En donde Mei piensa que al fin podrá estar con su hermanito y su madre sin interrupciones ni peligros rondando cerca.
O
En donde Mei se ve envuelta en las locas aventuras que su hermano menor trajo consigo cuando acogió a un adorable gato callejero...
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Otro día más. Era una mañana fresca con los rayos de sol entrando por la ventana de la habitación, Mei estaba poniéndose el atuendo que eligió hace unos minutos, se había dado una ducha rápida, así que conecto su secadora y empezó a arreglarse el cabello, se estaba divirtiendo escuchando la conversación que tenían Jiwoo y Kayden abajo, cuando terminó de hacerse el cabello, se maquilló un poco y quedo lista.
Empezó a bajar las escaleras y alcanzó a escuchar "... como sea, con el gran Kayden a mi lado, ¿De que debería preocuparme?" viniendo de Jiwoo. Hubo silencio por unos segundos. Silencio que fue roto por el humano convertido en gato.
- Jiwoo Seo. - Dice con cara seria. - Por fin entiendes la gardiosidad de Kayden. - Su rostro cambia a una sonrisilla.
- ¡Por supuesto! Vi la fuerza de Kayden con mis propios ojos. ¿Cómo podría negarlo? - Dice Jiwoo con los ojos brillando en admiracion.
- Ah, este chico sabe reconocer el talento. - Kayden se mofa orgulloso de sí mismo.
La pelinegra estaba casi al inicio de las escaleras, ninguno de los dos la había escuchado bajar aún, ésta tenía las dos manos en su boca aguantando la respiración, quería orinarse encima por la risa. No podía creer que Kayden era feliz recibiendo adulaciones de un niño de 17 años.
- Y, apenas lo reconoció, ese hombre se puso nervioso y ni siquiera contraatacó. - Jiwoo seguía halagandolo igual o incluso más que antes con los ojos como estrellas.
- Pff... - A Mei se le escapa un poco la risa. Es ahí que los dos se dan cuenta de su presencia. La ojipúrpura se toma unos segundos para calmarse y voltea a mirar a Kayden con burla, éste lo único que hace es mirar a otro lado, molesto y avergonzado por que haya escuchado su plática a escondidas.
- ¡Hermana! No sabía que habías despertado. - El joven hace el ademán de levantarse del sillón de la sala, a lo que Mei niega.
- No te levantes, tontito, puedes lastimarte más de lo que ya estás, ayer solo te di un poco de mi energía para que sanáras más rápido, pero aún no estás curado por completo. - Le dijo acariciando su cabello, todavía un poco divertida por lo anterior.
Mei se acerca para tomar a Kayden en brazos, éste se niega y forcejea con la pelinegra diciéndole que lo deje en paz cuando la chica lo atrapa, pero entonces los dos se callan de inmediato y voltean hacia la ventana con rapidez.
Fue tan abrupto qué Jiwoo los vio preocupado.
- ¿Eh? ¿Hermana? ¿Sr. Kayden? - Dice el rubio un poco nervioso por como reaccionaron los dos adultos. Pero es interrumpido rápidamente por su celular que empezó a sonar. - ¿Ah? Me llaman... - El chico contesta. - ¿Hola? -
La voz al otro lado de la línea pregunta. - "¿Hablo con Jiwoo Seo?" -
- Si, pero, ¿Con quien hablo? - Vuelve a decir el rubio.
