En donde Mei piensa que al fin podrá estar con su hermanito y su madre sin interrupciones ni peligros rondando cerca.
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En donde Mei se ve envuelta en las locas aventuras que su hermano menor trajo consigo cuando acogió a un adorable gato callejero...
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Era una noche despejada de luna llena en la que nuestra protagonista se encontraba en ese momento, el viento movía suavemente su corta y oscura cabellera que, con el brillo que le brindaba la luna, la hacía realmente hermosa a la vista de cualquiera.
La mujer estaba situada en la azotea de un edificio de, aproximadamente, 35 pisos, este trabajo era asesinar a un presunto secuestrador, violador y asesino, y rescatar a la hija menor de un gran empresario, misma que se encuentra en alguna de las tantas habitaciones del edificio abandonado de enfrente junto con el delincuente ya mencionado.
La pelinegra contaba con un francotirador, por lo que buscaba al hombre con la mirilla. Después de unos cuantos segundos, lo encontró, éste casi le pone una mano encima a la pobre chica.
La ojipúrpura siendo rápida por instinto, le disparo en la cabeza, fue tan rápido y certero que, si te fijabas bien, la bala había pasado justo por entre sus cejas hasta llegar a la nuca.
La niña que estaba con el hombre en ese momento, la chica secuestrada, no sabía si llorar de la emoción por ya no tener a aquel horrible ser enfrente o llorar por el susto de que sea ella la siguiente en ser atravesada por una bala, pero su temor se desvaneció al darse la vuelta y ver por la ventana a una pelinegra de cabello corto que se dirigía hacia ella de forma rápida, se le podía ver corriendo por la azotea y dar saltos a gran velocidad, la joven no podía creer lo que veía, estaba sorprendida por lo rápida que era la mujer tras hacer tales acrobacias en lugares tan peligrosos y, por un momento, la invadió el miedo de nuevo.
Mei, después de haber acabado con el sujeto, debía ser rápida para que los hombres tras la puerta de la habitación no se percatasen de la muerte de su jefe, por lo que dejó su arma en el suelo.
Se dirigió a la rubia, haciendo uso de saltos y volteretas, no necesitaba usar nada más, llego con la chica parándose frente a ella, ésta la miraba anonadada y se podía apreciar indicios de miedo en sus ojos, la pelinegra ya un poco molesta por el cansancio que traía encima, le dice en un murmuro:
- Tu padre me ha enviado, me ha dicho que las palabras clave son "pétalos de rosa", dijo que me seguirías ya que te indicó explícitamente que sólo enviaría a mujeres por ti en caso de que algo como esto sucediera. - Muy inteligente si me permites mencionar. Pensó. - Por lo que es seguro que vengas conmigo, necesito que guardes silencio y sigas mis ordenes sin objetar si quieres salir con vida de aquí, hay más hombres por todo el edificio así que debemos salir por la ventana. - Explicó y ordenó dándose la vuelta viendo la azotea del edificio en el que se encontraba hace tan solo unos minutos. La adolescentes, más calmada por Mei mencionar las palabras clave, siguió al pie de la letra cada orden que le dio la pelinegra.
