escalón mientras empujaba levemente el cuerpo de su hijo indicándole que vaya a dónde ese llanto. El pequeño camino asta ver una canasta con dos pequeños bebés en él.