El heredero.

Soy el mismo diablo.

Mi nombre es Samael o como muchos me conocen Lucifer, en transcurso de los milenios han querido ensuciar mi nombre además de queres decirme lo que tengo que hacer...me aburre, no les hago mucho caso a estos ignorantes que no saben lo que es ser el rey del infierno, pero soy el diablo unico y hermoso.

Qué hermoso día para maldecir algunas almas me encuentro en Italia uno de los países más bonitos que he visitado en estos milenios pero solamente estoy aquí por una sola razón y es disfrutar de todo aunque dicen que el diablo simplemente se la pasa causando caos y esa cosa no me importa porque literalmente yo no hago nada de eso son ellos que me llaman y yo bravo ja ja ja. Me piden un deseo y yo me cobro con sus almas o con almas de otras personas así que cada quien tiene lo que quiere.

Una noche ando repasando uno de los libros donde predice el futuro y mi asistente me dice que hay una chica llamada Elizabeth tiene 17 años,peli negra, le gusta estudiar  y vive  solamente con su mamá en italia, pero el destino dice que a los 20 años ella se puede casar conmigo para solo tener mi heredero, pero no puedo soportar más tiempo llevo esperándola desde que tengo conocimiento o sea desde que ella nació ando esperando ese momento de estar con ella así que ya no puedo esperar más por ella, Así que me desvié un poco y llegué a su casa.

Cuando llegue hice un poco de ruido, bueno no un poco deje caer algunas tasas pero no me importa puedo hacer que aparezca de una vez como que nada había pasado pero Elizabeth ya me había escuchado. Senti sus latidos mientras bajaba las escaleras para llegar a donde mi pero cuando la vi no pude despejar mi mirada me quedé hipnotizado en sus ojos café.
Salgo de ese hechizo y ella me pregunta. Qué quién soy, pero lo que puedo encontrar en su voz es miedo así que me quedo callado y simplemente la observo mientras la veo temblar de miedo. Pero a lo que de verdad debería tenerle miedo es lo que tengo aqui debajo. - digo con un poco de picardía