༻ GOD OF DEATH ༺
・・・・・・Un chico alto entró apresuradamente en aquel gran e iluminado despacho lleno de cristaleras.
— Buenos días señor Yeomna, ¿me solicitó?
— Te he dicho miles de veces que puedes llamarme Vegetta.
— Disculpe, señor Vegetta.
— No pasa nada, intenta acordarte la próxima vez. Te llamé porque quiero que me digas el informe de hoy.
— Veamos. —El búho pardo sacó unos papeles de la carpeta que traía en la mano. — Hoy hubo mucha actividad en Karmaland, y parece que el escuadrón encargado lo ha manejado bastante bien.
— ¿Muchos ancianos?
— No, derrumbe de un edificio. Exactamente ciento veintiocho personas fallecidas, de entre veintiséis y cincuenta años.
— Debió ser mucho trabajo, dile al escuadrón de Karmaland que pueden tomarse un descanso hasta mañana.
— Lo haré. —El chico sacó otros dos folios de la carpeta. — Por cierto, nos llegaron dos casos irregulares. Mireuk dijo que hoy es el último día para completarlos.
— Ahh, qué cansino, se olvida entregarlos y por su culpa debo trabajar rápido... Dame eso. —El azabache se levantó de su cómodo asiento, tomó con molestia ambos papeles y leyó los títulos en voz alta. — "Mariana (24), accidente automovilístico", "Spreen (22), atropello" es lo único que necesito saber, me encargaré de ellos.
— Ya ni siquiera te dignas a leer más sobre ellos.
Vegetta dejó los papeles en la mesa de manera un tanto agresiva y sus grandes ojos amatista se tornaron rubíes.
— Fargan.
— Lo siento, pero leí la ficha de esos dos y... Son jóvenes con una larga vida por delante, ellos no merecen morir...
— Ya hemos hablado muchas veces sobre esto, mi respuesta siempre será la misma. ¿Sabes que puede pasar si siento empatía? Le perdonaría la vida a muchas personas inocentes que murieron por injusticias y me metería en un lío tan grande con la junta de deidades que hasta me podrían quitar mi puesto como el dios Yeomna. Mueran o no, es cosa del destino, al final solo me encargo de que sus almas lleguen a la puerta espiritual, yo no tengo por qué intervenir.
Fargan miró al suelo, encrespando sus plumas con frustración. Entendía por qué Vegetta no podía hacer nada, pero le molesta demasiado la actitud que este tiene cuando se trata de casos irregulares.
Fargan cree que estos podrían seguir viviendo si Vegetta no se quedara simplemente esperando a que mueran. Al ser irregulares debe vigilarlos hasta que eso ocurra, pero él, como deidad de la muerte, puede interactuar con cualquiera que esté cerca de esta sin problema alguno. ¿Tanto le cuesta decirles, 'cuidado al conducir' y 'mira antes de cruzar'? Podría salvarlos si tan solo los avisara.
Y es que Vegetta nunca se molestaría en ayudarlos, no quiere involucrarse para nada con los mortales que debe tratar porque al final todos siempre ruegan por sus vidas, así que simplemente completa su trabajo absteniéndose a mantener cualquier conversación trivial con ellos durante el proceso.
El anterior Yeomna, Luzu, siempre fue muy cariñoso con los mortales, haciendo que estos se aprovecharan de su linda e infantil personalidad para que Luzu les dejara vivir, lo que le causó problemas graves con la junta de deidades cuando dejó vivir a un criminal que había sido condenado a muerte.
Actualmente, Luzu no existe. En su momento le dieron el peor castigo divino posible: convertirlo en un simple mortal y dejarlo a su suerte.
Vegetta aún lo recuerda como si hubiese ocurrido ayer, aunque pasó hace siglos.
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YEØMNÅ [V&Q]
Short StoryVegetta, el actual dios de la muerte, lleva siglos cumpliendo su cometido exitosamente: llevar el alma de los mortales a la puerta espiritual una vez estos fallecen, siendo lo suficientemente frío como para nunca haber sentido empatía o afinidad por...