Silencio en la habitación.
El señor Luciani miraba alrededor para tratar de rebajar la tensión. Los ojos de todos estaban clavados en él. Los de Ambra, los de Virginia, los de Silvia, los de Claudio y los de los demás. Pero, sobre todo, los de Ylenia.Tras la noticia de que la cirugía había sido un éxito, sólo pasaron 2 horas hasta que Ylenia despertó y todos pasaron a verla a su habitación. Todos menos uno.
-Papá, ¿dónde está Ale? -Preguntó de nuevo, ya que su padre todavía no le había respondido.
Giorgino miro a Claudio, quien sólo suspiro y mirando a Ylenia a los ojos le dijo:
—El...sufrió un accidente cuando estaba viniendo a verte. No murió, pero...ahora está en estado de coma y no se sabe cuando despertara.
Esa noticia le cayó como un balde de agua helada a Ylenia, quien no esperaba tal novedad.
—Ll-Llevenme con el por favor—Dijo mientras las lágrimas surgían de sus ojos y un nudo en la garganta se le formaba.
La habitación estaba en total silencio, lo único que se escuchaba era el sonido de la máquina que indicaba el ritmo cardíaco de Ale, y los sollozos de Ylenia.
—¿Por qué Ale?, ¿Por que tienes que estar en esta situación?
Los llantos de la chica no se cesaban, pero al ver la pequeña agenda amarilla que siempre veía en la mochila de Ale, la calmaron un poco. Tomándolo entre sus manos lo abrió, y como si se tratara de un punto de libro, una margarita, pequeña, apagada, un poco marcuita, asomaba de la agenda. Ylenia puso su debo y la abrió.
En las páginas del día de junio, unos meses antes ella había dibujado un pequeño corazón y había escrito al lado su nombre.
Ahora había algo distinto. Había una frase color rojo sangre, una frase que Ale le había repetido muchas veces.Con la letra un poco insegura que ella adoraba al lado del corazón dibujado por Ylenia, Ale había escrito:
Mi corazón te pertenece. ¡Para siempre!
Y como si se tratara de una broma, la máquina a la que estaba conectado Ale, indicó que su corazón había dejado de latir.
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Final Alternativo de Escucharas Mi Corazón
FanfictionUn final alternativo para la historia de Alessio Puleo, Escucharás mi Corazón.