DESTINED LOVE

Capítulo 2.

Ambos estaban en la oficina del chico, sentados cara a cara sin decirse ninguna palabra más que sólo miradas tratando de entender que era lo que estaba sucediendo.

- Entonces, ¿Esta es una de las tantas empresas que tiene tu familia? - Dijo Leo, mientras trataba de evadir la mirada de aquel chico.

- ¿Por qué no me miras?, estoy justo aquí nuevamente, mírame, soy yo, Alex, el chico del que estabas... -

- Sé muy bien quién eres, no necesitas decírmelo, no trates de jugar algo que será difícil para los dos. -

Alex, se levantó de la mesa, ya que estaba medio sentado en el soporte frontal y caminó hacia Leo, él estaba apunto de acercarse más, sin embargo, una chica entró a la oficina sin tocar la puerta y los interrumpió.

- ¿Qué está pasando aquí? - Dijo la chica.

Alex solamente le respondió que era un nuevo trabajador y le estaba dando la bienvenida, para luego preguntarle a ella que hacía aquí.

- Mi amor, quería preguntarte si me acompañarás a probar los sabores de pasteles y elegir el indicado para nuestra boda. -

Leo se sorprendió de lo escuchado.

- ¿Boda? - Dijo Leo un poco desconcertado.

- Si, él es mi futuro esposo. ¿No es fantástico tener a alguien como él? Realmente soy una afortunada - Respondió la chica mientras le daba un beso a su prometido.

- Lo siento, tengo que hacer unas cosas, fue un placer conocerlos, me retiro. -

- No hemos terminado de hablar. - Dijo Alex.

- Yo ya terminé de hablar. - Respondió Leo mientras se iba y los dejaba solos.

Mientras Leo caminaba, no podía evitar que unas lágrimas salgan y su rostro sea el afectado, al salir de la empresa, era tanta la prisa que tenía que no se dio cuenta que el semáforo estaba en rojo y por poco es atropellado, afortunadamente nada grave sucedió, al llegar Leo a su casa, se encerró en su habitación, su hermano sospechó que algo estaba mal pero prefirió no decir nada, ya Leo en su habitación sacó una caja que se encontraba en el closet y en ella estaban muchas fotos viejas y algunas cartas.

- No, no puede ser, ¿por qué justo ahora te apareces en mi vida? - Dijo Leo mientras veía una foto de él y Alex cuando eran jóvenes.

Era el verano del 2009, Leo estaba sentado en las escaleras del colegio comiendo un sandwich, cuando unos chicos de dos grados superiores pasaron corriendo haciendo que Leo tire su sandwich, ninguno de los chicos se detuvo a excepción de uno que regresó para ver si todo estaba bien, ese chico era Alex, realmente desde muy joven siempre había sido el más guapo, Leo nunca se imaginó que él se acercara para hablar con él y mucho menos preguntando si se encontraba bien.

- ¿Te hicimos daño?. - Preguntó un poco asustado Alex.

- No, estoy bien, solamente me moriré de hambre durante todo el día. -

- En mi aula tengo mi comida, si quieres acompáñame y te la doy. -

- No, no, no puedo aceptarlo, es tu comida, de lo contrario, tú no comerías nada, no te preocupes, iré por algo en la tienda del colegio.

- Entonces, si no quieres mi comida, déjame pagar lo que vas a comprar. -

- Bueno, si no hay otra manera, está bien. -

- Por cierto, me llamó Alex. -

- Leo, mucho gusto. -

Fue ahí donde todo comenzó, era la primera vez que tenia un amigo como él, en verdad no quería que nuestra amistad termine, siempre que teníamos puntos diferentes sobre un tema, tratábamos de arreglarlo de la mejor manera posible, eramos tan unidos que hacíamos todo juntos, era el amigo que siempre quise tener, sin embargo, meses después de tener su amistad, yo comencé a sentirme diferente con él, ya no lo veía como un simple amigo, quería algo más pero a mi edad no sabia que era, hasta que en la televisión vi un programa donde dos chicos tenían una relación amorosa y se daban besos, ahí fue cuando entendí lo que yo quería con Alex, y así fue, un día, en la casa de él me quedé a dormir, y cuando él estaba dormido me acerqué a su rostro, lo admiré unos segundos y le di un beso mientras estaba dormido, tenía mucho miedo pensando que se había dado cuenta y me rechazaría o golpearía, sin embargo, al día siguiente no me dijo nada, tal vez no se dio cuenta, pero fue un alivio para mi.
Los meses pasaron y Alex se graduó de la secundaria dejándome sólo durante dos años, aunque nuestra amistad fuera del colegio se mantuvo e incluso se volvió más fuerte hasta que poco a poco me evitaba porque yo era un chico de secundaria y él ya estaba en otro nivel, él decía que con gente más grande, así que me sentí mal por ser tan pequeño, finalmente cuando llegué a la preparatoria, un día le pedí que me llevara a una de las tantas fiestas a las que iba, al principio se negó pero al final aceptó.

La fiesta pintaba bien, era la primera vez que iba a una fiesta como esta, fue ahí donde un chico me invitó a bailar, yo acepté y cuando me di cuenta, Alex ya había quedado ebrio, lo llevé a mi casa, y estando ahí, me dijo que se puso celoso porque otro chico me invitó a bailar.

- ¿Entonces te pusiste celoso por otro?. - Preguntó Leo.

- Me pone celoso verte con cualquiera, no solamente con él. -

- Alex, estás pasado de copas, mejor ya no digas nada. -

- Realmente todo lo que estoy diciendo ahora es verdad, además no estoy tan ebrio, solamente quería estar contigo a solas. - Dijo Alex mientras se acercaba más y más a Leo.

Era justo ese momento, los dos estaban cara a cara cuando Alex le preguntó a Leo si podía besarle, Leo sin pensarlo le dijo que si, y ambos se dieron un beso tan apasionante que era como si fueran novios y no se hubieran visto en años.

- Leo, ¿podemos hacerlo ahora? - Dijo Alex mientras gemia y suspiraba.

- No sé, es mi primera vez. -

- Es mi primera vez también, prometo no lastimarte y detenerme cuando ya no puedas. - Dijo Alex con un tono bastante excitado mientras besaba el cuello de Leo.

Al final, Leo le dijo que si y esa noche del 2015 tuvieron sexo por primera vez convirtiéndose en una de las mejores noches para ambos.
Al día siguiente, ambos despertaron abrazados, sin ropa pero felices.

Así fue un poco de la historia que vivió Leo junto a Alex.

Carlos, entra a la habitación de su hermano y lo vio llorando.

- ¿Qué te pasó?. - Preguntó Carlos.

- Nada, todo está bien. -

- ¿Alguien te hizo daño?. -

- No, nadie me hizo daño, solamente me acordé de algo y me dio mucha nostalgia, eso es todo. -

- Está bien, si es así entonces, me iré y te dejaré aquí para que puedas estar tranquilo. -

Al día siguiente, Leo estaba limpiando el piso cuando el jefe de limpieza lo mandó a la oficina del director David.

- ¿Quién es el director David? - Preguntó Leo.

- Solamente ve al piso #7, ahí se encuentra la oficina del Director David, necesito que hagas la limpieza antes de que el señor llegue, tienes solamente unos minutos para dejarla impecable. -

- Entendido, señor. - Respondió Leo.

Leo se dirigió a la oficina del director David para hacer la respectiva limpieza, cuando llegó de inmediato se puso a limpiar, y mientras sacudía el escritorio, se percató de una foto, al analizarla, se dio cuenta que en ella estaba también Alex.

- Supongo que debe ser un socio importante, o tal vez es muy cercano a la familia de Alex, o también puede ser un miembro de la familia. - Se cuestionaba Leo mientras veía la foto.

- No cabe duda que el director David se ve un poco temible en fotos, pero en persona se ve tan bueno que hasta me parece atractivo. -

- ¿De verdad lo crees?. - Preguntó David.

Era el director David que ya había llegado y estaba atrás de Leo.