ﻬ 🅾🅽🅴-🆂🅷🅾🆃🆂 ☞ 🅻🆄🅸🆂 🅼🅸🅶🆄🅴🅻 ﻬ

𝚅𝚄𝙴𝙻𝚅𝙴

Volvía a casa después de un tedioso y agotador día de trabajo. Cuando esto pasa lo único que me relaja es meterme a la tina y darme un relajante baño de burbujas. Es lo que me calma y es justo lo que haría.

Preparé el cuarto de baño y me sumergí por un par de minutos ahí hasta que mis manos parecieran las de una ancianita.

Maravilloso.

y ya una vez relajada y perfumada salí del agua, me puse mi bata y me fui a la habitación no sin antes servirme una copa de vino para dormir casi feliz. Y digo casi porque mi felicidad sería completa si no fuera porque cada vez que me siento así medio nostálgica, pienso en el y todo lo que ya no somos. 

En fin, entre tanto recordar más el vino creo que mi mente se programó para soñarlo.

Carajo, ¿Por que?

Si ya no estamos juntos y la vida sigue, yo no puedo seguir pegada en lo mismo. 

Pero lo soñé, que estábamos juntos y hacíamos el amor como antes y todo era maravilloso.

Yo y mi mente estúpida que no me deja avanzar y olvidarlo.

Me vestí para salir a correr, pues así puedo votar tensiones y es despejar un poco mi cabeza, no contaba con que al abrir la puerta, el dueño de mis sueños estaría ahí de pie frente a mi después de mucho tiempo.

- Micky...- 

- Hola...- Dijo esa voz exquisita que hace mucho no escuchaba-

- Que... ¿Que haces aquí?- Mi voz sonó en el tono que no quería, débil-

- Quería verte...-

- ¿Ahora?-

- Ahora y siempre-

- No se a que estas jugando pero no tengo tiempo para tus tonterías...- Dije pasando de el pero no me lo permitió-

- Te extraño- Dijo al tomar mi brazo-

- Si, claro- No le creí-

- Es verdad, te extraño muchísimo-

- Nosotros cortamos, Micky. Hace mucho-

- Pero yo no puedo olvidarme de ti-

- ¿Ah, si? No se nota, te has metido con cuanta mujer se te ha cruzado-

- Eso no es cierto-

- ¿No? -

- Bueno, si he conocido gente pero... -

- Pero nada- 

- Ninguna como tu- Continuó-

- No me interesa-

- De verdad, no puedo olvidarme de ti, te pienso día y noche, yo...-

- No te creo, Micky-

- Cariño...-

- ¡No me digas así, carajo!- 

- Por favor escúchame-

- No quiero ¿Que no entiendes?-

- Cariño por favor, escúchame...- Dijo poniéndose de rodillas y abrazando mis piernas-

- No hagas esto- Me sorprendió verlo así. Es que el nunca ha sido de esta forma, menos rebajarse a ponerse así ante mi-

- Cariño...- Volvió a decir con la voz afectada y no pude decirle que no-

- Ponte de pie y vamos adentro- Dije y el obedeció inmediatamente-

Una vez ahí, comenzó de nuevo con que no me ha olvidado y que me ama. Que nunca dejo de amarme en todo este tiempo. Y la verdad, no le creería después de tanto tiempo que pasó pero yo estoy igual que el. 

No pude olvidarlo y cada día que paso, yo no dejaba de pensarlo ni un segundo.

Lo veía hablar y sus ojos cristalinos me miraban con emoción y yo sentía que no podía estar mintiéndome, que todo lo que me decía era verdad

- Vuelve conmigo, por favor...-

- No lo sé, yo...-

- No puedo ser feliz sin ti... yo... regresa a mi mundo... -

-Micky...- Lo interrumpí-

- Vuelve conmigo, Mi amor- Continuó y ya no me pude seguir resistiendo-

Y el lo supo, supo que me tenía otra vez.

Y es que nunca dejé de serlo.

Se acercó mas a mi y tomó mi cara entre sus manos, yo cerré los ojos ante su toque y lo siguiente fue sentir sus labios tibios sobre los míos.

Hacia tanto tiempo que no estábamos así, realmente lo extrañaba...

poco a poco nuestras ropas fueron desapareciendo para sentir nuestras pieles juntarse nuevamente. Su calor, su aroma, su tacto... era en ese momento lo único importante para mi.

Nuestros cuerpos se reconocieron al instante, entre besos y caricias nos uníamos otra vez, después de tanto tiempo.

- No dejaba de mirar nuestras fotografías y cartas de amor en este tiempo que no estuvimos juntos...- Me decía en susurros-

- Fueron muchos recuerdos de nosotros dos... - Le respondí entre gemidos pero también recordé los malos, cuando todo termino-

Y el lo notó, pues me puse tensa.

- Calma el dolor de mi corazón, y el tuyo... olvida lo pasado, sabes que te amo... - Decía suavemente mientras volvía a besarme y a moverse dentro de mi-

- Yo también te amo...-

No lo iba a negar y mucho menos callar.

Vamos, hasta lo hubiese gritado ahí mismo entre los gemidos que me estaba sacando de puro gozo y placer.

Extrañaba su cuerpo, sus caricias. su forma de amarme.

Lo extrañaba a el.

Y ahora sé que el también a mi.

A veces pienso que cada noche que lo soñé, el también me soñaba a mi.

y que cada lagrima que derramé, el también la derramó por mi.

Ya se, suena muy cursi, pero es que lo siento. Puedo ver la sinceridad en sus ojos. Su calidez, su amor, nada de eso ha cambiado. Incluso ahora que estamos en la cama y el duerme con su cabeza sobre mi pecho, puedo sentir como me extrañó por la forma en que se aferra a mi.

Me encanta como sus brazos me rodean y su cuerpo me cubre al hacer el amor.

Me encanta el y le encanto yo.

¿Cuantas veces le dije al silencio llamándolo : Vuelve, se acaba mi vida si no vuelves...?

¡Muchas veces!

Y volvió, y aquí estamos. Reencontrándonos, queriéndonos, amándonos nuevamente.

Porque a veces la vida te da segundas oportunidades, a veces el amor, ese amor que tanto anhelaste y creíste perder, vuelve.

Y así nos pasó a nosotros.

Tal vez un día me entiendan, cuando también les pase a ustedes.

Que su horizonte deja de teñirse de gris para llenarse nuevamente de colores, de amor.